Panini publica el séptimo volumen de la serie más salvaje del momento, Crossed, en la que narra las peripecias de los supervivientes de un mundo asolado por un virus extraño y de origen desconocido que convierte a las personas en “cruzados”, individuos que no dudan en mostrar el lado más cruel y repelente del ser humano. Dos arcos completos con historias no aptas para estómagos débiles.

Crossed 7
Edición original: Crossed USA
Guión: Garth Ennis, David Lapham, Simon Spurrier
Dibujo: Raulo Caceres, Miguel Ruiz
Color: A color
Formato: Libro cartoné, 208 págs. Color.
Precio: 19,95€

Un antropólogo lidera el grupo de supervivientes que se enfrentarán a una clase diferente de Cruzados. ¿Qué ocurre cuando un traidor a la raza humana se pone del lado de la horda homicida? Una nueva pesadilla ha nacido en el universo de Crossed.

Lo cierto es que Crossed es una franquicia longeva y lucrativa para su editorial, Avatar Press, desde que empezó allá por 2008, de la mano de Garth Ennis y Jacen Burrows. Ha contado con varias series, minis y spin off y un libro. Se rumorea lo de una serie de TV, pero a ver que canal es el guapo en adaptar tantas barbaridades a la pequeña pantalla. La primera serie tuvo 10 números a cargo de sus creadores y fue un comienzo magistral, un punto de partida perfecto para que un buen puñado de autores se subieran al carro en siguientes series.  Valores Familiares, Psicópata (ya publicados), las aún inéditas Wish you were here, Dead or Alive, y la que actualmente está publicando Panini, Badlands, que cuenta con la friolera de 100 números. No me olvido del número especial en 3D, o la irrupción de Alan Moore en +100, serie de 18 números de la que actualmente Avatar ha sacado otro derivado. Son muchos números, por lo que hay tomos para rato.

En este Volumen 7 se nos ofrecen ocho cómics divididos en dos arcos, y una pléyade de dibujos y portadas alternativas. Creo que no están todas las que son, pero hay que reconocer que son muchísimas variantes las del cómic americano, más del espacio asignado por Panini para que el libro en tapa dura no supere los 20 euros.

El primer arco, Colaboracionista, comprende los números USA 29 a 32. Un antropólogo hace lo que sea para sobrevivir en medio del caos, y si eso significa colaborar con los cruzados, le vale igual. Smokey es un cruzado que demuestra tener unos objetivos e inteligencia poco comunes en comparación con el resto de infectados. La historia, con guion de Christos Gage y dibujos de Christian Zanier, es muy entretenida y se corta en mostrar la depravación de los infectados. Recuerda vagamente a la película Land of the dead (La tierra de los muertos vivientes) de George A. Romero, en la que un zombi, también afroamericano, demostraba cierta inteligencia en su ataque a los seres humanos.

En el segundo arco, del 33 al 36 USA, regresa uno de los habituales guionistas de la serie, David Lapham, para continuar la historia de Amanda, que se nos venía relatando en el volumen 6 y en el 3 (Psicópata). La susodicha está completamente desquiciada, resultado un peligro para cualquier superviviente que se cruce en su camino.

Como siempre, las dosis de sangre y sexo explícitos están servidas, pero más allá de este aspecto visual, que bordan los dibujantes contratados para la serie, hay una feroz crítica al comportamiento humano en cualquiera de sus representaciones. Lapham nos presenta a unos cruzados religiosos, que condenan el sexo, pero no se cortan en desmembrar y mutilar para demostrar su fe. Y Gage con su colaboracionista nos enseña otra faceta del ser humano, que es la de destruir para seguir sobreviviendo.

En este primer arco se vaticina el futuro de Crossed +100, y las anotaciones del antropólogo son reveladoras para el devenir de la serie y entender que el caso de Smokey no es el único y los cruzados se organizarán de alguna manera para continuar siendo el azote de los humanos.

No hace falta decir que esta adictiva serie es para adultos (como casi todas de Avatar) y que contiene escenas que pueden herir sensibilidades. El gore y el sexo más sucio tienen su espacio, y casi se podría decir que todo lo habido y por haber censurable por cualquier otra editorial ha tenido su hueco en algunas de sus páginas. Pienso que por muy provocador que pueda parecer este serial, series tan sinceras y auténticas como esta y que dan tanto que pensar, no abundan mucho en el panorama comiquero actual. Porque ya lo decía un personaje escrito por Garth Ennis en la serie primigenia: Nunca vi a un cruzado hacer algo que no se le pudiera haber ocurrido antes a un humano. Nada que no hubiera pensado un humano. Nada que un humano no hubiera hecho.

Gran serie. Y muy entretenida.