Durante muchos años el director británico Guy Ritchie era más conocido por ser el marido de Madonna que por sus películas, y esa es la consecuencia de vivir a la sombra de una figura mediática como la ‘ambición rubia’. De hecho el mismo año 2000 en el que Ritchie y Madonna se casaron y llenaron las portadas de los tabloides de medio mundo también es el año en el que se estrenó “Snatch. Cerdos y diamantes“, una de las mejores películas de cine negro de todos los tiempos. “Snatch“, título original al que en la versión en castellano añadieron un innecesario y caprichoso “Cerdos y diamantes“, es una comedia negra que sigue el mismo patrón que la opera prima de Ritchie “Lock & Stock“, con evidentes aromas a “Pulp Fiction” y toda la filmografía tarantiniana: un reparto de personajes coral, en la que se entrecruzan historias, tramas, personajes y capítulos, a un ritmo frenético e hiperviolento, cargado de humor negro, como si fuese un videoclip. Son películas que están guisadas, por así decirlo, en la misma cocina.
La historia, escrita por el mismo Guy Ritchie, nos contaba como Franky Cuatro Dedos, ladrón y traficante de diamantes, se dirige a Nueva York para entregar un enorme diamante de 86 quilates a su jefe. Pero antes hace escala en Londres, donde se dispone a dejar algunas gemas más pequeñas en el mercado de joyas de Hatton Gardens. Por el camino se le ocurre apostar en un combate ilegal de boxeo, sin darse cuenta de que el promotor, Boris el Navaja, le ha engañado. Y así confluyen, en apenas hora y media, ladrones de diamantes, gángsters americanos y británicos, villanos torpes, matones a sueldo, boxeadores gitanos, mafiosos rusos, perros hambrientos, granjas porcinas… y dos novatos promotores de boxeo sin licencia, El Turco y Tommy, a los que se les tuerce el negocio cuando un boxeador gitano-irlandés mucho más listo de lo que parece empieza a jugar según sus propias reglas, y el dúo de truhanes se encuentra hasta el cuello en un montón de problemas.
Protagonizada por Jason Statham, Vinnie Jones, Brad Pitt, Benicio del Toro, Jason Fleming, Lennie James, Mike Reid y Alan Ford, entre muchos otros, “Snatch” es la mejor película de Guy Ritchie, el hoy ex-marido de Madonna que pone la voz a una de las canciones de la banda sonora (en concreto, “Lucky Star“), que ha demostrado ser uno de los más brillantes narradores del cine británico contemporáneo y uno de los mejores discípulos de Quentin Tarantino. Ese estilo que emula al pulp y los thrillers de serie B, los moderniza y los barniza con violencia desatada, diálogos brillantes, ángulos de cámara sorprendentes y un ritmo endiablado. Dice la leyenda que el personaje de Brad Pitt no estaba en el guion original pero que el actor, que era un gran fan de “Lock & Stock“, le preguntó al director si tenía algún papel para él en su siguiente película. No lo tenía, pero lo tendría. Ritchie le preparó el personaje de un boxeador inglés pero, ante las dificultades del actor para obtener el acento inglés correcto, el director reconvirtió al boxeador inglés en Mickey O’Neill, un ‘pikey‘ de acento incomprensible que brilla durante el metraje como ningún otro personaje.
Yo me quedé a falta de 2 libros, creo, así que en algún momento tendré que ponerme al día. No…