A principios de los años setenta se publicó uno de los mangas que más iban a influir en el cómic moderno. Violento, visceral y directo, “Lobo solitario y su cachorro” de Kazuo Koike y Goseki Kojima (“Lone Wolf & Cub” en inglés y “Kozure Ōkami” en su original japonés) nos trasladaba hasta el Japón de finales del siglo XVII y nos contaba, a lo largo de 28 tomos, con más de 300 páginas cada uno hasta sumar un total de 8700 páginas, como el Kogi Kaishakunin Ogami Itto, víctima de un complot orquestado por el poderoso clan Yagyu, se ve obligado a retirarse de sus funciones y, oculto bajo el seudónimo de Kozure Okami, viajará por todo el país como un ronin y asesino. Le acompañará en su destierro Daigoro, su hijo pequeño de tres años, con el objetivo de destruir el clan Yagyū para vengar la muerte de su esposa y su caída en desgracia.
El siglo XVII japonés es uno de los focos principales de atención de la cultura occidental, y empieza con la llegada al poder del primer shogun del clan Tokugawa, Ieyasu Tokugawa, que decidió gobernar desde su castillo situado en Edo, la ciudad que hoy conocemos como Tokio. Durante este periodo de paz, llamado Edo, se cerró y aisló todo el país a cualquier tipo influencia extranjera, y solo la ciudad portuaria de Nagasaki se dejó abierta al comercio exterior. Escrita por Kazuo Koike e ilustrada por Goseki Kojima a lo largo de seis años, “Lobo solitario y su cachorro” nos situa justamente en este exótico periodo del shogunato Tokugawa.
Este épico manga seinen sirvió de inspiración a numerosos artistas occidentales como, entre otros, el dibujante Frank Miller, autor de varias de las cubiertas de la primera edición americana del manga en First Comics, Max Allan Collins en su violenta “Camino a la perdición”, el Usagi Yojimbo de Stan Sakai o Chris Claremont para narrar la profunda relación del mutante Lobezno con Japón. Tampoco Quentin Tarantino se escapa de su influencia. Además el manga tuvo varias adaptaciones cinematográficas, tanto japonesas como norteamericanas, varias series de televisión, y una la secuela “Shin Kozure Ōkami” realizada por Kazuo Koike y Hideki Mori, que sustituyó a Goseki Kojima, fallecido el año 2000. La viuda de Kojima dio su consentimiento. También hay un spin-off, “Asa, el ejecutor“, protagonizado por un secundario de la historia original.
Pues yo recuerdo está película con mucho cariño. Quizás no llegue al nivel de Toy Story o Gremlins pero... ¿qué…