Diábolo Ediciones apela de nuevo a nuestra nostalgia y nos trae “Cromos, cromos y cromos: Un viaje por las colecciones de los últimos 100 años“, de Guillem Medina, un profundo repaso a los álbumes de cromos que hicieron felices a generaciones enteras de niños.
Como nos desvela Guillem Medina en la introducción de este libro, “Cromos, cromos y cromos” es una actualización de otro del mismo autor que publicó Diábolo Ediciones en 2013 y cuyo título reza “Lo tengo repe“. Pero más que una actualización es un libro nuevo, con centenares de nuevos álbumes de cromos, muchos más datos contrastados y una guía bastante útil del coleccionismo de cromos que va casi desde principios del siglo XX hasta la actualidad. El autor confiesa que pueden faltar muchos álbumes que en su día existieron. Tiene razón, ya que crear un libro exhaustivo y completo sería más como una enciclopedia de varios tomos.
“Cromos, cromos y cromos” se ha estructurado por temáticas, más o menos cronológicamente. El primer capítulo nos habla de los cromos que las tabletas de chocolate regalaban a los consumidores, con el propósito de fidelizarlos a la marca. Esta estrategia se remonta al año 1880, cuando el industrial francés Albert Poulain decide incorporar pequeñas litografías de papel impresas a todo color en el interior de los envoltorios de sus tabletas de chocolate. Este fue el punto de partida para que más chocolateras hicieran lo mismo, creando incluso álbumes para colocar esas estampas. En España las empresas del gremio importaron la idea: Amatller, Juncosa, Torras, Boix, Lloveras, Simón… El autor se centra en varias empresas catalanas, como Pi, Sultana o Orthí, pero también nos comenta los álbumes que sacaron empresas de otras localidades, como Hueso, La Cibeles o Elgorriaga, entre otras.
Cada capítulo del libro “Cromos, cromos y cromos” está centrado en una temática diferente: El cine de nuestra infancia, que recorre decenas de álbumes, desde los que contenían estampas de famosos, hasta los más recientes, como “Star Wars: El ascenso de Skywalker” o “Gru 3: Mi villano favorito”. Los álbumes de “El mundo mágico de Disney” ocupan un apartado propio, ya que que las películas de esta gran productora alimentaron los sueños de generaciones de niños, desde sus primeros éxitos, como “Blancanieves y los 7 enanitos”, hasta los más recientes, como “Frozen II”.
Los dedicados a las series de dibujos animados de la televisión, los que tratan sobre la naturaleza y el mundo, los que nos enseñan sobre geografía e historia… Todos ellos tienen cabida en este divertido análisis. Una sección está dedicada a los álbumes para niñas, muy populares antaño, dedicados a los vestidos, trajes regionales o la muñeca Barbie. Después viene un capítulo que contempla las colecciones de cromos dedicadas a ídolos del pop, y otro en la que el deporte es el rey. Para los cromos de fútbol sería necesario un libro entero, así que aquí tenemos un análisis que, como se suele decir, solo rasca la superficie. El último capítulo es un Cajón de sastre en la que aparecen álbumes un poco difíciles de ubicar en los apartados precedentes, como son los de curiosidades, personajes del cómic y los dedicados al circo y a las artes.
En “Cromos, cromos y cromos“, Guillem Medina, experto en estas lides (“Mi mono Amedio y yo“, “Siempre quise ser unos de los Cinco“, “Nuestros ilustradores favoritos“) nos ofrece una lectura didáctica a la par que amena, acompañada por centenares de imágenes que nos harán soltar alguna lagrimilla de emoción y gritar: ¡Ese lo tenía!. Solo echo en falta los álbumes de monstruos, que son muchos y que aquí ni se nombran. ¿Es posible que Diábolo Ediciones esté preparando un libro solo de este tema? “Cromos, cromos y cromos” está editado en cartoné, con papel satinado de calidad. Como el resto de libros de la editorial, este libro es una joya para atesorar y a la que visitar de vez en cuando. Muy recomendable.
Cromos, cromos y cromos: Un viaje por las colecciones de los últimos 100 años
Autor: Guillem Medina
Fecha de publicación: Noviembre de 2022
Formato: Cartoné. Color.
Páginas: 290
Precio: 25,95 euros
A ver, yo entiendo que estafa es cuando te quedas tú el dinero, no cuando el dinero es un donativo…