Han pasado ya casi 25 años desde que tuve mi primer ordenadore: un Commodore 64, así que os podéis imaginar mi alegría cuando Dolmen anunció la publicación de Recuerdos de Commodore, Javier Couñago, un libro que repasa la mítica historia de una de las mejores empresas de ordenadores de la historia.
Recuerdos de Commodore
Javier Couñago
ISBN: 978-84-16961-10-8
200 páginas
19,95 €
Descubre un mundo de tecnología avanzada en su época…descubre Commodore.
Basado en el trabajo del portal Commodore Spain, este libro te adentra en un mundo de innovación que nunca antes pudiste imaginar en los 80 y 90. Recuperamos el pasado con una visión desde el presente. Lleno de recuerdos en cada una de sus páginas, nadie podía hacer que tu imaginación volara tan alto salvo una marca, un nombre, Commodore.
Han pasado casi 25 años desde que adquirí, de segunda mano, mi primer ordenador personal: un Commodore 64, un ordenador que, para el año que ya era, se quedaba un poco corto en comparación con los PCs pero que me ofreció un sinfín de horas de diversión y que precipitó mi posterior “enganche” al mundo de la informática, ordenadores y frikerías varias. Naturalmente no podía dejar pasar la oportunidad de hacerme con Recuerdos de Commodore, de Javier Couñago, y es que la nostalgia está de moda y la posibilidad de volver a aquellos grandes momentos de la adolescencia donde un ordenador de 64 bits nos deslumbraba es algo irresistible.
Recuerdo pasar muchos grandes momentos discutiendo sobre qué ordenador era mejor: el Commodore 64 o el Spectrum, para mi la duda se resolvía fácil y mucho más aún tras leer Recuerdos de Commodore, y es que el C64 fue una máquina adelantada a su tiempo, como se demuestra en este libro, y que marcó las pautas que se han seguido casi a pies juntillas por la industria de los ordenadores, tablets y smartphones a lo largo de la última década y media. Puede que al final Commodore fuese a la ruina, pero su legado ha perdurado y ha sido adaptado en cientos de inventos que, a día de hoy, están plenamente integrados en la sociedad. Vamos, que su fallo no estuvo en la tecnología, sino en la gestión de su éxito.
Pero recapitulemos, con ese maravillo casete en la portada uno pensaría que Recuerdos de Commodore iba a estar dedicado en exclusiva al maravilloso y sin par Commodore 64 como sucede con ese libro que Noren está tardando en reseñar (sin presión, Jordi, sin presión, jejejeje) y que también ha publicado Dolmen Editorial: El mundo del Spectrum. Pero no, Couñago dedica el libro a analizar TODA la historia de Commodore, no sólo del C64, así que también se nos habla de cada uno de los periféricos que incorporaron los Commodore y Amiga a lo largo de la historia, de las múltiples posibilidades que tenían estas maravillas tecnológicas que dejaban por los suelos al ridículo Spectrum que sólo podía competir en número de juegos, no en potencia, hardware o periféricos (sí, lo sé, es que estoy provocando a Noren). Eso sí, conviene tener en cuenta que Recuerdos de Commodore NO es un repaso exhaustivo a los juegos del Commodore 64, ese libro aún nos lo deben en Dolmen… lo digo para ver si publican un libro así (vamos, que a mi me gustaría mucho que sacasen un “El mundo del Commodore 64”) y es que echo de menos leer sobre los juegos con los que jugué en mi adolescencia (esa maravilla que era el Turricane, por ejemplo).
Volviendo al libro de Couñago os diré que lo he disfrutado muchísimo, ha servido para reafirmarme en mi teoría de que el C64 era una máquina digna del Olimpo, pero también para ver que aún cuando tienes las mejores ideas, la mejor tecnología y los mejores juegos… te la puedes pegar. De verdad, sorprende que Commodore se fuese a la ruina cuando, y viendo la creatividad que les acompañó, a día de hoy deberían estar a la altura de Apple… pero el mercado quiso otra cosa, ya pasó con el vídeo Beta, por ejemplo. Y parece que Couñago tiene una opinión muy similar a la que acabo de expresar y es que tras repasar Recuerdos de Commodore es realmente sorprendente ver todo lo que alcanzó a construirse alrededor de un ordenador, el C64, y sus sucesores como el Amiga.
Como también es meritoria la mastodóntica labor de Javier Coñago y es que no ha debido de ser nada fácil reunir tanta información, incluso con precios de la época, en España y en los USA, como mínimo habrá requerido una ardua investigación.
En cuanto a la edición de Dolmen la verdad es que Recuerdos de Commodore es un libro precioso, con una maquetación retro que enamora y una gran calidad en todos los aspectos.
En definitiva estamos ante un libro para los amantes de una época y de una serie de ordenadores que, aunque nunca gozó del título de “el mejor” entre el fandom de los videojuegos, sí que lo fue. Recuerdos de Commodore rinde un más que merecido memorial a ese legado y os encantará a todos aquellos que tuvisteis un Commodore.
En realidad estamos de acuerdo en lo básico porque lo que dices lo suscribo prácticamente todo. Aquí simplemente es que…