Cuando las aventuras gráficas estaban empezando a dar sus primeros pasos, allá por el año 1993, LucasArts nos sorprendió con la secuela de “Maniac Mansion” de Ron Gilbert, un videojuego desarrollado por Dave Grossman y Tim Schafer con sistema point & click de SCUMM (acrónimo de Script Creation Utility for Maniac Mansion) titulado “El Día del Tentáculo” (“Day of the Tentacle“). Es, sin duda, uno de los mejores videojuegos de todos los tiempos y, de entre las aventuras gráficas, la mejor.
“El Día del Tentáculo” nos situaba varios años después de los eventos que vivimos en el videojuego de 1989 “Maniac Mansion” y, de los seis personajes que aparecían en el juego original, sólo Bernard Bernoulli regresa en esta secuela. En esta ocasión el juego nos pone en la piel de Bernard, y también de Laverne y Hoagie, que viajan hasta la mansión del Dr. Edison alertados por el Tentáculo Verde. Los tres amigos tendrán que trabajar juntos para impedir que un tentáculo morado mutante, que se ha vuelto inteligente, malvado y megalómano tras beber un lodo tóxico, conquiste el mundo.
Para conseguir nuestro objetivo los diseñadores del juego idearon una trama delirante, con un montón de objetos para recoger y utilizar (¡aunque algunos de ellos no sirven para nada!), con puzzles ligeros y relativamente sencillos, mucho sentido del humor y risas aseguradas, que nos iba a llevar a través del tiempo gracias a una máquina inventada por el profesor Edison a partir de un urinario. Gracias a estas ‘Cron-O-Letrinas’ Hoagie viajará a los tiempos de la Revolución Americana, Bernard permanecerá en el presente y Laverne se trasladará a un futuro apocalíptico del siglo XXII en el que el tentáculo Purpura ha conquistado el mundo, y los tres antihéroes protagonistas (el nerd, la friki y el heavy) irán intercambiando objetos para alcanzar cumplir con su misión y desbaratar los planes de Púrpura. Cada uno de ellos, a los que iremos controlando sucesivamente, deberá realizar unas acciones concretas que tendrán repercusión en el tiempo de sus compañeros.
Hay pocos videojuegos que hayan envejecido tan bien como “El Día del Tentáculo“, y puede volverse a jugar hoy sin perder ni un ápice de de jugabilidad. La historia, el desarrollo, los puzzles y las mecánicas de “Day of the Tentacle” siguen funcionando a las mil maravillas treinta años después. Solamente por “Day of the Tentacle” merecería la pena mantener una disquetera de 3,5 en nuestro ordenador, si eso fuese posible, aunque para hacernos la vida más fácil hace unos años (en marzo de 2016) salió a la venta una versión remasterizada de “El Día del Tentáculo“, con gráficos de mayor resolución, y el juego también permitía cambiar a la versión original.
¡Por cierto! ¿Sabéis que mientras jugábamos a “El Día del Tentáculo” podíamos jugar también, a la vez, a “Maniac Mansion” original? Un metajuego. Un juego dentro de un juego. ¿Cómo? Si acudíamos a la habitación de Ed en el presente y hacíamos click en el ordenador podíamos jugar entero con el primer juego desarrollado por LucasArts.
A ver, yo entiendo que estafa es cuando te quedas tú el dinero, no cuando el dinero es un donativo…