Siempre es un placer encontrar una obra que cuenta una historia, pero no la explica toda, y deja que sea el lector, con ayuda de pequeñas pistas que el autor va dejando desperdigadas por el relato, el que rellene los huecos. Si para mi cualquier cómic de Enrique Fernández ya tiene, de partida, el listón bien alto con “Limbo Hotel” puedo confirmar que lo ha superado.
El Limbo Hotel era el sueño de la vida de Cory y Kein. Transformaron con sus propias manos el pequeño pueblo costero abandonado en un negocio próspero y alegre, siempre abarrotado de huéspedes que venían de todas las partes del mundo. Pero todo cambió el día que ella murió, dejando a Kein solo, derrotado y al cargo de mantener vivo ese sueño. Desde entonces no ha vuelto a llegar ningún cliente a este remoto paraje. Solo la llegada por accidente de Aiden ha roto la racha sin visitas de los últimos años.
Limbo Hotel es el lugar donde sucede la historia de Kein y Aiden. En un lugar indeterminado en mitad de ninguna parte, quizás con aromas a campiña irlandesa, un viejo manco y amargado y un pequeño huérfano se verán obligados a construir una vida en común. Una vida que levantará sus muros sobre unos cimientos desnivelados y quebradizos, a causa de una terrible desgracia del pasado que impedirá que su humilde hogar sea una construcción firme. Al más mínimo desencuentro, a la menor crisis, sus frágiles paredes se agrietaran y todo se vendrá abajo.
El Limbo Hotel del título era el sueño de Cory y Kein, el lugar en el que este matrimonio puso todos sus esfuerzos y esperanzas, pero la desgracia se abatió sobre ellos y la muerte se llevó a Cory. Kein se quedó solo, y Limbo Hotel cerró sus puertas. La sombra se abatió sobre el lugar, y sobre el alma del desconsolado amante, que siguió viviendo casi por obligación. La tediosa rutina se repite un día tras otro: limpiar, barrer, sacudir el polvo, cuidar del huerto, pescar, jugar al Scrabble con las ovejas,… Ni siquiera la inesperada llegada del pequeño Aiden cambiará nada. Donde hay oscuridad no puede volver a brillar la luz. Ni tampoco lo conseguirán los extraños espíritus de las tareas cotidianas (una araña, un mantel, un faquir, un boxeador,…) que pueblan el lugar y acompañan al pequeño Aiden en sus quehaceres diarios, encabezados por un peculiar cuervo negro con muchas cosas que contar.
Creo que en más de una ocasión hemos manifestado por aquí nuestra devoción por Enrique Fernández. Guionista, animador, ilustrador y dibujante, un autor al que ya conocíamos en ViaNews por sus trabajos en “La Isla sin Sonrisa“, “Nima“, “Aurore“, “Libertadores“, “El Mago de Oz” y “Brigada“, entre muchos otros, y al que seguimos desde hace años. Nacido en L’Hospitalet, dejó la metrópoli catalana para mudarse a la Garrotxa, un territorio de pasado volcánico con unos paisajes impresionantes, de una naturaleza muy viva y exuberante, que no tengo ninguna duda que ha influido en su estilo de dibujo, pictórico y colorista. El color es, quizás, uno de los aspectos más impresionantes del trabajo de Enrique Fernández, y su peculiar paleta de colores de gouache, esa valiente elección del cromatismo para ilustrar sus historias, su original y muy personal uso de la luz y las sombras, no deja a nadie indiferente. Para bien, por supuesto. En “Limbo Hotel” los colores verduzcos para los prados y grises para los cielos, además de los tonos ocres, pardos y marrones de la casa de huéspedes abandonada, contrastan con el pelo rojizo del pequeño y vivaracho Aiden, de ojos grandes y curiosos.
Además, en esta obra Enrique Fernández prescinde tanto como puede del texto. Alguna onomatopeya desperdigada, estratégicamente dispuesta, pero no hace falta que las palabras nos cuenten lo que vemos que está pasando. No es necesario. Las miradas de Aiden, que virarán progresivamente al resentimiento y el desprecio por su padre adoptivo, y los ojos del adusto anciano que viven perdidos en la nostalgia y la tristeza, ya nos dicen todo lo que sucede sin que sea necesario un cuadro de texto o un bocadillo de pensamiento.
“Limbo Hotel” es un cómic que ha visto la luz gracias al mecenazgo de Spaceman Project, un modelo de edición de cómics de financiación colectiva que merece la pena destacar, pues los responsables eitoriales prometen condiciones económicas dignas para los autores, así como un soporte en la edición, impresión y distribución de la obra. En concreto el mecenazgo de “Limbo Hotel“ se impulsó en cuatro idiomas (castellano, inglés y francés) que se lanzó en octubre de 2021, cuya financiación empezó con el objetivo de conseguir 20.000€ y cerró su campaña de crowfunding con 1035 generosas aportaciones que sumaron un total de 37.050€, muy por encima de la cifra prevista inicialmente.
Limbo Hotel
Autor: Enrique Fernández
Formato: Cartoné. Color.
Fecha de publicación: Noviembre de 2023
ISBN: 978-84-18380-94-5
Páginas: 72
Precio: 18,00 euros
Pues yo recuerdo está película con mucho cariño. Quizás no llegue al nivel de Toy Story o Gremlins pero... ¿qué…