John Constantine es un personaje atípico en DC. Está tan “cargado” que sobrevive a reinterpretaciones de cada guionista que se topa con él y, cada poco tiempo, un nuevo equipo creativo se hace cargo y nos ofrece su versión. Planeta DeAgostini nos ofrece ahora la versión de Andy Diggle.
Hellblazer.
Edición original: Hellblazer Joyride TPB
Guión: Andy Diggle
Dibujo: Leonardo Manco
Color: Lee Loughridge
Formato: Rústica, color
Páginas: 192
Precio: 14,95 €
Valoración ViaNews: ***
El tiempo no ha sido amable con John Constantine. Los amigos muertos, los cigarrillos y toda una vida observando el abismo han hecho que el príncipe britano de lo oculto haya pasado de cortar el bacalao en el mundo de lo sobrenatural a limpiar los entuertos que deja tras de sí. Pero eso va a cambiar.
El ruego de un viejo conocido hace que Constantine salga a la calle a reclamar al hombre y al mago que fuera antaño. El viaje le llevará desde prisiones peligrosas a barrios criminales, pasando por los mejores lugares de vacaciones de la élite británica. Y ni los oscuros secretos de su pasado ni un nuevo y poderoso enemigo se interpondrán en su camino.
John Constantine ha decidido recuperar lo que es suyo por mucho que eso suponga muertes, condenaciones,… o cosas aún peores.
El guionista Andy Diggle (“Los Perdedores”, “Green Arrow: Año Uno”) y el dibujante Leonardo Manco (“Hellblazer: Todas sus máquinas”) se reúnen en “Hellblazer: Paseo en coche” para devolver a sus raíces a uno de los personajes más icónicos de DC. Sube, pero te advertimos que nadie sabe dónde terminará el viaje..
Han pasado muchos años, pero los sucesos de Newcastle aún siguen atormentando a Constantine que ha decidido, de una vez por todas, tomar cartas en el asunto y solucionar ese ligero problema. Pero no como nadie se espera, Constantine es un bastardo, y como tal afronta los problemas. “¿Solucionar lo de Newcastle? De acuerdo, pero a mi manera”. Así que en este primer volumen vamos a ver como resuelve el problema aunque, naturalmente, las cosas no irán como lo tenía pensado y, después se las apañará para meterse en un problema aún mayor que, supongo, centrará la trama del siguiente volumen.
No sé exactamente qué es lo que tiene John Constantine, si la fuerza suficiente como para ser un personaje inglés, que vive en Inglaterra y se publica en los USA, si su ironía, el ser un perdedor nato, su modo de vida… no lo sé, pero es tan buen personaje que le puedes dar cien vueltas y aún así seguirás teniendo una nueva manera de tratar con él que te ofrecerá una nueva visión. Algo así debe de ser porque sino no se entiende que haya tantas versiones del personaje como autores han trabajado en él y que el mosaico de todas éstas no hagan sino enriquecerlo aún más. Y buena prueba de ello es el trabajo de Diggle aquí, que en tan sólo dos o tres páginas ya nos demuestra que aunque tengas a Constantine atado y a punto de morir ahogado es él quién controla la situación. Tanto poder y aún después seguirá cometiendo los mismos errores de siempre. Esa es una de sus principales características, da igual lo de cara que tenga las cosas, Constantine conseguirá estropearlo todo de nuevo de la forma más dolorosa… para él.
Por otra parte no sería justo hablar del gran trabajo de Andy Diggle y pasar por alto que Leonardo Manco ha hecho un trabajo sensacional en este volumen. Hace un tiempo que no se cruzaban nuestros caminos, pero me parece que estamos ante un artista que ha madurado y mejorado su narración a pasos agigantados. Se le ve más contenido en su trabajo y, además, su estilo casa perfectamente.
Sobre la edición español, poco se puede decir. Se ha seguido a rajatabla el TPB “Hellblazer Joyride” de DC Comics por lo que la calidad final es muy buena, pero se echa de menos un toque “spanish”, aparte de la traducción y la publicidad, algún artículo o algo que enriquezca la edición yankie.
Pero dejando eso aparte hay que reconocer que es una gozada revisitar a John, ver cómo le van las cosas al viejo bastardo y, sí, esperar con ansía la posibilidad de leer más historias suyas.
Pues yo recuerdo está película con mucho cariño. Quizás no llegue al nivel de Toy Story o Gremlins pero... ¿qué…