Siempre he pensado que las antologías de relatos breves es el formato que mejor encaja en el género de la ciencia-ficción. Quizás esta impresión se deba a que muchos nos sumergimos en este tipo de literatura de la mano de las antologías recopiladas por Isaac Asimov “La edad de Oro de la ciencia-ficción” que editó Martínez Roca a principios de los años setenta, en aquellos reconocibles libros de color negro que tenían nuestros padres en sus estanterías, y que heredamos de ellos como si fuesen un tesoro.
Una cuidada selección de historias sorprendentes, terribles y maravillosas, escritas por los mejores autores de la literatura especulativa mundial; relatos, en general, galardonados y/o finalistas de los más prestigiosos premios internacionales. Una narrativa accesible para cualquier lector preocupado por nuestro presente y futuro.
En noviembre del pasado año 2014 el sello Fantascy del grupo editorial Penguin Random House publicó la tercera entrega de la antología de relatos de ciencia-ficción “Terra Nova”, que en esta ocasión abandonaba los senderos más conocidos y habituales del género que las dos entregas anteriores nos ofrecieron para, a través de once relatos de otros tantos autores, adentrarse en escenarios posibles y realistas de un futuro cercano a partir de los substanciales cambios que ha vivido nuestro mundo en la última década. No, la ciencia-ficción no ha perdido la capacidad especulativa que ofrecían las obras de los grandes maestros de antaño, y los cuentos de “Terra Nova 3” son una prueba de ello. De la mano de once relatos de escritores nacionales e interacionales, algunos de ellos de gran prestigio, como Paolo Bacigalupi, China Miéville, Ken Liu, Paul J. McAuley, Liu Cixin, Emilio Bueso, Eduardo Vaquerizo, Jorge Baradit, Miguel Santander, Ricardo Montesinos y Sofía Rhei, descubriremos como podríamos acojer en nuestro planeta a una raza extraterrestre formada por ancianos desválidos, el potencial de la información servida a través de la red de redes global, el auge y la caída de la tecnología de los ascensores orbitales, la inteligencia desarrollada y el límite entre la mente biológica y la mentre artificial, el inevitable ascenso del nivel del mar a causa del deshielo de los casquetes polares o la reproducción del ser humano como un lujo al alcance de unos pocos, así como tramas que nos hablarán acerca de ética periodística o del desarrollo de un nuevo lenguaje capaz de moldear el pensamiento.
Es bueno recordar que la primera entrega de esta antología recopilada por Mariano Villarreal, fechada en el año 2012, llegó a las liberías después de un proceso de financiación por suscripción por parte de una pequeña editorial especializada y que, tras recibir críticas sobresalientes de los aficionados a la ficción especulativa y obtener hasta siete nominaciones en los Premios Ignotus, el sello comercial Fantascy no dudó ni un instante en convertir en franquicia el proyecto y editar en 2013 un segundo volumen, con narraciones breves que denunciaban el totalitarismo, la dominación de la mujer y el desprecio por los derechos humanos, junto con sobrecogedores testimonios de guerra, perturbadoras fantasías políticas, inusuales historias de amor, comprometidas propuestas éticas y poéticas apologías de la belleza y la música. De una idea que más de uno no se hubiera atrevido a impulsar, surgida de la mente inquieta del responsable del portal bibliográfico Literatura Fantástica Mariano Villarreal, pasando por la financiación para ver la luz de la mano de una pequeña editorial como Sportula hasta desembocar en el poderoso grupo Penguin Random House con dos entregas, prestigiosos nombres como Ken Liu, Greg Egan, Paolo Bacigalupi y China Miéville entre los autores de los relatos de temática distópica y de ciencia-ficción, primeras firmas del género a nivel nacional e internacional con cuentos premiados o finalistas de los más importantes galardones de la ciencia ficción mundial, y que convertía de facto a “Terra Nova” en una selección periódica anual. Todo un logro al alcance de pocos. Una buena idea, fuerza de voluntad, y una pizca de suerte.
A nivel comercial, suele decirse que las antologías venden menos que las novelas. Es cierto, y los números lo demuestran, pero el mercado de los relatos breves y de las antologías, sean del género que sean, existe y reclama productos nuevos, frescos y originales. El problema de una antología, y quizás también una de sus virtudes, siempre es el mismo: la heterogeneidad. Son relatos distintos de autores diferentes, que tratan temas parecidos por un patrón preestablecido por el recopilador. Y esto genera discontinuidad en la lectura.
El lector debe ajustar su enfoque con cada punto y final, pues puede empezar con un cuento excepcional que marque un listón muy alto a toda la antología para caer, justo a continuación, en un relato banal y de calidad muy inferior. O a la inversa: que el antólogo haya dispuesto los relatos en orden ascendente (de calidad, o de extension, o de relevancia,…) para aumentar la experiencia lectora y que lo que consiga, por el contrario, sea desmotivar al lector en las primeras páginas. Realmente me pregunto cómo habra pensado la distribucion de relatos Mariano Villarreal, cuales son los conceptos por los que se ha regido para distribuir los textos, si hay una idea preconcebida, un plan previo, o si se ha dejado llevar por el estómago, la cabeza, el corazón o, simplemente, el azar.
Sea como sea, lo cierto es que los mejores textos de “Terra Nova 3”, y los más mediáticos por la relevancia internacional de sus autores, son justamente los tres que abren la antologia (“El jugador” de Paolo Bacigalupi, “Mono no aware” de Ken Liu y “La Cuerda es el mundo” de China Miéville), para desembocar luego en uno de los más flojos de todo el volúmen (“La próxima vez que se desate la tormenta sobre nosotros” de Emilio Bueso) sino el más mediocre. De todas maneras una de las grandes ventajas de las antologías de relatos es que uno puede pasar por cualquiera de los volúmenes o de los relatos, de forma independiente y yo debo reconocer que he llegado a “Terra Nova 3” sin haber pasado antes por las dos estaciones anteriores… aunque no tardaré mucho en hacerme con ellos.
Son once relatos, con un buen equilibrio entre producción extranjera y autóctona, que plantean miradas distópicas e ideas especulativas acerca de un futuro no tan lejano, y que Mariano Villarreal describía muy ajustadamente y de forma breve en una entrevista reciente: “El cuento de Bacigalupi es uno de los mejores que he leído del autor (por eso abre el volumen), que el de Miéville es una muy interesante rara avis dentro de su producción, el de Ken Liu deleitará a sus cada vez más numerosos incondicionales, el de McAuley posee una excepcional ambientación post desastre y el de Cixin es una de sus historias más celebradas y accesibles; en cuanto a españoles, estoy seguro de que el relato de Emilio Bueso dará mucho de qué hablar, el de Vaquerizo plantea un interesantísimo dilema filosófico, Baradit ofrece un cuento muy en su línea, Sofía Rhei su gran sensibilidad, Montesinos da la talla con creces y la excepcional trama de Miguel Santander bien merecería figurar en la pequeña historia de la ciencia ficción española (por eso cierra el volumen).” Por el contrario, entre los defectos de la antología, hay que señalar que la breve introducción que acompaña a cada uno de los relatos, que ofrece datos sobre el autor, sobre su obra y sobre la historia que llega a continuación, debería estar al final de cada texto y ahorraría al leyente algunos spoilers o datos que, quizás, no quiera conocer antes de la lectura. Y entre las decisiones afortunadas de este “Terra Nova 3” encontramos haber prescindido de las portadas naif de Ángel Benito Gastañaga, responsable de las ilustraciones del primer y el segundo número que no le hacían ninguna justicia a la calidad del contenido, y haber optado por una imagen más conceptual, obra del artista e ilustrador Adam S. Doyle.
Por último, como conclusión, no puedo más que recomendar esta antología de relatos de ciencia-ficción, que incluye once relatos con un nivel medio muy alto, donde solamente un par de relatos no alcanzan el aprobado pero media docena rozan el sobresaliente. Esto, en la opinión del reseñador que firma este texto. Cuentos fascinantes, que hoy nos plantean dilemas éticos y morales sobre nuestro mañana, un futuro en el que no estaremos presentes, y quizás tampoco nuestros hijos, pero cuyas respuestas hemos de empezar a construir desde hoy mismo. La ficción especulativa como la que nos ofrece “Terra Nova 3” nos ayuda a construir los cimientos, sólidos y coherentes, para atrevernos a pisar ‘aquel lugar desconocido’, un futuro plagado de torres que llegan al espacio, prótesis robóticas, manipulaciones genéticas, lenguajes experimentales, inmigración alienígena o las consecuencias catastróficas del cambio climático. ¿Estamos preparados para todo esto? No. Rotundamente no, pero relatos como estos nos permiten elucubrar opciones y alternativas e imaginar las consecuencias que derivarían de nuestras decisiones, muchas de ellas sorprendentes.
Deseamos larga vida a la iniciativa “Terra Nova”, y esperamos desde hoy mismo su cuarta entrega.
Una narrativa accesible para cualquier lector preocupado por nuestro presente y futuro.
Terra Nova 3
Autores: Paolo Bacigalupi, China Miéville, Ken Liu, Paul J. McAuley, Liu Cixin, Emilio Bueso, Eduardo Vaquerizo, Jorge Baradit, Miguel Santander, Ricardo Montesinos y Sofía Rhei
Traducción: Manuel de los Reyes, Pilar san Román, Carlos Pavón y Raúl García Campos y Javier Altayó
Publicación: Noviembre del 2014
ISBN: 9788415831426
Páginas: 480
Precio: 17,00 euros
Pues yo recuerdo está película con mucho cariño. Quizás no llegue al nivel de Toy Story o Gremlins pero... ¿qué…