Durante muchísimos años el nombre de John Byrne era sinónimo de calidad. Tuvieron que pasar muchos años para que las editoriales le dejasen de lado por su carácter y su baja calidad, para que, gracias al apoyo de IDW, resurgiese de sus cenizas con propuestas tan entretenidas como este “Trío“que nos ofrece Yermo Ediciones.

 

Trío
Guión: John Byrne
Dibujo: John Byrne
Encuadernación: Rústica
Tamaño: 16,8×25,7 cm
Págs: 96
ISBN: 978-84-94174254
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Precio 12,00 €

Se llaman Uno, Dos y Tres, pero el público los conoce como Piedra, Papel y Tijeras… ¡y juntos forman el equipo de superhéroes Trío! Ahora deben enfrentarse a la amenaza más grande de sus carreras: un hombre submarino, un leviatán surgido de las profundidades del océano, una amenaza del espacio exterior, un villano venido de otra dimensión… ¡y todo esto al mismo tiempo! ¿Serán capaces Trío de sobrevivir a la experiencia?

Discutir fuertemente con las Dos Grandes editoriales estadounidenses es una decisión que no se debería tomar a la ligera, sobre todo si esas discusiones se producen en un momento en el que tu carrera camina, con fuerza, hacia el declive. John Byrne fue, durante muchos años, uno de los baluartes del cómic USA con trabajos como los de Aplha Flight, X-Men, Los 4-F o la renovación de Superman, grandes obras, títulos a los que convendría sumar también su más personal obra: Next Men. Pero el tiempo no pasa en balde y la creatividad de Byrne decayó (quizás por agotamiento, hartazgo, tantas broncas… ¿quién sabe?) y Byrne se fue alejando del mainstream… hasta que llegó a IDW, editorial en la que parece estar reviviendo y tras trabajar en varios de los personajes más fuertes de la editorial (Angel, Star Trek, Jurassic Park…) revitalizó a sus Next Men, trabajó en otros títulos personales como  The High Ways o Doomsday.1 y, poco después, nos ofreció este Trío en el que no sólo homenaje sus anteriores trabajos con personajes como Los 4-F o Superman, sino que nos ofrece una lectura adrenalitica.

Trío no es un comic cualquiera, es un homenaje de John Byrne a una manera de hacer cómics de superhéroes, a un estilo de narrar que no pretende alargar innecesariamente las historias pensando en el TPB que saldrá cuatro meses después, es una historia en la que se concentran amenazas del calibre de Los 4F (y no me digáis que, aquellos que lo hayáis leído, no habéis pensado “uaala, en cuatro números mete a Namor, Galactus y un poco del Doctor Muerte) pero a toda pastilla, sin tiempo para dejar respirar al lector, buscando tan sólo el entretenimiento, que las explicaciones ya llegarán cuando tengan que llegar.

Tengo que reconocer que me ha gustado Trío, no sé lo que me esperaba, pero me hace gracia ver que unos personajes (con unos poderes chorras, todo hay que decirlo) pasen de una situación desbordante a otra sin casi respiro mientras Byrne va sembrando las semillas de la duda sobre sus jefes y va soltando enemigo tras enemigo, como esas maquinitas recreativas de los años 80 que te inundaban la pantalla de enemigos a los que derrotar. De hecho, y ahora que lo pienso, creo que los tres caen inconscientes (en varias ocasiones, de hecho Papel “muere” en dos ocasiones) a lo largo del cómic, normal, tanta pelea, sin tiempo para pensar…

El caso es que he leído reseñas que hablan de que a pesar de que el dibujo está a un muy buen nivel (nadie dibuja maquinaria o ciudad destruidas como Byrne) el guión es “caótico” o “no se detiene”… pero es que ese es el ritmo con el que Byrne quiere jugar, parece que en Trío se esté retando a su mismo a reinventar los orígenes de Los 4F sin necesitar 24 números de los “de ahora” para contar lo que en la serie original sucedía en 2 ó 3 números. Trío es un cómic con un gran dibujo (aunque a esas sosías de Lois Lane le daba de cabezazos, ¡ha matado a Jimmy Olsen!) y un ritmo de lectura frenético, Piedra, Papel y Tijeras (de verdad, los nombres son bastante absurdos) no tienen tiempo para pensar se enfrentan a la posible muerte de un compañero (otra más, según informa Byrne), a un Namor con muy mala leche e insisto psicópata-homicida, a un Leviatán (que recuerda más a Fin Fang Foom), a una versión de Estela Plateada en modo bicho, a un Galactus que acaba de visitar una tienda de ropa de El Cuarto Mundo de Jack Kirby y a una mezcla entre el Doctor Muerte y Cráneo Rojo. Si además de todo eso, y de retratar excelentemente toda esta destrucción, alguien espera que el guión sea muy sesudo… es que no ha entendido el juego que nos propone Byrne.

Por cierto, otro punto que he leído en muchas reseñas es que Byrne realiza un ejercicio de nostalgia y bla bla bla, sí, lo mismo hizo en Spider-man: Capítulo Uno y ya sabemos cómo acabó aquello. Trío no es lo mismo, ni se le parece, está muy por encima de aquél otro “ejercicio de nostalgia”, de hecho os reto a comprobarlo.

Ya hemos mencionado, aunque sea de pasada, que gráficamente Trío está muy bien hecho, Byrne parece reencontrarse con su mejor versión (aunque con un entintador como Terry Austin imagino que el acabado hubiese sido aún mejor) y tan sólo tengo que lamentar el momento “cámara de vídeo” que, la verdad, muy documentado no debe estar. Por todo lo demás Trío me recuerda al mejor Byrne, y aplaudo su regreso al género de los superhéroes porque, sinceramente, se le echaba de menos.

En cuanto a la edición española de Trío, esta viene de la mano de Yermo Ediciones, lo que no es de extrañar ya que su editor, Carles Miralles, es fan de Bryne, motivo por el que recupero las esperanzas de poder leer The High Ways, Doomsday.1 o Triple Helix, ya que soñar con las historias de Star Trek quizás sea pedir demasiado. De la edición de Yermo hay que decir que es una lástima que no haya algún artículo que nos ponga al día de los últimos años de Byrne o de los homenajes que nos ofrece Trío, pero que, por lo demás, estamos ante una edición impecable.

En definitiva, Trío es un cómic que disfrutarán aquellos lectores ávidos de acción y, cómo no, los que fueron fans de Byrne en los 80 y 90, pero no es sólo un cómic nostálgico, es un cómic bien escrito, con un gran dibujo y que deja muchas preguntas para su segundo volumen (no confundir esto con que tenga un mal guión), un título que estoy deseando tener en mis manos.