En el volumen “Batman: Contagio” de ECC Ediciones hay dos arcos argumentales: uno, “Contagio“, que no tiene mucho interés y otro, “La conexión Deadman“, que es magnífico, Y al final ha resultado que es la prescindible historia del virus mutante que amenaza con acabar con la vida de todos los habitantes de Gotham City la que ha dado el nombre al tomo.

Un virus mutante altamente contagioso llega a Gotham City desde África. Al principio permanece aislado en las Torres Babylon, un complejo de edificios situado en uno de los barrios más exclusivos de la ciudad. Pero un fallo en la seguridad del complejo desencadena una plaga de proporciones catastróficas. Para contenerla, Batman reúne a sus mejores amigos. Y cuando eso no basta, a sus peores enemigos.

Hace unos años las portadas de la mayoría de periódicos de medio mundo estaban dedicadas a la epidemia del virus del ébola, su expansión en África y el contagio en otros países, como España y los EE.UU. Lamentablemente, este virus que existe en el continente africano desde los años cincuenta no había sido noticia hasta que los países occidentales se dieron cuenta que sus efectos podían llegar hasta su territorio, y una vez que aparecieron los primeros casos la alarma se extendió hasta límites insospechados. Por primera vez, el ébola representó una amenaza real para los países occidentales y esto provocó la aceleración de ensayos para una serie de tratamientos y vacunas que se habían investigado pero cuya eficacia nunca se había evaluado.

Aún hoy, varios años después, la peor epidemia de Ébola de la historia que golpeó a África occidental desde diciembre de 2013 y que ha provocado miles de muertos, aún se resiste a desaparecer. Durante el año 2016 aparecieron casos en Liberia, Guinea o Sierra Leona, aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara oficialmente el fin de la epidemia. Recientes estudios científicos han demostrado que el virus es capaz de resistir activo en el organismo de pacientes sanados durante más de un año, lo que obliga a redoblar la vigilancia.

El mundo estaba, y sigue estando, mal preparado para afrontar este tipo de situaciones. Tanto desde el punto de vista médico como social, y aún menos desde el punto de vista institucional. Y ni siquiera los héroes más poderosos de la Tierra tendrían poderes suficientes para erradicar la epidemia, y solamente podrían ayudar a la la comunidad internacional, a los voluntarios, a las instituciones científicas, a los organismos internacionales, a las organizaciones humanitarias y a las ONG, que desempeñaron un papel fundamental durante la crisis del 2014 y el 2015.

En el primer arco argumental del volumen “Batman: Contagio“, publicado por ECC Ediciones en enero de 2018, un virus mortal conocido como ‘Mortero’ llega a Gotham City desde África, a través de un portador que desconoce la trampa mortal que tiene en su organismo. Este “Batman: Contagion“, que tendrá continuidad en “Batman: Legacy” y “Batman: Cataclysm“, se publicó originalmente entre marzo y abril del año 1997 en varias series de la familia del Hombre Murciélago, incluyendo “Batman: Shadow of the Bat”, “Detective Comics”, “Robin”, “Catwoman”, “Azrael”, “The Batman Chronicles” y “Batman”, sumando un total de doce capítulos. En sus páginas, autores como Alan Grant, Vince Giarrano, Chuck Dixon, Mike Wieringo, Doug Moench, Kelley Jones, Dennis O’Neil o Barry Kitson firman esta historia del Caballero Oscuro, que está dedicada a un asunto que estaba entonces de moda.
Sí, a finales de los años noventa el cine había descubierto el filón de las películas sobre virus mortales, y el auge de las películas de epidemias alimentaba el miedo global a los virus incurables. Con “Estallido” (“Outbreak“), dirigida por Wolfgang Petersen, como título más destacado y que contaba con un reparto de muchísimos quilates con Dustin Hoffman, René Russo, Morgan Freeman, Kevin Spacey, o Donald Sutherland, entre otros. En ella un pequeño mono, portador de un peligroso virus mortal semejante al Ébola llegaba a los EE.UU. desde África, y el pánico se desataba cuando se descubría que todos los que que han estado en contacto con el simio empezaban a mostrar los primeros síntomas de la enfermedad.

Como en el cine, “Batman: Contagio” aprovecha la pandemia para construir un relato a partir de las drámaticas historias individuales, la búsqueda de Batman y Azrael, la enfermedad de Robin, los sentimientos de Alfred, los intereses personales de Catwoman, la maldad de algunos villanos,… a través de las que se relata la evolución de la plaga. El virus puede ser una ficticia versión del ébola, como la del motaba de “Estallido” o de este “Batman: Contagio“, o una invención como el de “Contagio” de Steven Soderbergh, o “A ciegas” de Fernando Meirelles (basada en la novela de José Saramago “Ensayo sobre la ceguera“), que extienden su mortal rastro por el mundo mientras la crisis pone al descubierto las vergüenzas de la guerra bacteriológica y siembra el caos en la sociedad hasta el punto que la población sale a las calles, provocando disturbios y revueltas. Gotham City arde, y la muerte camina por las calles.
Y como en “Estallido“, siempre hay héroes para contener la situación y encontrar la solución. En “Estallido” era Dustin Hoffmann el médico militar que desafiaba a sus mandos para evitar que utilizaran una bomba en la población de Cedar Creek para acabar con el virus… y toda la población civil inocente, y en “Batman: Contagio” son los héroes habituales de Gotham City los que unen sus esfuerzos para encontrar una cura, para localizar a los supervivientes inmunizados de un brote anterior de la epidemia, aprovechar todos los recursos disponibles, contener a la gente enloquecida y desesperada que se ha lanzado a las calles de la ciudad que ha sido declarada zona de cuarentena, y para dar caza a los culpables (que los hay, en la Orden Sagrada de San Dumas). Y, también, enfrentarse a las hordas de villanos de Gotham City que también buscan lo mismo para obtener el premio que les han prometido los habitantes más ricos de la ciudad, que estan encerrados y atrincherados en el complejo residencial de las Torres Babilonia, a cambio de la supervivencia: mucho, mucho dinero.

Tal y como comentábamos al principio, “Batman: Contagio” es una aventura menor del Caballero Oscuro, que queda ensombrecida y minimizada cuando la ponemos al lado de “Batman: La conexión Deadman” (“Batman: The Deadman Connection“) de Doug Moench y Kelly Jones, que llevará a Batman a aliarse una vez más con el fantasmagórico Boston Brand ‘Deadman’ a fin de descubrir el misterio que rodea a una viejas reliquias incas. Una historia que ya formaba parte de “Grandes autores de Batman: Doug Moench y Kelly Jones. La conexión Deadman” de ECC Ediciones, un volumen del año 2014 que recogía cuatro aventuras en las que extraños casos sobrenaturales llamaban la atención de Batman, y contaba con la colaboración y ayuda de Deadman para desentrañarlos. Una obra muy recomendable, tan misteriosa como estremecedora, inspirada en los clásicos de terror, en la que el peculiar dibujo de Jones encaja como un guante. De hecho, de las quinientas páginas del volumen, las más destacadas son las que corresponden al “Batman: La conexión Deadman” de Moench y Jones, sin la menor duda.

Batman: Contagio.
Guión: Alan Grant, Chuck Dixon, Dennis O’Neil y Doug Moench
Dibujo: Barry Kitson, Brett Blevins, Dave Taylor, Graham Nolan, Jim Balent, Kelley Jones, Norm Breyfogle y Vince Giarrano
Edición original: “Azrael núms. 15-16”, “Batman núms. 529-532”, “Batman Chronicles núm. 4”, “Batman: Shadow of the Bat núms. 48-52”, “Catwoman núms. 31-32”, “Detective Comics núms. 695-696”, “Robin núms. 27-30”.
ISBN: 978-84-17276-86-7
Formato: Cartoné, Color.
Páginas: 504
Precio: 42,50 euros