Cuando en DC cometieron la estupidez de cerrar el sello Vertigo perdieron a la mejor editora que han tenido, Karen Berger, que se fue a Dark Horse a crear el sello Berger Books, Invisible Kingdom fue uno de sus primeros títulos y enseguida fue premiado con un Eisner a Mejor Serie y otro a Mejor Dibujante, lo que habla a las claras del gran trabajo de G. Willow Wilson y Christian Ward.
Invisible Kingdom 2 El límite de todo
Edición original: Invisible Kingdom USA
Fecha de edición: octubre de 2021
Guión: G. Willow Wilson
Dibujo: Christian Ward
Formato: Cartoné, 128 páginas. Color.
Avance del tomo (pdf)
18€
Una vez fueron peones desconocidos de una religión y una megacorporación omnipresente, pero ahora la capitana Grix y la acólita Vess forman el equipo renegado. Están solas en ello, y después de revelar al mundo que Lux y la Renunciación, anteriormente reconocidos como enemigos, están confabulados, también en peligro. Varadas en los confines más letales del espacio, y cuando su única esperanza es el pirata más temido de los anillos de chatarra, Grix y Vess tendrán que luchar por sí mismas, su tripulación y el regalo más valioso y peligroso de todos: el amor.
Con el paso de los meses el recuerdo que guardaba del primer volumen de Invisible Kingdom había ido oscureciéndose, me quedé más con el peregrinaje de la acólita Vess (algo que en una persona tan poco religiosa como yo hizo que se me hiciesen eternas esas páginas) y menos con las escenas de la tripulación de la capitana Grix, aunque por suerte esta segunda entrega, El límite de todo, sí que ha conseguido que todo cuadre tanto en mi cabeza, donde la tengo archivada junto a los (pocos) capítulos de Firefly y a Serenity, como sobre el papel porque G. Willow Wilson y Christian Ward ya se encuentran tan cómodos con los personajes y su ambientación que poco a poco van subiendo el nivel para cerrar este volumen con unas sensaciones que se asemejan mucho a aquellas que tuve mientras veía Firefly por primera vez.
Invisible Kingdom, tal y como está planteada la historia, nos habla de una nave, de un equipo que se conforma a lo largo de los dos primeros volúmenes en los que vemos cómo individuos dispares se van juntando, aquí tenemos un potencial nuevo miembro de la tripulación, precisamente el responsable de secuestrar a la tripulación de la capitana Grix tras el sabotaje de su nave y que a la postre les llevará a enfrentarse de nuevo a Lux cuando éstos les alcancen. Aunque lo que prima en El límite de todo es la relación entre los personajes y en especial entre Grix y Vess, con un secreto de esta última del que iremos sabiendo más conforme avanza la trama.
Lo cierto es que G. Willow Wilson parece haber dado un giro, quizás no de 180º, en relación a lo que vimos en En el camino y lo que sucede aquí, haciendo que la trama pase a ser algo más íntima, pero aún enamorando al lector con la riqueza de un universo que parece muy prometedor, habrá que ver hacia donde acaba yendo la trama pero de momento estamos en un punto en el que nos podemos esperar cualquier cosa y donde el grupo está perfectamente conformado y listo para afrontar, cómo no, el intrigante cliffhanger final.
Gran parte del éxito de Invisible Kingdom, que recordemos ganó dos Premios Eisner a mejor serie regular y mejor dibujo, es culpa del gran trabajo de un Christian Ward que no sólo nos traslada a nuevos y futuristas mundos sino que además hace un enorme esfuerzo para que las razas alienígenas que protagonizan este título no sólo tengan sus rasgos propios y definidos sino que además tengan expresiones, lo que para muchos dibujantes no es sencillo siquiera cuando utilizan a seres humanos como protagonistas. Un enorme trabajo.
En cuanto a la edición de Astiberri no hay pega alguna, es una edición impecable y de calidad, aunque empiezo a estar cansado de tanto tomo en tapa dura (¡me estoy quedando sin espacio de almacenamiento en casa! ¡Otra vez!).
En definitiva, si tras el final del primer volumen de Invisible Kingdom tenía alguna duda sobre si continuar la serie con El límite de todo han solventado todas mis dudas. Continuaré.
A ver, yo entiendo que estafa es cuando te quedas tú el dinero, no cuando el dinero es un donativo…