El ilustrador y guionista alicantino Miguel Calatayud no se prodiga mucho en el campo de la historieta, por eso hay que celebrar que de vez en cuando aparezca un libro suyo en las librerías, en esta ocasión recuperando dos aventuras creadas en los ochenta y presentadas por Desfiladero Ediciones con el título de la primera de ellas, “La Pista Atlántica“.
En un planeta agobiado por la superpoblación, diversas plataformas ganan terreno al mar, entre ellas La Pista Atlántica, que comunica América y la vieja Europa. En ese escenario futurista, Gili Lacosta y Romo, dada su condición de investigadores, se ven empujados a resolver una serie de crímenes. Este libro recoge los álbumes La Pista Atlántica y El Proyecto Cíclope en un solo volumen integral. Obra unitaria, por cuanto las dos aventuras comparten ambientación y personajes, se trata de una de las piezas destacadas de Miguel Calatayud. Una obra especialmente indicada para disfrutar de su trazo vanguardista, y, al tiempo, de ese espíritu lúdico y festivo tan característico, que casa a la perfección con esa mezcla afortunada de futurismo y género policiaco. Esta edición histórica, para la cual se han redefinido varios aspectos gráficos, se completa con un estudio de la obra, compuesto por dos artículos y una entrevista al autor
La carrera de Miguel Calatayud como ilustrador es amplia. Como historietista también tiene su enjundia. Su primer trabajo en este campo fue “Peter Petrake“, aparecido en la revista “Trinka” a principios de los setenta, una colorida explosión pop-art muy influenciada por las corrientes estéticas de la época. Parecía que estábamos asistiendo a una traslación en viñetas de la película “Yellow Submarine” de The Beatles, dirigida dos años antes por el animador George Dunning. Otras influencias de Calatayud fueron los ilustradores que habían revolucionado el cómic de los sesenta, como Heinz Edelmann o Guy Peelaert. El artista regresó en 1972 con otro gran trabajo, al igual que el anterior, reeditado hace pocos años para las nuevas generaciones: “Los doce trabajos de Hércules“.
Junto a la estética rompedora, sus primeras incursiones en los tebeos incluían una carga simbólica e intelectual que los diferenciaba de otras muestras que la añorada Trinca nos traía en cada número. Pero como los tiempos cambian, el pop-art se dejó atrás y Miguel Calatayud presentó un renovado estilo en el encargo que supuso “La Pista Atlántica“. Buscando nuevas maneras de publicar un cómic de autor, la editorial valenciana Arrebato lanzó la colección Imposible, una serie de pequeños libros realizada con mimo y calidad.
Según nos cuenta Pedro Porcel, que junto a Juanjo Almendral se encargaban de la editorial Arrebato, no dudaron en contar con Miguel Calatayud en la primera tanda de estos libros conociendo que su trabajo estaba renovando el lenguaje del cómic y sería capaz de crear una obra única. Teniendo total libertad, durante el tiempo que duró la gestación se negó a enseñarles una sola viñeta de “La Pista Atlántica” y una vez hubo acabado, pudieron certificar la evolución del arte narrativo del artista.
“El Proyecto Cíclope” retoma al mismo protagonista de “La Pista Atlántica“. Esta vez es un encargo de la revista “Cairo“, surgida a raíz del boom del cómic adulto en nuestro país y que publicó Norma Editorial, siendo el grueso de los artistas que trabajaron en ella amantes de la línea clara. “El Proyecto Cíclope” apareció serializada en los números 34, 37, 39, 40, 41 y 44 y en 1990, y la editorial Complot la editó en álbum.
La acción transcurre en un planeta con exceso de población, con las tres cuartas partes de superficie cubiertas por el mar, donde crecen continuamente grandes plataformas sobre él. Por allí se mueve como pez en el agua el investigador privado Gili Lacosta que, junto a su ayudante Romo, deberán llevar a buen fin los casos que le encarguen. Tramas embrolladas en las que confluyen crímenes y raptos, con Gili y su ayudante recibiendo y dando por doquier, rodeado de bellas confidentes dispuestas a aportar densidad a la trama.
El autor urde estas intrincadas historias al más puro estilo de cine negro policíaco del Hollywood clásico, aliñando el escenario con coreografías que recuerdan a las películas de Busby Berkeley o Esther Williams, la actriz que se pasaba más tiempo en la piscina que fuera de ella. El singular grafismo de Miguel Calatayud está emparentado con el de otros artistas que vivieron su mejor momento en el final del siglo XX como Daniel Torres, por la limpieza del trazo, o Micharmunt, por ese sentido del horror vacui. El texto, algo difícil de leer para un lector casual, refleja la meticulosidad del autor por seguir una estética por encima de todo. Se podría decir que el apabullante estilo gráfico lapida en cierto modo la narración secuencial. Son tantos los detalles en cada viñeta, que muchas veces se pierde la noción de la historia, o al menos eso me ha pasado a mí, dando pie a una relectura constante.
Uno se deleita contemplando este cómic, y más en esta estupenda edición en tapa dura, que merece todos los elogios que podamos darle. Realizada a partir de las planchas originales, el autor se ha encargado de restaurarla, remozarla y revisarla. Aquí se describe como edición histórica e incluye la rotulación original. Se completa con artículos de Álvaro Pons, Pedro Porcel y una visceral entrevista a Miguel Calatayud acometida por Pablo Herranz y Pedro Porcel en la que se nos cuenta absolutamente todo lo que rodea a este cómic.
Para los fans de Miguel Calatayud “La Pista Atlántica” caerá como agua de mayo; para el resto, podrán descubrir a un original historietista en uno de sus mejores momentos artísticos.
La Pista Atlántica
Autor: Miguel Calatayud
Colección: Avant-garde
Fecha de publicación: Abril de 2021
ISBN: 978-84-120968-3-5
Formato: 20,5x27cm. Cartoné. Color
Páginas: 104
Precio: 16,90 euros
A ver, yo entiendo que estafa es cuando te quedas tú el dinero, no cuando el dinero es un donativo…