En Marvel Cómics han sabido cómo conquistarnos con estas nuevas Secret Wars, una serie que originalmente deslumbró por dos detallitos y que en esta nueva edición nos tiene absoluta y completamente hechizados, con la sexta entrega Jonathan Hickman y Esad Ribic suben aún más las apuestas, y nosotros encantados.
Secret Wars 6
Edición original: Secret Wars 6 USA
Guión: Jonathan Hickman
Dibujo: Esad Ribic
Formato: Comic-book, 40 págs. a color.
2,95€
¡Sigue el mayor evento de la historia del cómic! Llega la guerra final. Disponible edición con cubierta de Alex Ross y edición con cubierta alternativa de Gabriele Dell´Otto.
Un mes más he logrado esperar bastante antes de leerme la siguiente entrega de las Secret Wars y es que el hecho de que aún queden pendientes tres números obliga a comerse las uñas antes de saber qué sucederá con el futuro de lo que queda del Universo Marvel (y aquí reconozco que tener los avances de lo que vendrá le quita gracia al asunto) tras el ataque de Muerte a los Todopoderosos. La llegada de los héroes supervivientes a MundoBatalla ha “obligado” a Dios Muerte a tomar medidas tan extremas como asesinar a Extraño o poner a Valeria investigar el asunto (claro, como que ella no va a acabar por descubrir la verdad… para que luego nos inviten a no dudar de la divinidad).
El Spot On del sexto número nos recuerda que la mayoría, que no todas, de las obras tienen tres actos y que Hickman, consciente de ello, ha dedicado 3 grapas a cada acto. Aquí acaba el segundo acto y no puede hacerlo de una forma más inquietante: los Spider-man supervivientes, Peter y Miles, encuentran al Hombre Molécula tras hablar con Valeria (que ya sabe quién asesinó al sheriff Extraño), Thanos descubre la verdad tras el Muro (¡¡y cómo!!) y los acontecimientos están a punto de desencadenarse mientras los (algunos) barones conspiran y una rebelión llama a las puertas del castillo del Dios Muerte que cada vez demuestra con mayor claridad que su poder se afianza sobre el barro y que no se ha alejado tanto de la humanidad como se suponía.
Lo cierto es que Jonathan Hickman deja muchas cosas en el tintero (como esa rebelión que amenaza al propio Dios Muerte), detalles que habrá que rellenar con otros cómics (recordemos que una de las premisas de las Secret Wars es la de sacarnos los cuartos), pero en líneas generales vemos que se está preparando la de Dios, y es que a Muerte comienza a pesarle el Poder que ostenta (como ya sucedió en las Secret Wars clásicas) y eso le llevará a, inevitablemente, enfrentarse a Reed Richards, un ser al que se había asegurado de eliminar de la existencia y que ahora ha regresado por duplicado. No tengo claro cómo acabarán estas Secret Wars, pero sí tengo claro lo muchísimo que las estoy disfrutando.
Una vez más tengo que reconocer que el trabajo de Esad Ribic es espectacular, perfectamente acompañado por un color que resalta aún más las características de su dibujo y le otorgan un plus al resultado final, desde luego que estas nuevas Secret Wars superan a las originales en el apartado gráfico sin ningún tipo de duda.
En cuanto a la edición de Panini, bueno, ya sabéis que tenemos dos versiones, con dos portadas, Alex Ross y Gabriele Dell´Otto en esta ocasión, aunque yo me decanto, siempre, por la de Alex Ross. Mención aparte sería la de mencionar que en Panini han sabido sustituir a la perfección el Correo de Lectores tradicional (al menos para los veteranos como yo) con esos realmente interesantes Spot On que suponen un extra al propio tebeo al destacar elementos que se nos podrían haber pasado por alto.
En definitiva las Secret Wars están siendo una auténtica aventura que ha logrado que vuelva a comprar grapa mensualmente y que disfrute como un niño, esto no supone una carta blanca para Marvel, si quieren que siga tendrán que luchar para retenerme… lo malo es que tienen mucho camino ganado ya…
Pues de empatía con las pelis de zombies entre 0 y nada, así que hice bien en no verla. Y…