Cuándo Dolmen Editorial anunció el regreso de Papyrus, en el marco de su prolífica colección Fuera Borda, una sonrisa se nos dibujó en el rostro. Dicen que la nostalgia es una de las emociones más potentes del ser humano, que tiende a regresar a sus tiempos más felices para encontrar el abrigo que, en ocasiones, el presente le niega. El problema del tiempo es que, a veces, nos distorsiona la memoria y recordamos las cosas como si fuesen mejores de lo que realmente fueron.

Historias de dioses y hombres, de monstruos y criaturas mágicas, de maldiciones y aciagos destinos. Papyrus y Teti-Sheri descubren que el tiempo transcurre de forma diferente en la isla de los dioses y vuelven al mundo mortal para encontrarse en un Egipto que no es el suyo. El dios Sebek castiga a su hija, la diosa de los cabellos resplandecientes, a un horrible destino del que Papyrus intentará salvarla. El dios lunar desciende a la Tierra para reinar sobre Egipto.
Tres relatos de los que se cuentan al calor del fuego en noches de tormenta. Tres cuentos llenos de magia y fantasía.

Papyrus” es todo un clásico del BD francobelga, una obra de Lucien de Gieter ambientada en el antiguo Egipto y cuya primera aparición se remonta al año 1974 en las páginas de la popular revista “Spirou“. Debemos agradecer a Dolmen Editorial volver a leer sus emocionantes aventuras en nuestro idoma, pues ha reeditado en castellano los álbums de “Papyrus” tras muchos años descatalogado. Las aventuras de Papyrus tuvieron un paso fugaz por nuestro país, en forma de álbum de la mano de Sepp Mundis y Ediciones Junior o en forma de fasículos en “El Pequeño País” y “Cavall Fort“. Ha sido en el marco de su prolífico sello Fuera Borda a través del cual apuestan por publicar integrales de álbumes clásicos del cómic francobelga y que pronto añadirá otra muesca en su lista de éxitos con “Bill y Bolita“.

La segunda entrega del integral de “Papyrus” incluye tres nuevas historias del joven héroe egipcio, publicadas originalmente entre 1978 y 1982. Serían la cuarta, la quinta y la sexta, de entre todas las que hay hasta el año 2015 cuando Lucien de Gieter dejó el lápiz definitivamente, y la serie finaliza con el trigésimo tercer álbum, titulado “Papyrus pharaon“. Estas tres aventuras son “La tumba del faraón” (“Le tombeau de Pharaon“), “El egipcio blanco” (“L’égyptien blanc“) y “Los cuatro dedos del dios de la Luna” (“Les quatre doigts du dieu Lune“), publicadas originalmente en la revista “Spirou” de forma serializada y por Dupuis en forma de álbum, y que están ambientadas en torno al siglo XIII a.C. aproximadamente.
En “La tumba del faraón” Papyrus y Teti-Sheri regresan al palacio tras los acontecimientos en la isla de los dioses de “El coloso sin rostro” para descubrir que han pasado diez largos años y hay un nuevo faraón sentado en el trono del faraón, y que no está dispuesto a creerse que la hija de Merenptah ha regresado a Tebas y reclama su lugar como heredera del trono de Egipto. Para aclarar el asunto los dos protagonistas deberán viajar hasta el Valle de los Reyes, allí donde desapareció el faraón y también la madre de Teti, y deberán enfrentarse a las diez vidas del dios serpiente Buto. En “El egipcio blanco” Papyrus se verá envuelto en la triste historia de amor entre la diosa de los cabellos resplandecientes y un simple mortal, motivo por el cual el Dios Cocodrilo ha castigado y encerrado a su hija en las entrañas de una montaña. Y en “Los cuatro dedos del dios de la Luna” el despótico hermano del faraón ha tramado un taimado plan para ocupar el trono de Egipto y tanto Papyrus como Teti-Sheri son obstáculos para sus objetivos que deben ser eliminados. Por fortuna Papyrus labrará amistad con un astuto ladronzuelo que le ayudará a salir del atolladero y aclarar un asunto en el que parece que el dios Thot tiene mucho que decir.

El autor de todas las aventuras de “Papyrus” es Lucien de Gieter, un venerable maestro del BD francobelga que antes de asumir el reto de dibujar sus propias obras trabajó durante varios años en el estudio de Peyo, colaborando en algunas de las aventuras de los Pitufos, y entre 1969 y 1973 se encargó de la serie “Poussy“. Este segundo álbum de la edición integral de las aventuras de “Papyrus” publicado por Dolmen Editorial cuenta entre sus extras con un extracto de una entrevista con Lucien de Gieter del año 2015, coincidiendo con la publicación de su último álbum, el antes mencionado “Papyrus pharaon” que ponía el cierre a la serie. Una jubilación merecida.

El Antiguo Egipto apoyaba las estructuras de su sociedad sobre la religión, y es imposible analizar esta sociedad antigua sin sumergirnos en su prolífica mitología. Como no podía ser de otra manera, “Papyrus” es una obra en la que los dioses se convierten en personajes activos, intervienen para decantar la balanza y modificar el destino, y determinan de forma directa el actuar de los héroes, Papyrus y Teti-Sheri. Sobretodo la hija de Sobek, el malvado Dios Cocodrilo. Es evidente que Lucien de Gieter pone mucho más interés al componente fantástico, en la magia y la aventura, que en el rigor histórico. La verosimilitud no es su objetivo, ni tampoco la reconstrucción histórica de un tiempo y un lugar, algo que se le daba mucho mejor a Jacques Martin. De hecho el mismo Lucien de Gieter confiesa en la entrevista que incluye el álbum que no viajó a Egipto hasta 1985, coincidiendo con el séptimo álbum “La Métamorphose d’Imhotep“, y apenas estuvo allí quince días.
También es cierto que el estilo de los primeros años de las aventuras del egipcio Papyrus tienen un dibujo algo inseguro y alejado de la pureza de la linea clara pero, poco a poco, cuando el dibujante consolide su estilo y opte por viñetas más grandes, la representación de los grandes monumentos egipcios de Lucien de Gieter en espectaculares ilustraciones se convertirán en uno de los elementos más destacados de “Papyrus“. En este caso, las primeras aventuras del valeroso egipcio pecan aún de cierta candidez, de un dibujo poco definido con mucha mancha, a medio camino entre el realismo y la línea clara que también veremos en “Percevan” o “Yoko Tsuno“, y guiones algo desordenados. A partir de mediados de los años ochenta el asunto se corregirá y con “La Métamorphose d’Imhotep” incluso se llevará un prestigioso galardón del Festival d’Angoulême.

El sello Fuera Borda de la editorial mallorquina Dolmen, dedicada a los clásicos del cómic francobelga de los años setenta y ochenta, es sinónimo de nostalgia y ya lleva unos cuantos años recuperando viejos cómics de nuestra juventud que cuando llegaron en su momento, si lo hicieron, fue de forma fragmentada y en formatos poco nobles. Primero fueron “Johan y Pirluit“, luego llegaron “Los Hombrecitos“, “Natacha“, “Quena y el Sacramús“, “Los Casacas Azules” y muchos otros títulos, que han alimentado la nostalgia de los padres y han descubierto un mundo nuevo a los más pequeños. “Papyrus” sigue la misma senda. Siempre, acompañados por numerosos extras en forma de bocetos, ilustraciones, entrevistas o artículos que ayudan a comprender mejor la obra, el autor y su contexto.

Papyrus (1978-1982)
Autor: Lucien de Gieter
Fecha de publicación: Marzo de 2021
ISBN: 978-84-18510-43-4
Formato: 21x28cm. Tapa dura. Color.
Páginas: 160
Precio: 29,95 euros