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El cine de los años ochenta no hubiese sido el mismo sin “Re-Animator“, una divertidísima película gore de serie B que adaptaba libremente el relato “Herbert West: reanimador” del maestro del horror H.P. Lovecraft, con buenas ideas y poco presupuesto. Y es que el cine fantástico que llegó después le debe mucho a su fórmula, que busca entretener y divertir sin renunciar a sorprender, asustar y resultar incómodo.

Galardonada en el Festival de Sitges con el premio a la mejor película, “Re-Animator” nos contaba la macabra historia de Herbert West, un excéntrico científico que estudia la regeneración del cuerpo humano que se instala en la Facultad de Medicina de la Universidad de Miskatonic para continuar con sus experimentos que buscan encontrar la fórmula que permita reanimar los muertos. Al ignorar las gravísimas (y peligrosas) consecuencias que traerá el desafiar las leyes de la naturaleza Herbert, su compañero de piso Dan y la novia de éste, Megan, se verán envueltos en una truculenta orgía de horror, sangre (está considerada una de las películas más sangrientas de la historia del cine, con más de noventa litros de sangre falsa)… y humor negro. Que en realidad tampoco tiene mucho de innovador salvo ese tono humorístico pues “El hombre invisible” de H.G. Wells o “Frankenstein” de Mary Shelley ya habían aplicado esta premisa argumental mucho antes: la combinación del científico imprudente y un experimento que sale mal.

Protagonizada por Jeffrey Combs, Bruce Abbott, Barbara Crampton y David Gale, entre otros, “Re-Animator” del director Stuart Gordon (1947 – 2020) es un claro ejemplo del cine de los ochenta: sin límites, sin autocensura, cargado de ingenio y buenas ideas. Dennis Paoli, amigo de la infancia de Stuart Gordon y colaborador en la compañía de teatro Organic Theater de Chicago, escribió el guión. Tan divertida como aterradora, desosegante para los espectadores menos curtidos, aún hoy muchos siguen sin poder olvidar la escena en la que Megan, desnuda y atada a una camilla, grita aterrada mientras el cuerpo decapitado del doctor Carl Hill trata de meterle la cabeza entre las piernas de la chica por la que siente una oculta y enfermiza obsesión. Se dijo que la escena fue la causa del divorcio de David Gale, puesto que la mujer del actor se tomó muy mal la entusiasta interpretación de su marido.

El director y productor Brian Yuzna, amigo y alumno aventajado de Stuart Gordon, se encargó de las dos secuelas oficiales donde no renuncia tampoco al humor, a lo grotesco y a lo explícito, “La novia de Re-Animator” (1990) y “Beyond Re-Animator” (2003). Por su parte Stuart dirigió “From Beyond” en 1986, titulada “Re-Sonator“, de nuevo con Jeffrey Combs y Barbara Crampton como protagonistas, basada también en un relato de H.P. Lovecraft y con producción de Brian Yuzna, aunque no se puede considerar que sea una secuela de “Re-Animator“.

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