Como es habitual con cierta regularidad, Mark Knopfler vuelve a deleitarnos con un disco en solitario que es una perla en sí mismo, un regalo para los oídos y, como suele ser habitual cada vez que saca uno, vuelvo a deshacerme en elogios.

 

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Lista de canciones

1. “Border Reiver”   4:37   ****
2. “Hard Shoulder”   4:36   ****
3. “You Can’t Beat The House”   3:25 ***
4. “Before Gas & TV”   5:51  ***
5. “Monteleone”   3:37      ****
6. “Cleaning My Gun”   4:44  ***
7. “The Car Was The One”   4:02  ***
8. “Remembrance Day”   5:03 ***
9. “Get Lucky”   4:36  ***
10. “So Far From The Clyde”   6:01  *****
11. “Piper To The End”   6:18  ***

Mark Knopfler: voz, guitarras y mandolina
Guy Fletcher: teclados
Richard Bennett: guitarras
Matt Rollings: piano y órgano
Glenn Worf: bajo y guitarras
Danny Cummings: batería y percusión
John McCusker: violín
Phil Cunningham: acordeón
Michael McGoldrick: flauta

Sexto disco en solitario de Mark Knopfler tras Golden Heart (1996), Sailing to Philadelphia (2000), The Ragpicker’s Dream (2002), Shangri-La (2004) y Kill to Get Crimson (2007) y qué queréis que os diga, soy absolutamente subjetivo cuando hablo de su música porque a mí después de todo lo que lleva compuesto me parece que está ya más allá del bien y del mal. A estas alturas creo que es un músico grandioso y sus canciones con dire straits como en solitario le avalan cada nuevo disco me parece un auténtico regalo.

Evidentemente Mark Knopfler no es hoy por hoy un cantautor para grandes masas, hace discos con un estilo propio y personal que no suelen emitir las emisoras dedicas a los superéxitos y rankings y mucho menos se escucha su música en garitos, bares y zonas de marcha. Además en el caso que nos ocupa “Get luckY” es un disco de músicas melódicas, suaves, con un cierto tono melancólico y nostálgico en el que predominan medios tiempos y tonadas casi etéreas. Es un disco para escuchar en la intimidad, en calma, disfrutando de las melodías, con sosiego y en ese ámbito es un señor disco, otro más.

En esta ocasión Knopfler deja un poco de lado el toque country de discos anteriores y se centra en el folk escocés (él nació en Glasgow) que está de fondo en casi todos los temas, recuperando así una línea que le reportó grandes éxitos como la banda sonora de “Local hero” pero también incorpora “guitarreos” suaves muy en la línea de las baladas de Dire Strais (oígase “Remembrance day” que es uno de los temas que más pronto impactan). Una y otra influencia se entremezclan en la mayoría de las canciones de este disco siempre con un tono pausado y delicado que hay que escuchar varias veces para ir paladeando. Esta es otra de las características de Mark Knopfler y es que su música hay que ir saboreándola con sucesivas audiciones y se va disfrutando más con ellas.

La característica esencial de “Get Lucky” es como digo el tono melódico desplegado en forma de blues como en “You can’t beat the house” (la canción que menos me gusta porque me gustan todas), con base folk como en  “Get lucky”, “Piper to the end” o “Before gas & TV”, con un estilo acústico próximo a los Straits caso de “Cleaning my gun” o “The car was the one” y la única canción que acelera un poco el “pulso” rítmico es la magnífica “Border reiver”, que comienza suavemente con unas flautas celtas y va acelerándose ligeramente hasta convertirse en un cántico que se queda instalado en nuestro recuerdo.

Eso sí las tres perlas, que todo disco de Knopfler tiene alguna, las tres canciones que me han parecido maravillosas son “Hard shoulder”, “Monteleone” y “So far from the Clyde”, cada una en su estilo. La primera cuesta un poquito, no entra inicialmente, pero poco a poco te va atrapando y al final, de verdad, pone los pelos como escarpias. La segunda parece ajena al disco, es una extraña avis, tiene una base orquestal de violines, guitarra clásica y piano muy cinematográfica y un cierto regusto a la melodía de “Something stupid”, no sé por qué me ha recordado a la película “Hechizo de luna” (si no la habéis visto os la recomiendo) y por último “So Far From The Clyde” me parece la gran canción de este disco, una obra maestra a la altura de los mejores temas de Dire Straits, de hecho recuerda ligeramente a “Brothers in arms” al comienzo.

Francamente y tratando de ser todo lo objetivo que puedo este disco me parece muy bueno y muy recomendable. Sí, ya sé que escuchar este tipo de música es como ir contracorriente, pero hay una música para cada momento y la que hace Knopfler no solo no la hace nadie sino que nadie podría hacerla mejor. Merece la pena alguna vez bajarse del tren a toda marcha en el que vamos y contemplar el paisaje en calma. Hagamos un experimento, poneros la música de Knopfler en un noche estrellada mirando las estrellas o con los cascos desde una bonita vista o tras el cristal en un día de lluvia y a ver qué os inspira. Sólo haced la prueba, se trata de eso, se trata de disfrutar la música en la intimidad, de dejarse llevar por la melodía y de dejar que ésta te ponga la carne de gallina.

En fin Mr. Knopfler  ¡¡¡¡gracias!!!!  Otra maravilla más para la discoteca, otro disco más para disfrutar una y otra vez