Desde el New UDC Constantine vive en el mundo superheroico de DC, algo que tengo la impresión de que no han sabido cómo hacerlo bien, de momento empezamos Constantine: The Hellblazer mal, con John viviendo en New York.
Constantine: The Hellblazer
Edición original: Constantine: The Hellblazer núms. 1 a 13 USA
Fecha de edición: diciembre de 2020
Guión: James Tynion IV, Ray Fawkes
Dibujo: Riley Rossmo, Scott Kowalchuk, Travel Foreman, Vanesa R. Del Rey, Ming Doyle, Eryk Donovan, Richard Isanove
Tinta: Brian Level
Color: Ivan Plascencia
Formato: Cartoné, 328 páginas. Color.
34€
Y por supuesto, todo sale mal. John Constantine, el eterno superviviente, se topa con que la actividad paranormal de su nuevo hogar está disparada. Fantasmas desintegrados por demonios, árboles que asesinan a parejas que retozan en el parque… Nuestro antihéroe preferido no va a aburrirse en absoluto con los casos que debe resolver solo o en compañía de, por ejemplo, la Cosa del Pantano, Papa Midnite o Georgiana Snow, una antigua conocida de Manchester.
John Constantine vive ahora en New York, rodeado por sus fantasmas (aquellos amigos que perdieron la vida por él) a los que procura no hacer demasiado caso, cuando una vieja amiga demoníaca le pide ayuda y ofrece un trato. Todo esto no es nada más que una excusa para retrasar la trama, y justificar lo que ocurrirá después, que no es otra que el que algo está asesinando a los fantasmas de John, algo que se creía imposible pero que, de alguna manera, está relacionado con el pasado de Constantine.
Una vez resuelta está trama llega el siguiente arco argumental en el que, cómo no, nuestro protagonista se enemista con Nerón, lo que le complicará su vida hasta extremos insospechados mientras, cómo no, también, va perdiendo a los pocos amigos que le quedan mientras gana nuevos enemigos.
Parece que los guionistas de DC Comics están muy por la labor de que Constantine viva en New York (total, no es como si Londres no fuese un personaje en sí mismo o como si las mejores historias de John no tuviesen lugar, precisamente, en Gran Bretaña) y eso es algo que siempre me pone en guardia porque considero que es un grave error de partida y pocos autores son capaces de pasar con nota ese atentado contra la esencia de nuestro mago inglés favorito, y James Tynion IV sólo lo consigue a veces. Y, poco después, ya iremos viendo cómo es una buena prueba de si va a ser un cómic interesante o no, porque al poco tiempo Constantine se verá obligado a viajar a, ¿adivináis? Londres, que es, posiblemente, lo que más me ha gustado de esta historia, ya que ahí, rodeado de amigos, enemigos e historia propia, es cuando John brilla más.
Pero eso dura poco porque toca regresar a New York a salvar el día, después de condenarlo él mismo, para que se produzca uno de los típicos engaños de Constantine, y es que parece que sus enemigos son un poco cortos ya que cada vez que se enfrentan a un mago famoso por sus engaños no toman las debidas precauciones.
Aún con todo es una historia pasable, de un Constantine blanqueado y americanizado, que entretiene y que tiene como punto positivo la relación que éste tiene con criaturas que, teóricamente, deberían ser sus enemigos.
En el apartado gráfico, para trece números USA, contamos con seis dibujantes, con Riley Rossmo como dibujante encargado de rediseñar el mundo de Hellblazer para luego desaparecer durante 4 números que tienen que cubrir Vanesa R. Del Rey o Ming Doyle hasta que regresa Rossmo (que me parece el dibujante más agradable a la vista) durante varios números para, irónicamente, ceder el final de la etapa a un dibujante, Eryk Donovan, cuyo estilo no le pega nada a la serie. Un absoluto despropósito en el que los artistas hacen lo que pueden pero que se carga la coherencia gráfica de la serie.
La edición de Constantine: The Hellblazer realizada por ECC Ediciones es más que correcta, incluyen material extra, portadas, diseños de personajes y poco más.
En definitiva y aunque con John siempre tengo la impresión de que hay errores básicos en el tratamiento del personaje, del que sólo salvo tres o cuatro magníficas etapas, lo que vemos en Constantine: The Hellblazer es una lectura entretenida y poco más, no pasará a la historia de las mejores etapas del personaje.
Curioso porque justo ahora ando enganchado a la trilogía de los Arquitectos... y en cuanto acabe con ella iré a…