Al escritor británico Herbert George Wells (1866-1946) se le considera junto con Julio Verne uno de los primeros escritores de ciencia-ficción, un género al que también se ha llamado ‘literatura de anticipación‘ por mirar adelante en lugar de mirar atrás. Aunque H. G. Wells estudió biología, tras contraer tuberculosis decidió dedicarse a la escritura y su obra es prolífica, con más de un centenar de novelas que incluyen clásicos de la literatura como “La máquina del tiempo” (1895), “La isla del doctor Moreau” (1896), “El hombre invisible” (1897) o “La guerra de los mundos” (1898) en los que imaginaba viajes en el tiempo, ingeniería biológica, invisibilidad o invasiones alienígenas. Pero el contenido de su obra va mucho más allá, pues está influenciada por las profundas convicciones políticas de Wells. Así, en “La máquina del tiempo” trata el tema de la lucha de clases; en “La isla del doctor Moreau” y en “El hombre invisible“, los límites éticos de la ciencia y en “La guerra de los mundos” hay una crítica evidente a las políticas imperialistas de Gran Bretaña.
Uno de sus primeros trabajos fue “La máquina del tiempo” (“The Time Machine: An Invention“), que nos contaba la aventura de un científico que inventa una máquina para viajar a través del tiempo. En un viaje experimental se desplaza hasta el lejano año 802.701 y encuentra el planeta habitado por los hedonistas Eloi, pacíficos, ingenuos y ociosos, y por los malvados y depredadores Morlocks, criaturas pálidas de ojos rojos que viven en el subsuelo y no soportan la luz del sol. Cuando cae la noche, los Morlocks salen de sus grutas para alimentarse de la carne de los Elois…
“La máquina del tiempo“, publicada por primera vez en Londres en el año 1895 por William Heinemann, se puede considerar una novela primigenia de ciencia-ficción. Describe un futuro inquietante en el que dos razas evolucionadas del ser humano comparten en una peculiar simbiosis un planeta extraño y desolado sobre el que se han cernido catástrofes y cambios radicales. En este escenario los eruditos han detectado una sátira de la sociedad capitalista de la época, las desigualdades sociales y la lucha de clases, además de una reflexión de H. G. Wells, cuyas ideas políticas se orientaban hacia el socialismo utópico, sobre la responsabilidad del ser humano respecto al futuro. Aunque creyó firmemente en la utopía y el humanismo, Wells se fue volviendo poco a poco más pesimista, anticipando en su obra cosas tan terribles como los horrores de las grandes guerras del siglo XX.
Hay que mencionar que H. G. Wells escribió su novela sin entretenerse demasiado en las cuestiones técnicas. De hecho en la mayoría de sus obras nunca se preocupó por dotar a sus especulaciones científicas de ninguna pátina de elaborada credibilidad ni explicación lógica, y en “La máquina del tiempo” en concreto el lector ignora cuál es la teoría de los viajes en el tiempo o cómo funciona la máquina del Viajero a través del Tiempo.
A ver, la de abogados cristianos (me la agarras con la mano) me parece tan estúpido... en fin, además ahora,…