Cada cómic o libro que Sergio S. Morán publica es, para mi, una obligación, así que no podía dejar pasar de largo La Tangente uno de los (miles) de proyectos que Sergio tiene entre manos, que ilustra Izarbe Pajuelo y que edita Fandogamia.

La tangenteLa tangente     
Edición original: La tangente ESP
Fecha de edición: septiembre de 2023
Guión: Sergio S. Morán
Dibujo: Izarbe Pajuelo
Color: Izarbe Pajuelo
Formato: Rústica, 96 páginas. Color.
15€

Art, Ed y Trix son tres expertos ladrones internacionales especializados en robar pan. También son los elegantes líderes de una guerra contra las criaturas que amenazan el palacio submarino. Y también son los héroes revolucionarios contra la invasión de un pacífico reino oriental habitado por animales antropomórficos. Nuestros tres protagonistas pueden ser muchas cosas. Infinitas. Y la Tangente, una nave interdimensional inteligente, los buscará en todas esas realidades con el objetivo de reclutarlos para una misión importantísima. Que no es capaz de recordar.

Hace unos adquirí la fea costumbre de disfrutar muchísimo con las historias de Sergio S. Morán, así he pasado por esas maravillas que son Enseñanza Mágica Obligatoria, Justice TV, El Vosque (sin duda la mejor) que también me llevó a seguirle en sus aventuras literarias en la saga Parabellum o El Lingotazo, y de hecho la producción de Sergio es tal que aún tengo pendientes de recibir Diccionario de Fantasía y alguna otra que obra más que aún tengo pendiente de leer. Me he convertido en un “moraner” y eso me lleva a no querer leer sus proyectos online (que podéis encontrar en la web de El Vosque o en Ehtío.es la web donde nació La Tangente, el cómic realizado junto a la jacetana Izarbe Pajuelo que este mismo año ganó el III Concurso de Cómic contra la violencia de género amén de participar en varios fanzines aragoneses antes de comenzarse a curtir junto a “Morán y sus locuras”.

La Tangente nos presenta a tres personajes principales; Trix, una mujer que parece que dará mucho que hablar… o escuchar, porque desde el principio nos la definen como “charlatana” y lo cierto es que da muestras de ello, Arturo Centeno, Art, y el Conde de Edward de Sandwich, juntos asaltan una multinacional que monopoliza la venta y consumo de pan a nivel global. Cuando están cerca de lograr su objetivo… la Tierra explota. Un buen cliffhanger que se resuelve rápidamente cuando vemos despertar a nuestros protagonistas a bordo de una nave espacial comandada por un ser que adopta el aspecto de un perro corgi para comunicarse más cómodamente y enviar a nuestros héroes desde la tangente a los diversos universos alternativos de su interés (del del corgi) por lo que los veremos pasar por distintas vidas, tomando el control del cuerpo de sus versiones alternativas y sumergiéndose en cada una de las historias de ese universo mientras intentan averiguar los plantes del corgi.

Sergio S. Morán es un cachondo, lo siento pero no hay otra forma de decirlo, pero también es un escritor capaz de tocar palos tan diferentes como la fantasía, la ciencia-ficción, el género negro… sin despeinarse y lo cierto es que parece que con La Tangente estaba buscando superarse a sí mismo en creatividad porque no hay más que ver la cantidad de universos, tramas e historias que va a tener que escribir sólo para continuar con la historia que, además, está gratamente rellena de humor, siguiendo el sello del guionista. Un reto que de momento ha solventado más que correctamente en este primer volumen.

Del dibujo se encarga Izarbe Pajuelo una joven jacetana que apenas ha comenzado a dar sus primeros pasos en el mundo del cómic y que seguramente va a hacerse un master durante su estancia en La Tangente y es que Sergio le exige con unos guiones donde premian la narrativa y la imaginación capaz de mostrar diversas versiones de los personajes, antropomorfizados incluso, y logrando salvar la papeleta mientras su trazo va mejorando página a página.

En cuanto a la edición de Fandogamia es una de esas rusticas de batalla con las que la editorial valenciana ha creado la mayor parte de su catálogo.

En definitiva, para mi no hay dudas de que La Tangente merece la pena, mucho, pero es porque son uno de esos “moraners” que andan sueltos por ahí y, como no tengáis cuidado, vosotros también caeréis en la adicción. De hecho, os lo recomiendo.