Sinceramente ya no recuerdo cómo adquirí Jaleo Real, con Carbonilla como extra, lo que sí recuerdo es cómo la edición integral de la saga de El asesino de árboles publicada por Gigamesh me llevó a enamorarme de El Vosque y a seguir cada uno de los volúmenes que han aparecido con posterioridad; El Elfo Inhumano, ¡Arded, maderos, arded! Y que ahora me ha llevado a este Jaleo Real. 

CarbonillaNo os viene de nuevo, desde hace tiempo sabéis que Sergio S. Morán y Laurielle me tienen ganado el corazón (y la cartera) por lo que siempre que puedo participo en sus mecenazgos o, directamente, compro el producto. Por desgracia eso hace que siempre estén en lo más bajo de la pila de lectura porque tengo la maldita manía de priorizar las copias de prensa antes que mis propias compras, lo que explica por qué he tardado tanto en leer Jaleo Real y Carbonilla. 

Carbonilla es un hada alquimista, dedicada a proteger la ciudad de Pentapinus armada sólo con una espada, su ingenio, su capacidad de volar y su capacidad de arder en llamas.  

Los malhechores de la ciudad han aprendido a temer su nombre.  

Y el cuerpo de bomberos, más. 

Comenzará por explicaros que en Carbonilla se nos presentan diferentes historias que Sergio y Laurielle han realizado de esta hada alquimista que nos robó el corazón, lo interesante aquí es ver cómo evoluciona el estilo de Laurielle porque Sergio estaba loco ya de fábrica, así que sus chistes ya están en buena forma. Son unas historias inéditas en la web y que vienen en un cuadernillo de 24 páginas que se queda escaso porque, bueno, a mi me podéis enterrar en páginas de El Vosque y sería feliz. 

Calderilla es la princesa de las hadas pero no le gusta su trabajo. Bastoncilla es la lideresa del crimen en Pentápinus. A ella le gusta su trabajo pero le gustaría más el de Calderilla. Una finge su secuestro y la otra la secuestra de verdad. Luego todo se complica. Más.  

Maja, un hada adoptiva, intentará rescatar a la princesa para demostrar que no necesitas alas para ser realmente un hada. Solo necesitas creer que lo eres.  

Y una espada muy afilada para quien diga lo contrario. 

A continuación hablemos de Jaleo Real, donde ya podemos disfrutar con las idas y venidas, metafórica y literalmente, de Campanilla y Maja, mientras que Bastoncilla va haciendo números para llevarse una paliza conforme avanzan las páginas de Jaleo Real donde, ahora sí, se destaca del todo el pedazo de talento y creatividad que tiene Laurielle. Sergio no le anda a la zaga con sus diálogos y situaciones impostadas, pero es que los lápices de Laurielle son cada día mejores y aunque contamos con 80 páginas en este volumen nuevamente se me hacen escasas. Eso sí, cada vez que leo un tebeo de este par de genios acabo con una sonrisa en el corazón y calorcito en el alma y eso no lo consigues fácilmente con un tebeo en el que las muertes se suceden regularmente. 

En conclusión, Sergio S. Morán y Laurielle son dos autores que están logrando tener una carrera independiente a base de autopublicarse, lo que me parece una jugada arriesgada y de mucho mérito, y cada uno de sus proyectos son interesantes, visualmente atractivos y una recomendación para todos aquellos con sentido del humor o amor por los lápices de Laurielle. No dejéis pasar El Vosque (podéis leerlo gratuitamente en su web) y, en este caso, Jaleo Real y Carbonilla porque son una delicia y además muy económica (7 euros y 3,5 euros respectivamente).