Han pasado 3 años desde que Netflix estrenase The Babysitter y la verdad es que disfruté muchísimo con la primera entrega, tanto como para perdonar que el director fuese McG y el ridículo, por humorístico, uso del gore que se hace en la película, aunque sin duda lo que más me gustaba era el personaje de Judah Lewis, Cole, y el de la babysitter, Samara Weaving, Bee, aunque debo reconocer que la película tenía personajes realmente interesantes como puede ser el de Robbie Amell, Max (psicópata sin camiseta, porque sí), Allison la vecinita de al lado, o la estúpida cheerleader Phyliss, interpretada por Bella Thorne (es, posiblemente, el personaje más divertido de las dos películas). Por cierto, es de agradecer que aquí haya escenas de flashback para que se nos explique las motivaciones psicópatas de la mayoría de personajes.
The Babysitter era una película a medio camino entre el gore, el ridículo y el humor, optando claramente por contar con personajes entrañables y estúpidos que conectaban excepcionalmente bien a la vez que homenajeaban un género de películas de terror, y que, con el tiempo, ha dado lugar a una nueva entrega: The Babysitter: Killer Queen.
En The Babysitter: Killer Queen veremos que la vida de Cole no ha sido un camino de rosas desde que sobreviviese a su lucha contra el equipo de psicópatas que intentó obtener su sangre para conseguir todos sus deseos gracias al Libro del Diablo. Ahora, 2 años después, sus asesinos regresan del Infierno con su “noble” misión restaurada: obtener la sangre de Cole para conseguir volver a la vida, mientras él ha estado pasando un infierno ya que ni sus padres, ni sus compañeros de instituto le creen, lo que no ha facilitado demasiado su vida e incluso le ha llevado a tener dudas sobre si lo ocurrido aquella noche fue real.
El único apoyo de Cole es Allison, a quien ya conocemos de la primera entrega y que aquí… en fin, hace un poco de objeto del deseo y poco más aunque sí que es el principal soporte de Cole. Además, cómo no, contamos con un plot twist al más puro estilo Hitchcock que os gustará muchísimo porque cambia la historia.
Por otra parte disfruté muchísimo con la película original y lo mismo me ha sucedido con The Babysitter: Killer Queen, su secuela, porque aunque Cole se ve obligado a huir de sus asesinos… lo que al final pasa en ambas películas es que se los va cargando uno tras otro, hasta el punto de que sus asesinos le acaban teniendo miedo a él. No es la única escena buenísima de la película, ver como Max le llama “semental” no tiene precio. Es muy gracioso ver cómo se invierten los tópicos del género y la presunta víctima se acaba convirtiendo en el asesino en realidad que va a matando uno tras otro a sus supuestos cazadores.
The Babysitter es una película de terror muy divertida y su secuela lo es aún más, aunque decepcionará, seguramente, a los fans más radicales del terror el resto del público disfrutará muchísimo con estas películas… sobre todo si no tienen problemas con el exceso de sangre, decapitaciones, miembros amputados y muertes violentas y ridículas.
Pues yo recuerdo está película con mucho cariño. Quizás no llegue al nivel de Toy Story o Gremlins pero... ¿qué…