La recopilación de ‘dailies‘ y ‘sundays‘ de Dick Tracy alcanza su tercer volumen en la colección Sin Fronteras en la que Dolmen Editorial nos viene ofreciendo lo mejor de las tiras de prensa norteamericanas y que los fans recibimos con regocijo.
Dick Tracy y su departamento de policía reciben por fin la radio bidireccional de muñeca, antepasada de nuestros teléfonos móviles de ahora, que se convertirá en uno de los iconos visuales de la serie cuando nadie esperaba que un día pudieran hacerse realidad.
Pero la ambición de los delincuentes a los que Tracy se enfrenta no necesita, todavía, artilugios tecnológicos. Basta la sed de venganza contra un empresario multimillonario, el ansia de heredar de una tía anciana que aún cree en el amor, una guerra de bandas callejeras o el misterioso poder del hombre llamado Influencia para que la policía tenga las manos ocupadas.
Este tercer libro de “Dick Tracy” publicado por Dolmen Editorial lleva por título “Bajo el poder de Influencia” e incluye tiras diarias y dominicales del famoso detective de policía creado por Chester Gould. La tira “Dick Tracy” debutó en el “Detroit Sunday Mirror” el 4 de octubre de 1931 y pronto dio el salto a periódicos de la importancia de “The New York Daily News” y “The Chicago Tribune“. Desde ese momento, Chester Gould dedicó su vida a escribir y dibujar la tira diaria y dominical que él mismo había creado y, por consejo del editor Joseph Patterson, bautizado como Dick Tracy a partir de la idea original “Pain Clothes Tracy“.
El principal mérito del cómic strip “Dick Tracy” es su realismo sin parangón respecto a otras tiras contemporáneas suyas. Como se vio desde el primer volumen, la historia fluye sin cortes, los personajes entran para quedarse y otros mueren por el camino. El realismo del que hablo está referido al enfoque con el que trata cada historia, sin romanticismo alguno, sin prejuzgar a los implicados. Son casos policíacos que podrían ser verídicos, donde tienen tanto protagonismo los personajes como ciertos lugares u objetos que ayudan a la resolución de cada caso. La frialdad con la que Chester Gould dibuja los asesinatos (como el de la madre de Melody o Florence) es otro de los elementos que hace sobresalir esta serie de la marabunta de imitadoras: están descritos fríamente y dejan helado al lector.
Pero da igual, no hay tiempo para velar a los difuntos, la historia corre tan rápida como el tiempo de nuestras vidas. De hecho, la trama avanza según el tiempo que marca la dominical, sucediendo los acontecimientos en tiempo real, como se ve en el desarrollo de la historia en la que la niña cantora Melody nos deleita con un villancico de nochebuena y en la tira siguiente Vitamin nos felicita las navidades, justo en la fecha correcta de la aparición del diario. En tiras de otros autores era habitual crear un christmas para felicitar tan señalada fecha, pero no sucedía de una manera tan natural e integrada como aquí.
La principal inspiración para esta serie la daban las noticias de la época, acaparadas por Al Capone al que apodaban ‘Scarface‘ y todos los demás gángsters que controlaban diferentes sectores de las ciudades más criminalizadas. Durante los años de la Prohibición (1920-1933) un agente de la ley se había hecho fuerte y alcanzado la fama: Eliot Ness y su grupo de Intocables. En cierto modo Dick Tracy se inspira en ese arquetipo de policía, rodeado de sus fieles ayudantes. Llega hasta el fondo de los casos jugándose la vida, pues Dick Tracy no es un hombre de hierro y sangra y es hospitalizado si el villano de turno lo atrapa en sus redes, como podemos ver cuando cae en la trampa del criminal Influencia.
En este tomo observamos un uso constante de uno de los artilugios que ayudan a Tracy y su equipo, la “radio bidireccional de muñeca” (creada por el inventor llamado Brilliant como vimos en el tomo anterior), que se adelanta varios años a objetos de uso parecido, como los walkies o los móviles. De hecho, inspiró la invención del teléfono móvil de Martin Cooper. Gracias a esta radio, Tracy tiene facilidad para comunicarse con su equipo y resolver situaciones de peligro. En 1964 este cacharro mutaría a un televisor bidireccional de muñeca. ¡Qué adelantados estaban en esta tira!
Qué demonios, es la caracterización de cada uno de los personajes lo que hace esta serie un disfrute absoluto. Aquí tenemos un buen muestrario de ellos: B. O. Plenty, Vitamin Flinheart (que regresa por la puerta grande), Melodía, Diet Smith (un industrial excéntrico), Brilliant (el inventor de la radio bidireccional), Christmas Early, Suspiros, Gárgaras e Influencia entre muchos otros. Es Influencia, con su pétreo rostro de mirada extraña que tiene la facultad de hipnotizar, uno de mis favoritos. Chester Gould lo dibuja de una manera inquietante.
La edición que nos trae Dolmen Editorial, como el resto de la colección Sin Fronteras, es sobresaliente. Como es habitual, Rafa Marín ejerce de maestro de ceremonias con un prólogo lleno de información. La calidad de reproducción de las tiras es altísima y la traducción impecable. Solo se puede añorar el color de las dominicales, que en este serial es brillante y luminoso y que aquí se nos presenta en blanco y negro como en las tiras diarias. Un mal menor, que los fans sabrán perdonar.
“Dick Tracy” es una colección fantástica y que nos deja comiéndonos las uñas por saber cómo continúa la aventura en la que Misty Waters se encapricha de nuestro detective policial.
Dick Tracy (1946-1947): Bajo el poder de Influencia
Autor: Chester Gould
ISBN: 978-84-18510-55-7
Fecha de publicación: Abril de 2021
Formato: 28×21,5cm. Tapa dura. Blanco y negro
Páginas: 176
Precio: 29,90 euros
Pues yo la disfruté, no me pareció tan absurda porque, bueno, ya se veía que algo raro iba a pasar.…