Hay obras que permanecen en el corazón de los lectores para siempre. Son clásicos intemporales que albergan en su seno muchas lecturas posibles, desde las más sencillas e infantiles hasta las más complejas y adultas, que cada generación ha ido descubriendo por su cuenta, y lo seguirá haciendo. “El Mago de Oz” de Frank L. Baum es una de ellas, gracias también a la adaptación cinematográfica musical de Victor Fleming. Uno no elige la eternidad sino que es la eternidad la que le elige a uno, y el maravilloso mundo de Oz es eterno.

El historietista Enrique Fernández, en colaboración con el guionista David Chauvel, ofrece su versión de la creación más célebre de L. Frank Baum. Gracias a este integral, redescubrirás el mundo mágico de Oz. Dorothy, que aparece en un mundo desconocido tras un fuerte tornado, se dirige hacia la Ciudad Esmeralda en busca del gran mago de Oz. Solo él puede ayudarla a regresar a Kansas con su tía Em. De camino, la joven conoce a un espantapájaros sin cerebro, a un hombre de hojalata y a un león cobarde, que serán una valiosa compañía.

El maravilloso mago de Oz” (“The Wonderful Wizard of Oz“) es una de las obras maestras de la literatura infantil de todos los tiempos. Escrita por Frank L. Baum (1856-1919) e ilustrada por W. W. Denslow, fue publicada por primera vez por la George M. Hill Company en Chicago en 1900. Fue un éxito instantáneo, vendiendo diez mil ejemplares en sus primeros ocho meses, desde entonces ha contado con decenas de ediciones en decenas de idiomas distintos. El paso del tiempo no ha hecho mella en este relato cargado de fantasía y humor, de manera que mantiene su vigencia como clásico de la literatura y conserva intacta toda su frescura y atractivo originales. Tiene más de ciente veinte años y se puede leer mejor que algunas obras escritas hace una década. Como decía el autor en el prólogo de la primera edición, allá por el 1900, “Teniendo esto presente, he escrito el cuento de El maravilloso Mago de Oz, con el único propósito de entretener a los niños de hoy en día. Pretende ser un cuento de hadas moderno en el que se conserven el sentido de lo maravilloso y la alegría, evitando así las situaciones dolorosas y las pesadillas.” Y sin duda lo consiguió.

Este libro, como casi todo el mundo sabe, nos cuenta las peripecias de Dorothy de Kansas y su perro Toto, del Espantapájaros, del Leñador de Hojalata y del León Cobarde en su camino por el camino de baldosas amarillas desde el país de los Munchkins hasta la Ciudad Esmeralda, donde esperan conseguir del Gran Mago de Oz la realización de sus deseos: el regreso a casa de la pequeña Dorothy, un cerebro para el Espantapájaros, un corazón para el Hombre de Hojalata y valor para el León Cobarde. A lo largo del viaje los cuatro tendrán que afrontar numerosos peligros que les llevarán a tomar sus propias decisiones y a encontrar, dentro de ellos mismos, aquello que ansiaban tener y creían no poseer.

El maravilloso mago de Oz” contó con trece secuelas escritas por el mismo Baum y más de veinte de Ruth Plumpley Thompson, tres de John R. Nail,… y muchísimas más, además de adaptaciones cinematográficas varias, teatrales, y también en forma de cómic. La más destacada de todas es, sin duda, la versión cinematográfica de Victor Fleming, que contó con la actriz Judy Garland para interpretar a Dorothy y dar voz a las conocidas canciones de Harold Arlen y E. Y. Harburg y danzar las coloristas coreografías de Bobby Connolly. Quizás este musical sea más conocido que el propio libro de Frank L. Baum. En cuanto a los cómics, “El Mago de Oz” de David Chauvel y Enrique Fernández debería estar en la cima de todas las listas (seguida por la desenfadada versión de Eric Shanower y Skottie Young, por supuesto).

El Mago de Oz” del guionista David Chauvel nos ofrece su versión particular de la creación más célebre de L. Frank Baum, aunque tampoco es fiel a la obra original. Como tampoco lo era la película de Victor Fleming, que aún lo era menos. Como en todas las versiones de “El Mago de Oz“, la historia empieza en medio de las grandes praderas de Kansas, donde Dorothy vive con su tío Henry, la tía Em y su pequeño perro Totó. En Kansas hay pobreza y tristeza, y todo es gris. Totó era quien hacía reír a Dorothy, e impidió que ella también se volviese gris como todo lo que la rodeaba. La llegada de un tornado cambió la vida de Dorothy. Los vientos del norte y del sur se encontraron en el punto exacto donde estaba su casa, y se la llevaron volando hasta el mundo de Oz. No creo necesario entretenerse con el resto, que todos conocéis: la llegada al País de los Munchkins, la muerte de la malvada Bruja del Este aplastada por la casa, la aparición de la bondadosa Bruja del Norte, el camino que va a la Ciudad Esmeralda que está pavimentado con ladrillos amarillos, el encuentro con el Espantapájaros, el Hombre de Hojalata y el León,… Y, poco a poco, los cambios van apareciendo. Sutiles, a veces sorprendentes, pero el guionista francés David Chauvel va salpicando el relato con su revisión particular del relato de L. Frank Baum y el mundo de los munchkins, winkies, gillikins y quadlings. Algunos sorprendentemente truculentos, como la historia de como el Hombre de Hojalata fue creado por pedazos, al ir sustituyendo una a una las extremidades que iba perdiendo por culpa del hechizo de la bruja.

El autor de los dibujos de esta joya publicada originalmente en 2004 es Enrique Fernández, guionista, animador, ilustrador y dibujante, un autor al que ya conocíamos en ViaNews por sus trabajos en “La Isla sin Sonrisa“, “Nima“, “Aurore“, “Libertadores” y “Brigada“, entre muchos otros. Nacido en L’Hospitalet, dejó la metrópoli catalana para mudarse a la Garrotxa, un territorio de pasado volcánico con unos paisajes impresionantes, de una naturaleza muy viva y exuberante, que no tengo ninguna duda que ha influido en su estilo de dibujo, pictórico y colorista. El color es, quizás, uno de los aspectos más destacados del trabajo de Enrique Fernández, y su peculiar paleta de colores de gouache, esa valiente elección del cromatismo para ilustrar sus historias, y su original utilización de la luz y las sombras se perciben en cada una de las viñetas, no deja a nadie indiferente. En “El Mago de Oz” solamente se me ocurre un adjetivo para describir el trabajo de Enrique Fernández: precioso. Al margen de aspectos técnicos que son dignos de elogio, como composiciones de viñeta atrevidas, perspectivas de todo tipo y el juego de reflejos y contraluces muy inteligente, el dibujo de Enrique Fernández es dulce y delicado, y todos los personajes son entrañables y expresivos. Cada uno de ellos, tanto los personajes protagonistas como los secundarios que asoman en la función un momento, son únicos. El trabajo de diseño es espectacular.

Se agradece la edición integral de “El Mago de Oz” que nos ofrece el sello Kodomo de ECC Ediciones, en tamaño europeo, cartoné y un buen papel, pues aunque ya había ediciones en castellano de esta obra hace mucho tiempo, están descatalogadas. La de Ediciones Glénat, por ejemplo, tiene más de quince años y se antoja un verdadero milagro encontrar un ejemplar en alguna tienda de segunda mano.

El Mago de Oz
Autores: David Chauvel y Enrique Fernández
Edición original: “Le Magicien d’Oz”
Fecha de publicación: Febrero de 2023
ISBN: 978-84-19626-24-0
Formato: Cartoné. Color.
Páginas: 112
Precio: 22,00 euros