Gracias a la sinopsis de La traición de Montverre, de Bridget Collins, me animé a darle una oportunidad al libro y después de leerlo, pausada y calmadamente, debo concluir que tengo que estar atento a esta escritora.

La traición de MontverreLa traición de Montverre
Título original: The Betrayals
Bridget Collins
432 páginas
ISBN: 9788416517718
23x15cm.
Precio: 18,00 € (papel), 5,49 € (ebook), 8,99 € (audio)

En Montverre, una antigua academia de élite oculta en las montañas, entrenan a los mejores y más brillantes miembros de la sociedad para alcanzar la excelencia en el grand jeu, una competición arcana y misteriosa que combina música, arte, matemáticas, poesía y filosofía. Léo Martin destacaba en Montverre, pero perdió la pasión por las actividades académicas después de una violenta tragedia. Recurrió a la política y se convirtió en una estrella emergente en el partido gobernante, hasta que una acción de buena conciencia le costó la carrera. Ahora está de vuelta en Montverre, exiliado, con un destino incierto.

No obstante, este mundo elitista que Léo disfrutaba en el pasado no es el lugar que él recuerda. Anteriormente un bastión exclusivo de hombres, el puesto más prestigioso de Montverre lo ocupa ahora una mujer: Claire Dryden, también conocida como la magistrada Ludi. Léo siente una extraña atracción por ella, una conexión misteriosa, extrañamente familiar, a pesar de que está seguro de que no se conocen.

Pero cuando se aproxima el legendario juego de verano, el punto álgido del curso académico, salen a relucir secretos enterrados desde hace mucho tiempo y, sorprendentemente, se cancelan unas tradiciones centenarias.

Hace unos días me llegó un email de Umbriel en el que anunciaban la publicación de La traición de Montverre, el segundo libro para adultos de Bridget Collins tras El encuadernador, debo reconocer que las expectativas mentales que me creé giraban en torno al grand jeu y cómo Collins podría utilizar ese concepto para, a un nivel casi mágico, ofrecernos una novela en la que nos deslumbrásemos con el grand jeu, como McGuffin, mientras veíamos como el protagonista volvía a encontrar la pasión y a recuperarse. Lo que encontré es algo completamente distinto y, si tengo que ser sincero, aún no estoy seguro de cuánto me ha gustado, toda vez que el libro se ha metido en mi cabeza por completo, pero recapitulemos…

La traición de Montvuerre nos habla de un país ficticio en el que el partido en el Gobierno parece que está tonteando con la extrema derecha sin descanso, tanto es así que su Ministro de Cultura, al considerar que han llegado demasiado lejos, alza la voz (por la importación de libros, ojo, no por las barbaridades que después descubriremos que están cometiendo) para descubrir que su líder no sólo está de acuerdo sino que ha optado por obligarle a dimitir y a exiliarse en Montvuerre, la escuela-academia en la que se juega al grand jeu, el pasatiempo y orgullo nacional en el que Léo Martín, nuestro protagonista, destacó en su día y a la que no ha soñado siquiera con volver porque unos trágicos acontecimientos, junto a la obtención de la Medalla de Oro, le alejó, tanto de la escuela como del grand jeu.

La traición de MontverreAl llegar conoce a la Magister Ludi, la primera mujer que ha logrado el puesto en los siglos de existencia de la academia y con la que Leo establecerá una relación de tensa amistad que irá evolucionando conforme avance la trama.

Además contamos con una trama muy secundaria, pero necesaria, con un personaje al que conoceremos como Rata, así como otra con un personaje, muy secundario también, que jugará la baza de darnos a conocer cómo, según parece, el Gobierno está acabando con los cristianos.

Si entendemos que la trama principal de La traición de Montverre se centra en Leo y en Claire lo cierto es que está resuelta brillantemente, Bridget Collins se ha volcado en esa trama y la resuelve con maestría, para sorpresa del lector, pero, a mi modo de ver, fracasa en el tratamiento de la trama del Gobierno y en la de la Rata y Carpenter, aunque, quién sabe, es posible que considere continuar con esas tramas en otro libro, a fin de cuentas no he leído El Encuadernador (publicado por Plaza & Janés) así que es posible que todo suceda en el mismo “universo” y estos cabos sueltos se traten en el libro anterior, o en posteriores libros. Aún con todo estamos ante un final tan abierto que me quedan serias dudas de que no vaya a haber una continuación.

Por otra parte la edición de Umbriel es casi impecable, tan sólo he detectado un par de errores tipográficos, nada demasiado importante, tanto el diseño como la encuadernación es perfecto.

En definitiva, Bridget Collins me ha sorprendido muy gratamente, pero presenta unos personajes y ambientaciones tan interesantes en La traición de Montvuerre que uno acaba lamentándose de que la trama no continúe durante más páginas.