Nos acercamos al final de esta épica saga de fantasía, con un libro que intenta situar a todos los personajes “secundarios” en posición para participar en el Tarmon Gai’don (la Última Batalla) y ponerlos en el mismo marco temporal que vimos en “La Tormenta“. Aún tendremos que esperar un poco más hasta que la historia avance.

 

Torres de Medianoche
La Rueda del Tiempo 19
Robert Jordan, Brandon Sanderson
ISBN: 9788448038694
944 páginas
Tapa dura
Precio: 32.00 € (papel), 9.49 € (ebook)

La Última Batalla ha comenzado.

El sol de la tercera era inicia el declive hacia el ocaso. Los Capas Blancas, un asesino de lobos y las responsabilidades del liderazgo acosan a Perrin Aybara. Debe buscar respuestas en el Tel’aran’rhiod a fin de superar estos obstáculos y controlar al lobo que lleva dentro y no perder para siempre su condición humana.
Entre tanto, Matrim Cauthon se dispone a afrontar el reto más difícil de su vida: los seres del otro lado de los marcos de piedra, los alfinios y los elfinios. Confiaba en que ésta sería la última confrontación, pero la Rueda gira según sus designios. Se acerca el momento en que tendrá que vérselas de nuevo con las serpientes y los zorros, y participar en un juego en el que nunca se gana. La Torre de Ghenjei espera y sus secretos revelarán el destino de una amiga que lleva perdida mucho tiempo. Dovie’andi se tovya sagain. Es hora de lanzar los dados.

Todo llega a su fin, y lo mismo sucede con una saga que nos ha acompañado durante más años de los que quiero recordar. La Rueda del Tiempo se acaba y lo hace con un autor tan bueno como Brandon Sanderson a los mandos. Como ya os comenté en la reseña de La Tormenta no se me ocurre un sustituto mejor para Robert Jordan (de hecho, ojala hubiese llegado tres libros antes) a pesar de que su trabajo en Torres de Medianoche no me haya gustado TANTO como en La Tormenta, pero, claro, hay una explicación muy sencilla: Rand al’Thor era, junto a Egwene al’Vere, protagonista absoluto de La Tormenta y aquí ceden ese papel a Perrin Aybara y a Mat Cauthon para hacer, Rand y Egwene, unas apariciones algo más esporádicas. Si a esto le sumamos que conocemos el próximo final de la saga… pues no estamos muy por la labor de que la acción salte al pasado, a mediados de La Tormenta para haceros una idea, para explicarnos qué ha sido de Mat y Perrin. Eso sí, esto no quita para que la lectura de Torres de Medianoche sea totalmente adictiva y para que te atrape cada uno de los movimientos que vemos aquí, pero tras el final de La Tormenta había muuuuchas ganas de ver a Rand, y tras leer Torres de Medianoche hay muchas más ganas de saber qué va a hacer Rand para luchar en todos los frentes que tiene abiertos antes de que llegue el Tarmon Gai’don que, supuestamente, se iniciaba en este libro (apenas, en realidad son más bien escarceos, batallitas, que palidecen en comparación con lo que nos espera). Eso sí, por suerte podemos ver cómo se amontonan los problemas, con Elayne Trakand luchando por hacerse con el poder de dos reinos (y lidiando con su embarazo), con Matt intentando rescatar a una vieja conocida (y menudo precio paga), con Perrin intentando conciliar su conflicto entre el lobo y el hombre, con Lan yendo a luchar su última batalla, con Nynaeve al’Meara danzando de un lado para otro, con Aviendha conociendo el pasado y el futuro de los Aiel… es, como decía, un libro con demasiados protagonistas, muchísima acción y aún más emoción… pero que nos vuelve a dejar con ganas de más. Y es que Sanderson decidió, con buen criterio, que el peso de la acción en La Tormenta fuese de Rand y Egwene, y por mucho que me guste Matt tengo que reconocer que fue una decisión acertada. Pero eso nos dejó con un Torres de Medianoche en el que los secundarios se convierten en protagonistas y en el que la acción se retrasa con respecto al final del libro anterior. No os equivoquéis, me ha encantado Torres de Medianoche, pero estoy deseando leer A Memory of Light y no sabéis lo que me está costando no buscar spoilers en Internet o, peor aún, el libro en inglés.
A pesar de todas mis “quejas” tengo que deciros que Brandon Sanderson me ha reconciliado con La Rueda del Tiempo, los últimos libros de Jordan fueron tan decepcionantes (aburridos) que me ha costado un par de años leer La Tormenta y Torres de Medianoche. Ahora mismo, si alguien pusiese una copia de A Memory of Light encima de mi mesa de trabajo… seguramente comenzaría a leerlo delante de mi jefe.
Sobre la edición de Timun Mas sólo tengo dos cosas que decir: me encanta este formato de cartoné, puede que sea mucho más caro que en rustica pero es una gozada tener estos libros. Y dos, aunque cobrar casi 10 euros por el ebook me sigue pareciendo mucho dinero aunque, al menos esta vez el precio es inferior a un tercio del precio en papel.
En definitiva, sigo enganchado a la Rueda del Tiempo, estoy atrapado completamente por la historia de Robert Jordan y Brandon Sanderson y me muero por tener entre mis manos A Memory of Light.