El tiempo ha demostrado que Margaret Thatcher, una política que rompió todas las barreras de género y clase para convertirse la mujer más poderosa en un mundo dominado por hombres, fue lo peor que le pasó a Gran Bretaña en los últimos dos siglos. Y a Europa, pues un montón de políticos mediocres quisieron seguir su ejemplo. Para algunos la Dama de Hierro fue una de las grandes figuras europeas de la segunda mitad del siglo XX, pero esta conservadora arrogante que apostó por un liberalismo económico voraz fue un martillo contra las clases más débiles y una pluma contra las clases altas. Una cobarde con perlas y laca. Cuando Margaret Thatcher murió, en abril de 2013, su féretro cubierto de rosas blancas recorrió entre aplausos el centro de Londres pero en muchos pueblos lejos de la capital británica su muerte se celebró con rondas de whisky y la promesa de que su alma se iba a pudrir en el infierno.
“The Full Monty“, una película británica dirigida por Peter Cattaneo, escrita por Simon Beaufoy y protagonizada por Robert Carlyle, Mark Addy, Paul Barber, Steve Huison, Hugo Speer y Tom Wilkinson, nos presenta a un grupo de hombres que se encuentran en el paro a causa de las políticas neoliberales derechistas de Margaret Thatcher, que había puesto en su punto de mira a la industria siderúrgica. El cierre de una fábrica de acero de Yorkshire les deja sin trabajo y uno de ellos, Gaz, perderá la custodia de su hijo si no consigue dinero para pagar la pensión de sustento familiar a su mujer. Se le ocurre una solución a la deseperada: formar un espectáculo de striptease con otros compañeros en su misma situación, con la esperanza de ganar algo de dinero. Robert Carlyle como Gaz, Mark Addy como Dave, Lesley Sharp como Jean, Hugo Speer como Guy, Paul Barber como Horse, Steve Huison como Lomper y Tom Wilkinson como Gerald, un grupo de desempleados, humildes, divertidos, intrépidos y relientes de la ciudad industrial de Sheffield, nos ofrecieron uno de los striptease más divertidos, y menos seductores, de la historia del cine.
Nominada a cuatro Oscar, y ganadora de la estatuilla dorada a la mejor banda Sonora, “Full Monty” sigue siendo una de las comedias británicas más emblemáticas y más recordadas de los años noventa y una de las películas, junto a “Billy Elliot” o la filmografía entera de Ken Loach, que mejor puso supo explicar las consecuencias de las políticas draconianas de la denostada Dama de Hierro. Con humor, con buena música, con ritmo, bailes con barrigas cerveceras y sin ser lacrimógenos. Un buen ejercicio de memoria cuando los neoliberales, ahora con la máscara de la ultraderecha, siguen insistiendo en imponer sus duras políticas económicas en todo el mundo.
A ver, la de abogados cristianos (me la agarras con la mano) me parece tan estúpido... en fin, además ahora,…