Hay discrepancias sobre cual es el mejor álbum de Superlópez, aunque la mayoría coincidimos que lo mejor se ubica en la primera etapa, y entre las diez primeras aventuras creadas por Jan y Efepé. Muchos señalan “El Señor de los Chupetes” como la mejor, un parodia de “El Señor de los Anillos” de J.R.R. Tolkien con chupetes de color negro en lugar de anillos de poder. Entre los favoritos asoman también las dos entregas del Supergrupo, tituladas “El Supergrupo” y “¡Todos Contra Uno, Uno Contra Todos!“, donde el Capitán Hispania, El Bruto, La Chica Increíble, Latas y El Mago se unen a Superlópez en el pecho para formar un grupo de héroes poderosos que parodia a Los Vengadores de Marvel Comics y los tópicos del género. “La Semana Más Larga…“, “La Gran Superproducción“, “Los Alienígenas” o “Los Cabecicubos” también se suelen mencionar a menudo cuando se intenta dilucidar el mejor de los trabajos. Y, por supuesto, en ninguna lista de las mejores historias de Superlópez falta “La Caja de Pandora“, el octavo álbum del héroe publicada por Bruguera en la colección Olé, donde Superlópez se ve empujado a formar parte de un juego entre dioses de todas las mitologías universales y los distintos panteones divinos, con la mítica Caja de Pandora que contiene todos los males como mcguffin de la historia.
Hablar de Superlópez es, inevitablemente, hablar de Jan. Galardonado en mayo de 2002 con el Gran Premio del Salón del Cómic de Barcelona, que reconocía su trayectoria profesional, y con la Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes en el año 2012 (premio al que renunció), el autor catalán de ascendencia leonesa ha seguido trabajando incansablemente en su entrañable Superlópez desde su creación, en 1973, un superhéroe narigón con bigotillo que vive de incógnito bajo la identidad de un oficinista llamado Juan López y que se ha enfrentado a los alienígenas y los cabecicubos, a la malvada Lady Araña y al gángster Al Trapone, y que ha viajado por todo el mundo, incluso hasta el centro de la Tierra y a la Luna.
Publicada originalmente en enero de 1984, “Superlópez: La Caja de Pandora” nos cuenta como los dioses buscan la mítica Caja de Pandora, el recipiente que contenía todos los males del mundo y que la primera mujer, creada por Hefesto por orden de Zeus, dejó escapar. Ésta ha caído en manos de Superlópez, pero los dioses que la persiguen no saben que hacer con ella una vez la consigan: unos creen que lo que quedó dentro de la caja cuando Pandora la cerró es la esperanza, y no quieren que la caja se abra, y otros creen que lo que hay dentro es un mal terrible, y por eso quieren abrirla. Superlópez recorrerá el mundo con la caja a cuestas sin saber exactamente que hacer con ella: ¿abrirla o dejarla cerrada? Mientras tanto los dioses, que no son tan perfectos, muestran sus debilidades humanas y la Caja produce mucho ruido y pocas nueces para cerrar la historia con un mensaje más realista que pesimista: nosotros somos los únicos culpables de los males del mundo y no una antigua leyenda griega.
A ver, yo entiendo que estafa es cuando te quedas tú el dinero, no cuando el dinero es un donativo…