Satori Ediciones publica “Cuentos de un pasado lejano“, un voluminoso manga que contiene la adaptación a viñetas del “Konjaku Monogatari” por parte del gran maestro Shigeru Mizuki. Este autor nos narra veintitrés cuentos para adultos ambientados en Japón en el siglo XII.
Ya sea en los elegantes palacios de los cortesanos más refinados, o en los templos vetustos de los monjes más venerables o en las chozas desvencijadas de los más humildes, lo inesperado se presenta de repente para darte una lección. Y es que, a veces, los nobles son rudos y libertinos, los sacerdotes se dejan llevar por sus pasiones mundanas y los campesinos pecan de ingenuos. ¿A caso un regente de bien le levantaría la esposa a su anciano tío? ¿Quién si no un monje libidinoso se transformaría en demonio para yacer con la emperatriz? ¿Y esa joven campesina que se ha quedado preñada por comer un nabo…?
Satori Ediciones, editorial especializada en difundir la cultura nipona, ha dado en la diana al escoger esta maravillosa obra. Shigeru Mizuki adapta “Konjaku Monogatarishu” o “Konjaku Monogatari“. Se puede traducir como “Antología de Cuentos del Pasado“. El título “Cuentos de un pasado lejano“, que es como Satori Ediciones la ha titulado, también resulta evocador. El “Konjaku Monogatari” es una colección japonesa de más de mil cuentos escritos alrededor de 1120 durante fines del período Heian (794-1185). Al tener tantos años a sus espaldas, no ha llegado completa a nuestros días. De los treinta y un volúmenes solo se conocen veintiocho, el resto continúan perdidos en el proceloso mar de los tiempos.
Al igual que los cuentos que nos son tan conocidos, los “Konjaku Monogatari” originales comienzan con la frase había una vez (literalmente hace mucho tiempo). Así comienza el primer relato “Intercambio de almas“. En el resto el autor deja de lado esta coletilla. Cada uno de los cuentos está anotado en los márgenes y aunque no es necesario acudir a estas anotaciones, son interesantes porque determinan cuales son las localizaciones actuales, especifican oficios o categorías y muchos más temas. Son ideales para un estudioso de la cultura del sol naciente por lo que no sobran y enriquecen la lectura.
La presente edición reúne en un solo tomo los dos volúmenes de “Konjaku Monogatari” publicados en la serie “Clásicos Japoneses en manga” por la editorial Chûô Kôronsha el 25 de abril de 1995 y el 26 de enero de 1996 respectivamente. Acerca de los autores originales nada sabemos, pues permanecen en el anonimato. En cambio, el autor de la adaptación Shigeru Mizuki (1922-2015) tiene una trayectoria que merece reseñarse. Nacido en Osaka, perdió el brazo izquierdo cuando luchaba en el frente de Papúa-Nueva Guinea en la Segunda Guerra Mundial. Se convirtió en dibujante para el teatrillo callejero ilustrado y posteriormente se hizo mangaka.
Se ganó el reconocimiento de los lectores con obras como “GeGeGe no Kitarô“, “Kappa no Sanpei” y “Akuma-Kun“. Su dilatada carrera fue reconocida por el gobierno japonés cuando le concedió la Medalla Imperial con Cinta Púrpura y la Condecoración del Sol. En 2007 el Salón Internacional del Cómic de Angoulême le dio el premio al mejor álbum por “NonNonBa” y también recibió otro premio por “Operación Muerte“. En 2010 recibió la distinción al mérito cultural de Japón por su significativa contribución a la cultura japonesa. Falleció el 30 de noviembre de 2015.
Esta selección de cuentos es de lo más variopinta. Algunos se adentran en el horror al aparecer en las páginas horribles yokais que se asemejan a los del maestro Kazuo Umezu. Otros tienen un toque picante, como demuestra la portada, que corresponde a la historia “El hombre y el nabo“, donde vemos a un viajero aliviarse en la hortaliza. Una trabajadora de la cosecha intentará mitigar el hambre comiendo de la planta. Las consecuencias no tardarán en producirse. Todos estos cuentos son divertidos, gracias al estilo de dibujo que usa el mangaka en los personajes masculinos, de corte caricaturesco.
Son relatos estrambóticos a los que no hay que buscar moraleja alguna. Muchas veces da la impresión de que los cuentos finalizan de manera serena y anticlimática. Ciertamente, no se buscaba moralizar o adoctrinar con los “Konjaku Monogatari“, simplemente entretener al oyente o lector. A base de temáticas muy variadas: historias del más allá, sucesos extraños, el clan Fujiwara, el karma, ridiculizando a monjes, supersticiones, etc… Temas de gran originalidad y brillantez en su ejecución, trazando con ironía un muestrario de comportamientos de la gente de la época. Destacamos la exquisita ambientación con escenarios muy trabajados. En definitiva, el objetivo de “Cuentos de un pasado lejano” es disfrutar con ellos. Y se consigue con creces.
La edición de Satori Ediciones es espectacular. Aunque es un tomo grueso, se lee espléndidamente. Contiene un par de páginas a color, el resto, unas 550, en blanco y negro; una introducción, el índice de historias y un alocado epílogo del propio Shigeru Mizuki. Su sobrecubierta está diseñada con gusto, así como el resto de este precioso libro. Muy recomendable para amantes de la cultura japonesa, o del manga de calidad.
Cuentos de un pasado lejano
Autor: Shigeru Mizuki
Colección: Satori MANGA
ISBN: 978-84-19035-01-1
Formato: 15x21cm. Encuadernación rústica con sobrecubierta
Páginas: 552
Precio: 22,00 euros
A ver, la de abogados cristianos (me la agarras con la mano) me parece tan estúpido... en fin, además ahora,…