El ser humano ha soñado con la inmortalidad desde que tiene uso de razón. La muerte es aún algo irremediable, un destino funesto que espera a todos los hombres y mujeres de este mundo desde el mismo momento de su nacimiento, y de la que todos queremos escapar. El más justo, honesto y equitativo de todos los juicios, que no distingue entre raza, género, religión, estatus económico o social. Más tarde o más temprano, pero la Parca siempre termina llamando a tu puerta.

Mickey Barnes es un Prescindible, encarnado en la séptima réplica de su cuerpo, que vive (y muere) rodeado de sus colegas colonizadores en Niflheim, un planeta helado y casi inhabitable. Hay quien lo considera inmortal. O tros lo ven como una monstruosidad sin alma. Durante los últimos nueve años ha realizado toda clase de tareas peligrosas y ha sido el conejillo de Indias de experimentos que ponen a prueba los límites de la resistencia humana.
Ha sacrificado su humanidad por un bien mayor. En el transcurso de una misión de reconocimiento, Mickey7 cae herido y es abandonado a una muerte segura. Sin embargo, una especie autóctona de Niflheim lo rescata. Cuando regresa a la base, Mickey7 se topa con su siguiente réplica, Mickey8. Ninguno de los dos está dispuesto a saltar a la recicladora, pero si alguien descubre que existen múltiples Mickeys ambos serán sacrificados… y Mickey9 nunca verá la luz. No obstante, su prematuro hermano gemelo no es el único secreto que esconde Mickey7.
Hace un mes que no sube una copia de seguridad de sus recuerdos, por lo tanto, su clon no tiene ni idea de lo cerca que ha estado de morir ni de su encuentro con los habitantes del planeta. Mickey7 también ignora cómo murieron la mayoría de sus réplicas anteriores, y aquellas muertes que recuerda lo han dejado traumatizado y le han hecho desconfiar de la misión de la colonia. Una misión que hace que se cuestione su moral y su existencia mortal… una vez… y otra.

Nuestro miedo a perecer ha inspirado a numerosas religiones desde el principio de los tiempos, pasando por el cristianismo, el islam, el hinduismo y el budismo, cosa que ha llevado a muchos fieles a creer en la supervivencia del alma después de la muerte y, en algunos casos hasta llegar a la reencarnación. Pero la ciencia es una cosa y la religión otra muy distinta.
No es lo mismo la búsqueda de la inmortalidad que la búsqueda de la eterna juventud, pero en esencia siguen el mismo objetivo: evitar llegar al final. Desde hace algunos años hay científicos del campo de la medicina, la investigación farmacológica, biología molecular o genética que intentan entender el proceso de envejecimiento y hay proyectos científicos que investigan como lograr la anhelada eterna juventud y frenar el deterioro del paso del tiempo. No hablamos, por supuesto, de llevar una vida sana, con una dieta saludable, hacer ejercicio, no beber alcohol y otros hábitos saludables que nos evitaran una muerte prematura.
Todas las especies vivas, animales y vegetales, tenemos un ciclo vital darwiniano, que cumple perfectamente su misión: nacemos, crecemos, maduramos sexualmente, nos reproducimos, y morimos. La muerte forma parte, por lo tanto, de lo que somos.

Mickey7” es una novela del escritor norteamericano Edward Ashton que se construye sobre una premisa tan interesante como sugerente: su protagonista es inmortal. Bueno, no exactamente, y este es parte del interés de la novela, que provoca e interpela directamente al lector: las replicas sucesivas del protagonista son una suerte de ‘vida eterna’ o, por el contrario, solamente el Mickey original retenía las características originales y sus réplicas posteriores son aberraciones sin alma?
El protagonista es Mickey Barnes, un tipo sencillo y sin grandes habilidades que acepta un trabajo como Prescindible para huir de un embrollo en su planeta natal. Como Prescindible, Mickey se encarga de las tareas peligrosas de la misión, y es el conejillo de Indias de los experimentos que ponen a prueba los límites de la resistencia humana. Eso provoca que Mickey se muera. Una vez. Y otra. Y otra. Hasta siete veces a lo largo de varios años. Y con cada muerte de Mickey, un nuevo, saludable e ileso Mickey sale de la recicladora para seguir adelante con la misión de colonización del planeta Niflheim, una bola de hielo, casi inhabitable, en la que unas criaturas indígenas parecidas a gusanos parecen haberla tomado con los recién llegados.
Para acabar de complicar las cosas, durante una misión rutinaria, Mickey7 cae por una grieta y todos lo dan por muerto. Cuando consigue regresar a la base se llevará la inesperada sorpresa de encontrar a alguien durmiendo en su cama: Mickey8.

Hasta el momento, en rigor no puede decirse que la ciencia nos haya acercado a la inmortalidad, y lo único que ha conseguido es alargar algunos años nuestra esperanza de vida. En algunos casos mucho más: la persona más longeva del mundo fue la japonesa Kane Tanaka, nacida en 1903 y que falleció recientemente, en 2022, a la edad de 119 años.
Sin embargo, existe un tipo de ‘vida eterna’ llamada inmortalidad por substitución, por calificarla de alguna manera, sobre la cual podríamos empezar a teorificar. Esa es la propuesta de Edward Ashton en “Mickey7“, en la que la inmortalidad del individuo se consigue mediante la réplica del cuerpo y de la mente de un individuo cada vez que fallece. En este futuro la raza humana ha descubierto una tecnología que le permite descargar toda la información de un ser humano, incluyendo sus conocimientos, pensamientos, recuerdos, emociones, etc…, y almacenarlo para cargarlo de nuevo en una réplica. Sin embargo, aunque el protagonista de la novela pueda renacer de sus cenizas como un fénix, una y otra vez, es igual de mortal que el resto de seres vivos del planeta Niflheim ya que en ningún momento está a salvo de peligros como los depredadores que se esconden bajo la nieve, las enfermedades graves o los accidentes.

La historia de “Mickey7” nos plantea dilemas tan interesantes como que pasa si quieren mantener relaciones sexuales con la misma mujer, que sucede si los dos discuten y tienen opiniones diferentes, cuál de los dos tiene derecho a prevalecer,… y, en resumen, nos invita a ser los espectadores de la curiosa relación entre los dos Mickeys idénticos, a medio camino entre la relación simbiótica en algunos aspectos y la parasitaria en otros. Además la novela de Edward Ashton añade algun elemento extra a la función, como son las formas de vida autóctona del planeta Niflheim y su extraña forma de interactuar con los colonos humanos, o la organización casi militar y las penalidades de la misión de cabeza de puente de colonización, con el severo Marshall a la cabeza.

Este sueño aparentemente utópico de la inmortalidad, que en el caso de Mickey Barnes se alcanza con la réplica sucesiva de un individuo modelo, parece que ya se está estudiando. Algo parecido. Es el proyecto “Rusia 2045” impulsado por el empresario ruso Dmitri Itskov, que consiste en guardar la mente de un ser humano en su totalidad y luego traspasarla a un disco duro, guardando así la esencia, o casi, de un humano para siempre. Y hacer copias. Y más copias. Y llenar un planeta entero de copias de uno mismo. Los dilemas éticos de esta idea son fascinantes, ¿verdad? Pues eso es lo mejor de “Mickey7“: que nos plantea preguntas.

Mickey7
Autor: Edward Ashton
Traducción: Simon Saito
Fecha de publicación: Junio de 2022
ISBN: 978-84-450-1000-6
Formato: 15 x 23 cm. Rústica con solapas
Páginas: 368
Precio: 18,95 euros