Después del ataque de adrenalina que supuso E de Extinción llega el turno de continuar con la trama anual de Grant Morrison, para darle un cierre a la amenaza de Cassandra Nova y para descubrir, en varias ocasiones, que ella ha sido más inteligente que los New X-Men y que lo tiene todo muy bien calculado.
New X-Men Vol. 02: Imperial
Edición original: New X-Men 118-126 USA
Fecha de edición: julio de 2020
Guión: Grant Morrison
Dibujo: Frank Quitely, Igor Kordey, Ethan Van Sciver
Formato: Cartoné, 248 páginas. Color.
15€
Unas palabras de Charles Xavier lo han cambiado todo. Ahora, su escuela está abierta a mutantes de todo el mundo, y llegarán por decenas. Mientras tanto, alguien tiene otros planes para el homo superior. Ya conocemos aquello de temidos y odiados por la humanidad a la que han jurado proteger… ¿Qué tal si ahora lo cambiamos por “deseados”? ¿Y por qué eso puede ser mucho peor para los mutantes?
Por fin vemos más de esa Escuela Xavier para jóvenes talentos y también la carga de odio que los mutantes deben soportar, especialmente ahora con la aparición de los Hombres-U, locos que se injertan órganos de mutantes para adquirir sus poderes y que pretenden sustituir tanto a hombres como a mutantes como especie dominante. Pero no os acomodéis porque Cassandra tiene planes de regresar a la Tierra, aunque por suerte nuestros protagonistas pronto descubrirán que ella ha tomado el control del cuerpo de Xavier y también de sus poderes.
Mientras tanto seguimos viendo cómo Grant Morrison sigue haciendo evolucionar a los personajes, cómo se esfuerza en contar con un núcleo pequeño de mutantes (Cíclope, Jean Grey, Lobezno, Emma Frost, Tormenta y Hank McCoy) a los que va poniendo en problemas que afrontar, además de las aventuras de los New X-Men, destacando la forma en la que se va resquebrajando el matrimonio de Scott y Jean con una tercera en discordia: Emma Frost y que nos regala alguno de los mejores diálogos de esta etapa.
Por supuesto el espectáculo no puede quedar atrás y Morrison se aseguró de ello en los números finales de New X-Men Imperial, con la llegada de los sh´iar controlados por Xavier y de su Guardia Imperial (ya sabéis, la Legión de Superhéroes de Marvel) a los que éste encarga esterilizar la Tierra de mutantes. Se avecinan h€¬#@ como panes.
Hay que reconocer que el trabajo de Grant Morrison es magistral, clava a los personajes y los hace parecer vivos, nos identificamos con ellos, sufrimos con ellos, y a la par nos sorprendemos con cada una de las cosas que les suceden. Morrison logró capturar el sentido de la maravilla en estos primeros números y poner las primeras piedras de los siguientes años para la franquicia, pero es que el viaje, ¡qué viaje! Los New X-Men apenas se han enfrentado a nadie que no sea Cassandra, pero volvemos a ver unos mutantes que se relacionan con el mundo, es más, que han creado su propia cultura y se han convertido en tendencia (algo así como lo que sucede con los negros, el rap y el deporte en los USA), es decir, están replicando en ¡UN TEBEO DE SUPERHÉROES! el propio mundo en el que vivimos, y lo bueno es que aún está vigente.
Por desgracia el apartado gráfico vuelve a sufrir por culpa de los plazos, los dos números dibujados por Frank Quitely son tan maravillosos como los guiones de Morrison, pero un inexperto Ethan Van Sciver, que mostraba maneras pero aún tenía que desarrollar su talento, y un Igor Kordey al que le tocó bailar con la más fea (de verdad, es un buen dibujante, pero aquí llegó a contar con menos de una semana para hacer 20 páginas de tebeo), no pudieron aportar la misma magia que el dibujante británico y eso resentía mucho la calidad final.
Este segundo volumen e New X-Men mantiene el precio de los 15 euros en portada a pesar de que se dispara en el número de páginas y, además, aporta nuevo material extra como los diálogos de la grapa muda en la que Quitely nos deslumbra, todo un regalo para los lectores.
Han pasado un par de días desde que terminé la lectura de New X-Men Imperial y os aseguro que si tuviese aquí las siguientes entregas ya las habría devorado. Morrison y Quitely hicieron magia en esta serie.
A ver, yo entiendo que estafa es cuando te quedas tú el dinero, no cuando el dinero es un donativo…