Todo héroe que quiera ser merecedor de este nombre debe, en algún momento de su trayectoria, enfrentarse a un reto que ponga a prueba sus límites y salir victorioso. O doblegar a un antagonista que le supere en fuerza y número. Así sucedía con personajes clásicos como Gilgamesh, Hércules, Jasón, Aquiles, Simbad, Leónidas, Perseo, Beowulf, Robin Hood, o El Cid,… Y tal y como nos conto M. Night Shyamalan en “El Protegido”, todo villano que quiera ser digno de elogio por sus semejantes debe tener enfrente a un héroe poderoso a quien medirse, la horma de su zapato, una referencia para poder establecer su grandeza real y la dimensión de sus ambiciones. Vamos, que todo Ra’s Al Ghul necesita su Batman.
Ra’s Al Ghul, el cerebro criminal conocido como la Cabeza del Demonio, aterrorizó al mundo civilizado durante siglos. Mientras gobernaba su letal Liga de Asesinos con mano de hierro, manipuló a la humanidad para obtener sus siniestros fines y empleó sus milagrosas Fosas de Lázaro para devolver la vida una y otra vez a su envejecido cuerpo. Solo hubo un hombre que le impidió hacerse con el dominio absoluto: Batman, el héroe que truncó sus planes… y robó el corazón a su amada hija Talia.
Cuando el cuerpo de Al Ghul quedó destruido, Batman creyó que tanta maldad había muerto definitivamente; no obstante, el espíritu del Demonio sigue vivo… ¡y quiere que su nuevo anfitrión sea Damian, el testarudo hijo de Talia y el Caballero Oscuro! Ahora, Batman y su familia de justicieros adoptivos, esto es, Robin y Nightwing, deben recorrer el mundo entero para salvar al muchacho y poner fin al diabólico plan de Ra’s al Ghul… mientras Talia y el sombrío personaje llamado Senséi libran una guerra para hacerse con el puesto del Demonio.
“¿En un cómic sabes cómo se nota quién va a ser el malvado? Es justamente el opuesto del héroe y la mayoría de las veces son amigos, como tú y yo. Debí comprenderlo hace mucho tiempo”. Samuel L. Jackson en “El Protegido” (M. Night Shyamalan, 2000).
Ra’s Al Ghul, la Cabeza del Demonio, líder fundador de la Liga de los Asesinos, es uno de los villanos más importantes del panteón de enemigos del Hombre Murciélago, un escalón por debajo del lunático e irreverente maníaco homicida Joker. O dicho de otra manera y observando los conceptos desde otra perspectiva, Batman es el principal antagonista de Ra’s al Ghul, un villano ideado por el guionista Dennis O’Neil y el dibujante Neal Adams a mediados de 1971 para la colección regular del superhéroe de DC Comics.
Ra’s Al Ghul es un personaje con muchas influencias de la cultura popular de los años treinta, el pulp y las ‘dime novels’ de encuadernación sencilla, precios asequibles y de consumo inmediato, repletas de ciencia-ficción, horror, suspense, acción, romance, fantasía y aventuras. Es una versión dibujada del Fu Manchú de Sax Rohmer al que Liam Neeson cedió su rostro para su aparición cinematográfica en “Batman Begins“, la primera película de la trilogía de Christopher Nolan sobre el Caballero Oscuro.
Habitual de los cómics de Batman, aunque no nos extenderemos aquí a enumerar todas las apariciones y los enfrentamientos con Batman, podemos concluir que Al Ghul es uno de los villanos más reconocidos y apreciados de las series del Hombre Murciélago por parte de los aficionados y lectores habituales de las aventuras del héroe de Gotham City, un personaje inteligente y carismático, aunque retorcido y cruel, un idealista que lucha por liberar el planeta de la enfermedad que lo consume, un ‘ecoterrorista’ que recorre a métodos expeditivos para alcanzar sus objetivos, y que nunca ha parado de desafiar con nuevos y despiadados planes al Caballero Oscuro.
Él es su opuesto, aunque quizás esta no sería la definición más exacta para describir su dualidad casi gnóstica, la relación entre Batman y Ra’s. ¿Polaridad? ¿Desdoblamiento? Ra’s al Ghul sería más bien una simetría especular de Batman o una copia oscura, pues el Hombre Murciélago es un héroe que lucha contra el crimen en precario equilibro sobre el filo de la navaja que separa el bien del mal, al loco del cuerdo, a la luz de la oscuridad, un hombre atormentado por un drama de su infancia, que se enfrenta contra el crimen y la inseguridad con violencia y sin ofrecer a los villanos un juicio justo, y son muchos los aspectos que le asemejan a Ra’s al Ghul. Quizás demasiados. Es por ese motivo que Al Ghul creyó encontrar en Batman a su sucesor y se vio obligado a combatirlo una y otra vez cuando éste se negó a compartir sus crueles métodos para alcanzar el poder y modelar el mundo a su antojo.
“Batman: La resurrección de Ra’s Al Ghul” (“Batman: The Resurrection of Ra’s al Ghul”) es un crossover de ocho números (que recoge los cómics “Batman” 670 y 671, “Robin” 168 y 169, “Nightwing” 138 y 139, y “Detective Comics” 838, 839 y 840, así como “Batman Annual 26” y “Robin Annual 7”) ideado por el guionista escocés Grant Morrison para DC Comics, publicado entre los años 2007 y 2008, protagonizado por Batman y con la primera aparición de Ra’s Al Ghul desde “Batman: La muerte y las doncellas” (“Batman: Death and the Maidens”) de Greg Rucka y Klaus Janson del año 2003, cuando parecía que el villano había fallecido definitivamente con la destrucción de todas las Fosas de Lázaro, las cavidades excavadas en puntos de confluencia energética que devuelven la vida a los moribundos donde Al Ghul se recuperaba siempre de sus derrotas.
Este volumen, una espectacular aventura del Caballero Oscuro firmada por un nutrido elenco de guionistas con Grant Morrison al frente, como Paul Dini, Peter Milligan, Fabián Nicieza o Keith Champagne y dibujantes como Tony S. Daniel, Ryan Benjamin, Freddie E. Williams II, Don Kramer, David López, David Baldeón, Dustin Nguyen, Jason Pearson y Carlos Rodríguez, resume los orígenes y motivaciones de este ser inmortal que, una vez más, se ha liberado de las garras de la parca y que esta vez no solo pretende dar caza al Cruzado de la Capa, sino también a Damian Wayne, hijo biológico de Bruce Wayne y Talia Al Ghul y, por lo tanto, nieto del megalómano malvado. Su objetivo es tan simple como despiadado: su nieto Damian debe realizar el fin último al que había sido destinado desde su nacimiento, que es servir de cuerpo para el renacimiento de Ra’s Al Ghul. Pero, por supuesto, ni Batman ni Talia van a permitir que el cuerpo y el alma de su hijo sirvan a los retorcidos propósitos del villano y, aunando fuerzas con personajes sobradamente conocidos por los lectores como Robin, Nightwing o Alfred, se embarcarán en una lucha contra reloj a través del mundo repleta de acción a raudales y combates legendarios para rescatar a Damian de las garras del lunático en la ciudad perdida de Nanda Parbat.
Este “Batman: La resurrección de Ra’s Al Ghul” recopilado en un único volumen en marzo del 2015 por
El Catálogo del Cómic Ediciones recoge uno de los arcos argumentales más destacados de la etapa de Grant Morrison como guionista regular de Batman, muchos años después de su incursión al universo atormentado del vigilante nocturno con el thriller psicológico “
Batman. Asilo Arkham: Un lugar sensato en una tierra sensata” con
Dave McKean y justo después de sus “New X-Men” de Marvel Comics, donde es fiel a su premisa: su Batman está lleno de referencias a la historia del personaje, desde sus orígenes hasta la Silver Age, pasando por los oscuros años noventa, sin olvidar ni la fantasía ni la faceta más detectivesca del Mejor Detective del Mundo. Lamentablemente, está considerado como el peor trabajo del guionista escocés para la franquicia.
Y posiblemente lo es. La publicación integral de “Batman: La resurrección de Ra’s Al Ghul” permite comprobar que es un crossover caótico, en el que convergen demasiadas manos, dibujantes y guionistas de cuatro cabeceras diferentes, y demasiados hilos argumentales de pesos muy diferentes. Es evidente que contar la historia desde varios frentes diferentes, con autores distintos sentados en sus respectivas sillas y dando respuesta a sus parcelas particulares, otorga una paleta de colores variada al conjunto pero la historia adolece de falta de homogeneidad y coherencia en el dibujo, y que la narración avanza a trompicones de cabecera en cabecera, desde “Batman” a “Robin”, de “Nightwing” a “Detective Comics”. No se puede tener todo.
Respecto al confuso desarrollo de la historia, parece que el regreso del maquiavélico villano obsesionado por la vida eterna a la galería de antagonistas del hombre murciélago fuese suficiente para justificar todo lo que nos cuentan. Por un lado un Ra’s Al Ghul renacido pero encerrado en un cadáver andante y putrefacto que se va cayendo a pedazos con el paso de las páginas, que ha perdido el juicio y actúa como un demente en busca de su nieto. Por el otro un Batman que ejerce de héroe, vengador, detective, marido, padre adoptivo y tutor, desbordado por los acontecimientos que rodean a su eterno enfrentamiento con Ra’s Al Ghul. Por otro la Batfamilia, con las apariciones de Robin y Nightwing y su relación tirante (por no decir abiertamente violenta) con Damian Wayne, nieto del villano e hijo del héroe. Estos conflictos ‘familiares’ quizás son lo mejor de todo el crossover. Al cóctel de Morrison se le añaden algunos personajes secundarios con motivaciones ocultas, villanos inesperados que obligan a establecer alianzas antinatura, alguna sorpresa argumental y un epílogo de Paul Dini y Dustin Nguyen muy acertado, un broche final que da lustre al conjunto, para que la rueda pueda seguir girando.
En conclusión, es un hecho compartido por los lectores y seguidores habituales de Batman que el paso de Grant Morrison por la serie regular del Hombre Murciélago ha sido un soplo de aire fresco para el personaje, que ha renovado y rejuvenecido a un héroe que necesitaba un cambio de rumbo. Dentro de todo recorrido hay altibajos, y posiblemente “Batman: La resurrección de Ra’s Al Ghul” sea uno de ellos, aunque sigue siendo una lectura entretenida, con acción a raudales y combates épicos. Y con el sello Morrison… que aunque sea un trabajo menor, siempre será una obra firmada por uno de los mejores guionistas del medio.
Batman: La resurrección de Ra’s Al Ghul.
Dibujantes: Carlos Rodríguez, David Baldeón, David López, Don Kramer, Dustin Nguyen, Freddie Williams II, Jason Pearson, Ryan Benjamin y Tony S. Daniel.
Guionistas: Fabián Nicieza, Grant Morrison, Keith Champagne, Paul Dini y Peter Milligan.
Edición original: “Robin” 168 y 169, “Detective Comics” 838 a 840, “Batman” 670 y 671, “Nightwing” 138 y 139, “Batman Annual 26”, “Robin Annual 7” Editorial: ECC Ediciones
Fecha de publicación: Marzo de 2015
ISBN: 9788416303892
Formato: Cartoné. Color.
Páginas: 288
Precio: 28,50 euros
A ver, yo entiendo que estafa es cuando te quedas tú el dinero, no cuando el dinero es un donativo…