El actor afroamericano Denzel Washington ya contaba con un Oscar como mejor actor de reparto (por “Tiempos de gloria“, en 1989), una carrera trufada de éxitos (“Malcom X”, “Mucho ruido y pocas nueces“, “El informe Pelícano”, “Philadelphia”, “Marea Roja“, “Huracán Carter”,…), el respeto de la profesión y el aprecio sincero de los espectadores cuando, en el año 2001, le ofrecieron uno de sus papeles más memorables para hacer una de sus mejores interpretaciones: el policía corrupto Alonzo Harris de “Training Day“. Gracias a este film, Washington ganó su segunda estatuilla dorada, la primera como mejor actor principal.
Protagonizada por Denzel Washington, Ethan Hawke, Scott Glenn, Tom Berenger, Cliff Curtis y Eva Mendes, entre otros, “Training Day” nos presentaba al sargento Alonzo Harris, uno de los agentes de narcóticos más respetados del Departamento de Policía de Los Ángeles, un tipo con más de diez años de experiencia que usa métodos poco éticos pero con resultados efectivos y contrastados. Jake Hoyt es un policía novato e idealista recién llegado a la brigada de narcóticos que se convierte en el nuevo compañero de Harris. Junto a su mentor, y durante un día harán, la ruta por las calles de los barrios más conflictivos de Los Ángeles donde Jake descubrirá que, para sobrevivir en la jungla del asfalto, hay que saber moverse al borde de la ley y, en ocasiones, cruzar la línea. Lamentablemente también descubrirá que Alonzo se ha alejado demasiado del buen camino, tiene una deuda muy elevada que saldar con la mafia rusa, y que sus métodos no van a conseguir salvarlo del infierno.
Este thriller fantástico, violento y duro, con un guión sólido de David Ayer, una dirección solvente de Antoine Fuqua, y un par de protagonistas que lo bordan aunque es Denzel Washington el que brilla con luz propia, es una versión moderna de “Fausto“. El corrupto y perverso encantador de serpientes Alonzo Harris es un Mefistófeles que intenta obtener el alma de Jake Hoyt ofreciendo al principiante todo aquello que uno podría desear, seduciendo al inocente con poder, dinero y mujeres. Todo ello en la versión urbana del infierno, como es la ciudad de Los Ángeles bajo un sol abrasador.
A ver, la de abogados cristianos (me la agarras con la mano) me parece tan estúpido... en fin, además ahora,…