No nos vamos a engañar, aunque algunos se empeñen en afirmar lo contrario el género de los musicales ya vivió sus mejores tiempos. La edad dorada del musical quedó muy atrás, con inolvidables canciones y bailes coreografiados, pero aún hoy aparecen joyas cantadas que nos vuelven a recordar que los musicales. No son comparable, sin embargo, “West Side Story“, “Cantando bajo la lluvia“, “El mago de Oz” o “Sombrero de copa” con “La La Land“, “Moulin Rouge“, “Elvis“, “Mamma Mia!” o “El Gran Showman” pero, oye, que estas películas musicales del siglo XXI no están nada mal.
“El Gran Showman” (“The Greatest Showman on Earth“) es una película musical dirigida por Michael Gracey, a partir del guión de Michael Arndt, Jenny Bicks y Bill Condon, protagonizada por Hugh Jackman, Michelle Williams, Zac Efron, Zendaya, Rebecca Ferguson, Diahann Carroll y Fredric Lehne, entre otros, que nos contaba la historia de Phineas Taylor Barnum, un visionario, un emprendedor nato que salió de la nada para crear un fascinante espectáculo, “Ringling Bros. and Barnum & Bailey Circus“, que se convirtió en una sensación mundial y que fue conocido como “El mayor espectáculo de La Tierra“. Una historia real, la del empresario de variedades P. T. Barnum y la del más grande y famoso de todos los circos de los EE.UU., que estuvo en activo desde 1871 hasta 2017, ininterrumpidamente. Sin embargo, la película omite los claroscuros de Barnum, y que detrás del personaje hay episodios turbios, que no era todo luz y amor, sino que también era un explotador, un aprovechado, un tipo mezquino centrado en su negocio, a costa de todo y de todos. Pero con el rostro de Hugh Jackman eso es imposible.
“El Gran Showman” es un biopic, el de P. T. Barnum, y la historia de un pintoresco grupo de artistas circenses y freaks que intenta encontrar su lugar en el mundo, pero sobretodo es un musical. Puro entretenimiento. Un musical repleto de canciones poperas muy pegadizas, vestuarios coloristas cargados de plumas y terciopelo, coreografías extravagantes dignas de Broadway y mucha purpurina. Todas las canciones escritas y compuestas por Benj Pasek y Justin Paul. “This is me” en concreto, un himno y un canto a la superación interpretado por la mujer barbuda Keala Settle, ganó el Globo de Oro a la mejor canción y fue nominada al Oscar (que se llevó “Recuérdame” de “Coco“). La película fue un éxito (costó 84 millones y recaudó más de 420), pero también lo fue su banda sonora, con más de 5 millones de copias vendidas.
A ver, la de abogados cristianos (me la agarras con la mano) me parece tan estúpido... en fin, además ahora,…