Es guapa, es divertida, es juguetona, suele frecuentar malas compañías y tiene la fea costumbre de meterse en líos. Harley Quinn ha estado a ambos lados de la ley, aunque la doctora Harleen Frances Quinzel hace mucho tiempo que dejó de ser una apocada psiquiatra para convertirse en un tormento para la policía de Gotham City.
Acusada del asesinato de un policía de Gotham City durante una chapuza de atraco, se pone precio a la cabeza de bufón de Harley. Todo poli y todo bandido de la ciudad van a por ella… ¡incluido un paciente suyo! Alguien se está tomando muchas molestias para complicarle la vida, y más vale que averigüe quién es antes de que alguna bala o alguna explosión den en el blanco.
Harley Quinn tiene la costumbre de meterse en líos. Diantre, ¿por qué si no iba a enamorarse del Joker? Pero no por eso deja de desear un poco de normalidad: un piso nuevo, una consulta de psiquiatría e incluso un novio cuerdo (para variar). Por supuesto, Harley nunca diría que no a un trabajo bien pagado… al que siguen muchos problemas.
Y si ese trabajo parece difícil, espera a que le den el siguiente chivatazo. Todos los delincuentes de Gotham pretenden abrir cierta caja fuerte muy valiosa, pero la única persona capaz de lograrlo es una joven llamada Amanda. Aunque Harley consiga mantenerla a salvo, ¿seguirá adelante con el golpe o se unirá demasiado Harleen Quinzel a la inocente niña?
Creada en el año 1992 por Paul Dini y Bruce Timm para la añorada serie de televisión de dibujos animados “Batman: The Animated Series“, interpretada por la bellísima Margot Robbie en la decepcionante adaptación cinematográfica de “Escuadrón Suicida” perpetrada por David Ayer, Harley Quinn no tardó en dar el salto al universo de cómics de DC, con una primera aparición en el número 12 de “The Batman Adventures” de septiembre de 1993 y sobretodo la novela gráfica “Mad Love” que nos descubría sus orígenes, convirtiéndose con los años en uno de los personajes preferidos por todos los lectores. Su sentido del humor, menos macabro que el de su ‘partenaire’ masculino, el Joker, pero igual de imprevisible, sus gamberradas y su picardía, su divertidísimo arsenal de bufón, el ‘women power‘ y la transformación del rol de los personajes femeninos que habitualmente ocupaban posiciones secundarias y pasivas, su imagen inspirada en el Arlequín de la ‘Commedia dell’Arte‘ con un traje de rombos rojos y negros y, sobretodo, la imagen salvaje, irreverente y terriblemente sexy de Margot Robbie en la película del “Escuadrón Suicida” han elevado a Harley Quinn a la primera división de los villanos más emblemáticos del Universo DC.
¿Harley Quinn es mala? Ni mucho menos. Es gamberra, incontrolable, pícara, divertida, irresponsable, anárquica, incorregible y, por supuesto, una demente peligrosa con malas compañías, y en “Harley Quinn: Venganza ilimitada” veremos como la chica mala intenta enderezar su camino errático y poner orden a su caótica vida. Sí, Harley Quinn ha dejado al peligroso bufón atrás, y ya no es la acompañante submisa, un juguete sexual, humillada y sometida al villano de la risa perpetua, compinche del Joker. También ha cerrado su etapa con el Escuadrón Suicida de la implacable y manipuladora Amanda Waller. Ha pasado página e intentará labrar su propio destino, pero no por ello su vida va a ser tranquila y pacífica. “Yo era una persona distinta. Ahora no soy más que una chica equilibrada a la que le gusta sembrar todo el caos posible a su paso“. Sobrevivir no va a ser fácil, porqué son muchos quienes se la tienen jurada.
El equipo creativo formado por el guionista A.J. Lieberman y el dibujante Mike Huddleston, además de Charlie Adlard, Nathan Fox y Steve Yeowell, conducen a la ex-novia del Joker por callejones oscuros y peligrosos a lo largo de trece números, del 26 al 38 de la primera serie original “Harley Quinn“, publicados originalmente por DC Comics a lo largo de un año, entre noviembre del año 2002 y noviembre del año 2003, que nos presenta dos arcos argumentales y un par de historias breves autoconclusivas.
En el primero, acusada del asesinato de un policía de Gotham City durante un atraco fallido, la Arlequín se enfrentará a intentos de asesinato de todo tipo, pues la disparán con pistolas, rifles y ametralladoras, policías y delincuentes por igual, en un asunto turbio cargado de secretos, traiciones, engaños y una terrible venganza, que echa sus raíces en el pasado de la villana, cuando era una simple e ingénua psiquiatra del asilo Arkham que atendía a sus residentes, pacientes con severas enfermedades mentales. Y para acabar de complicar el asunto, mientras alguien de su pasado se toma muchas molestias para acabar con su vida, uno de sus pacientes y objeto romántico es un agente de policía que va tras sus pasos.
En el segundo de los arcos, Harley Quinn deberá mantener a salvo a una niña, una inversión muy lucrativa para la Arlquín pues sus ojos azules son la llave que sirve para abrir una codiciada caja fuerte por la que todos los delincuentes de Gotham City andan como locos. Lamentablemente, si la niña abre la caja de marras se quedará ciega si no recibe el tratamiento adecuado. Y aquí aparece el conflicto moral y ético para Harley Quinn: ¿seguirá adelante con el golpe o renunciará al botín para salvaguardar a la inocente Amanda?
Seguramente, cuando Paul Dini y Bruce Timm idearon al personaje para la serie de animación de Batman, nunca imaginaron que llegaría a disfrutar de treinta y ocho números de su propia serie de cómic. Y es que “Venganza ilimitada” es la despedida y cierre de la cabecera, de Harley Quinn como protagonista de su propia serie, que nos presentó un nuevo principio para la inestable y revoltosa Harleen Frances Quinzel. Pero Harley Quinn regresó, por supuesto, de la mano de Amanda Conner y Jimmy Palmiotti, en el año 2014.
Harley Quinn: Venganza ilimitada.
Guión: A.J. LiebermanDibujo: Charlie Adlard, Mike Huddleston, Nathan Fox y Steve Yeowell
Edición original: “Harley Quinn” núms. 26 a 38
Fecha de publicación: Noviembre de 2017
ISBN: 978-84-17243-16-6
Formato: Cartoné. Color.
Páginas: 320
Precio: 30,50 euros
A ver, la de abogados cristianos (me la agarras con la mano) me parece tan estúpido... en fin, además ahora,…