A raíz de la buena acogida que recibió una secuencia de prueba para la película “Deadpool” rodada en el año 2011, protagonizada por Ryan Reynolds y dirigida por Tim Miller, que se filtró (¿interesadamente?) en la red, el film se convirtió en realidad en el año 2014. Como reconocía el mismo Reynolds, “Twitter, Facebook e Instagram pueden mover montañas“. Y así fue, aunque en aquella época Twitter aún no había caído en las manazas de Elon Musk y aún quedaba alguien activo en el Facebook de Mark Zuckerberg.
Basada en el antihéroe más carismático de los cómics de La Casa de las Ideas, el mercenario más bocazas de Marvel Comics de traje rojo y negro, “Deadpool” relata la historia de Wade Wilson, un antiguo operativo de las fuerzas especiales convertido en mercenario. Tras ser el sujeto de un experimento que le otorga el poder de curación acelerada, como Lobezno, adopta el alter-ego de Deadpool, al que en los cómics de Marvel en castellano se conoce como Masacre. Armado con sus nuevas habilidades y un retorcido sentido del humor, se propone dar caza al hombre que casi destruye su vida.
Dirigida por un “gilipollas” (tal y como nos dicen en los títulos de crédito), protagonizada por Ryan Reynolds, Morena Baccarin, Gina Carano, T. J. Miller, Olesia Shewchuk, Style Dayne y Ed Skrein, entre otros, la primera entrega cinematográfica de las aventuras de Masacre es la película que todos los aficionados a los cómics de superhéroes de Marvel Comics deseaban ver. Irreverente, juguetona, dispuesta a romper esquemas y saltarse todas las convenciones establecidas del género, es la sátira más descarnada de todas las películas el UCM. Sin piedad, pues aunque utiliza los elementos y las estructuras tradicionales del género, (las peleas espectaculares con bullet-time , los villanos muy villanos, la relación amorosa que le salva el alma, los compañeros y aliados que llegan en su ayuda cuando ésta es necesaria,…) los retuerce y se carcajea de ellos. Las despoja de grandilocuencia. Además es una película no recomendada para menores de 18 años, cargada de tacos y blasfemias, acción hiperviolenta y baños de sangre dignos de un slasher, y mucho sexo. Y rompiendo la cuarta pared, esa barrera invisible que separa la película del espectador, dirigiendose a nosotros con ese tono canalla que adoramos. ¿Qué más se puede pedir?
Como no podía ser de otra manera, “Deadpool” abrió la puerta a una secuela muy digna (“Deadpool 2“, en 2018, dirigida en esta ocasión por David Leitch) y, para nuestra sorpresa, a una tercera que ha de llegar próximamente. Y con el actor australiano Hugh Jackman descolgando las garras de adamantium de Lobezno del perchero donde las había dejado tras la despedida y cierre de “Logan“. Si al final no es una broma, la fecha de estreno de la tercera entrega es el 8 de noviembre de 2024.
De la que no se sabe nada es de una película de Navidad protagonizada por Masacre cuyo guión escribieron Rhett Reese, Paul Wernick y Ryan Reynolds y que “se perdió en el lío de Disney comprando Fox y nunca llegó a hacerse“, contaba el actor. “A lo mejor un día logramos hacer la película. No es un musical, pero es una historia completa sobre la Navidad de Deadpool. Así que, algún día…“
Curioso porque justo ahora ando enganchado a la trilogía de los Arquitectos... y en cuanto acabe con ella iré a…