Cuando solamente había tres películas de “La Guerra de las Galaxias” todos pensábamos que la historia de George Lucas nos hablaba de Luke Skywalker, un joven granjero de Tatooine que se convertía en héroe y derrocaba la malvada dictadura que gobernaba la galaxia con mano de hierro. Con seis películas, la cosa cambia. Luke no es el centro de la saga sino Darth Vader. “Star Wars” es la historia del ascenso, la caída y la redención del Lord Oscuro del Sith.
Un alzamiento a traición contra el bisoño Imperio Galáctico deja al emperador Palpatine al borde de la muerte. Los únicos que se interponen entre los insurgentes y la victoria son Darth Vader, el cibernético Moff Trachta y un teniente joven y malherido en su niñez que acaba de licenciarse en la Academia.
Salvar al Emperador, y al Imperio, parece una causa perdida… a menos que Darth Vader consiga desvelar los secretos del Consejo Jedi y localizar la misteriosa Prisión Fantasma.
Si quisieramos ponernos profundos y trascendentes podríamos explicar las seis películas de “Star Wars” como la historia de Anakin Skywalker, un Edipo con sable láser destinado a sufrir los funestos embates del destino, un pobre héroe manipulado por Jedis y por Sith de la misma manera que los protagonistas de las leyendas de la mitología griega eran simples marionetas en manos de los poderosos dioses del Olimpo y sus caprichos. Pero si queremos prescindir de estos análisis a varios niveles e ignorar la influencia del legado de la mitología griega abundante en imágenes y metáforas de la existencia, todos estaremos de acuerdo que el protagonista principal de la saga galáctica creada por George Lucas es Darth Vader, primero como el niño superdotado de Tatooine, después como el adolescente de hormonas alborotadas y finalmente como el desfigurado y rencoroso hombre bajo la máscara de color negro. Esclavo, héroe y villano. Ascenso, caída y redención.
La historia de “Darth Vader y la prisión fantasma” se enmarca en ese periodo conocido como ‘La Gran Purga Jedi’ en la cronología oficial del universo expandido de “Star Wars”, unos tiempos oscuros y turbulentos emplazados entre los acontecimientos narrados por George Lucas en “Star Wars III: La venganza de los Sith” y la primera película de la trilogía original, “Una nueva esperanza”, durante los cuales los secuaces del Emperador, con Darth Vader al frente, persiguieron y cazaron a los Jedis supervivientes por toda la galaxia.
En este cómic editado originalmente por Dark Horse Comics (entre mayo y septiembre de 2012) y en castellano por Planeta DeAgostini, el Señor Oscuro de los Sith trata de impedir un inesperado y traicionero golpe de estado contra el Imperio Galáctico, y contra el mismo Emperador, por parte de uno de sus más leales súbditos. En el ataque Palpatine queda muy malherido, y su muerte será inevitable a menos que su fiel aprendiz, Lord Vader, descubra los secretos que escondía el Consejo Jedi y encuentre el misterioso lugar donde los protectores del lado luminoso de la fuerza encerraban a sus enemigos.
‘La Gran Purga Jedi’, también conocida como la Purga Jedi o el Gran Exterminio Jedi, se refiere a los acontecimientos sucedidos a partir del año 19 ABY (antes de la Batalla de Yavin, según la cronología oficial del Universo Expandido), desde el ascenso del sith Darth Sidious al trono del Imperio Galáctico, en su esfuerzo por eliminar de la galaxia cualquier resto de la Orden Jedi.
Con el señor oscuro de los sith Darth Vader al frente de los agentes imperiales encargados de la caza y exterminio de los Jedi, la Gran Purga implicó la práctica aniquilación del Lado Luminoso de la Fuerza en toda la galaxia. Lo que comenzó en Corsucant con las muertes de los maestros Mace Windu, Kit Fisto, Agen Kolar y Saesee Tiin a manos de Darth Sidious, la ejecución de la Orden 66 por parte de las tropas clon, y la masacre del Templo Jedi por parte del jedi renegado Anakin Skywalker, se extendió hasta los confines de todo el universo durante unos larguísimos diecinueve años,… con la única excepción de Obi-Wan Kenobi, escondido en los desiertos de Tatooine, y el maestro Yoda, oculto en el planeta pantanoso de Dagobah, que sobrevivieron a la Purga de los enemigos del Imperio hasta la aparición de Luke Skywalker y la Alianza Rebelde, en el 0 ABY.
¿Quién es el protagonista de “Darth Vader y la prisión fantasma”? Este es parte del encanto y del secreto de esta miniserie en cinco actos, puesto que Haden Blackman (“Star Wars: El Poder de la Fuerza”, “Star Wars: Darth Vader y la autoridad perdida”, “Star Wars: Purga”) y el argentino Agustin Alessio, guionista y dibujante, nos presentan como centro de toda la acción a Laurita Tohm, sobresaliente cadete de la Academia de Raithal que llega a Coruscant para la ceremonia de graduación como nuevo oficial del Imperio, entrenado para ser eficiente, decisivo y, sobretodo, leal. Desfigurado a causa de un atentado en el complejo de procesado de gas tibanna por parte de agentes de la Federación, las capacidades de Tohm, su lealtad inquebrantable al Emperador y su fidelidad a la causa de los Sith será puesta a prueba durante la batalla de la Prisión Fantasma, cuando el general Gentis, héroe de las Guerras Clon y el modelo que llevó al joven a ingresar en el ejército, impulse un alzamiento contra su despiadado líder, que manda a los suyos a la muerte una vez tras otra.
Junto a Tohm, “Darth Vader y la prisión fantasma” también dirige sus focos al moff Trachta, un humano convertido en medio hombre y medio máquina durante la persecución de un Jedi en la que un detonador termal estalló ante sus ojos, cuyo funesto destino está reservado para una historia posterior (“Star Wars: Traición”).
Y por encima de los dos, y del traidor Gendis, y del malherido Palpatine, y de la capitana Shornn Volta encerrada en el Prisma o de los cadetes Caul Gendis y Shens, en un papel secundario y silencioso, siempre por detrás, en todo momento como una sombra negra omnipresente que envuelve el desarrollo de la aventura con su aprensiva presencia, Darth Vader. Las tres últimas páginas de la historia, once viñetas en formato horizontal, son un golpe de efecto brutal que cierra la historia con la constatación que el Lord Oscuro de los Sith es, y debe ser, el centro de todas las historias de “La Guerra de las Galaxias”.
“Darth Vader y la prisión fantasma” es un nuevo ejemplo de como los aficionados a la franquícia galáctica creada por George Lucas a finales de los años setenta, a los cómics de “Star Wars”, y al universo expandido de la saga, siguen teniendo en la editorial Planeta DeAgostini Comics a una fiel aliada, puesto que durante los últimos años ha ido publicando abundante material de Dark Horse Comics. Pero, como sabemos desde hace algunos días, tras la compra de Lucasfilm Ltd. por parte de la compañía Walt Disney, a partir del 2015 Marvel Comics editará los cómics y novelas gráficas de “La Guerra de las Galaxias”. Tal y como ya había hecho desde 1977 hasta el año 1991, cuando Dark Horse Comics se hizo con los derechos de la franquicia. Y no sabemos como afectará este cambio de editor a nuestro país, puesto que quizás Panini Comics podría ser la responsable de publicar la licencia en castellano. Hasta entonces, y mientras no se anuncie lo contrario, seguiremos disfrutando de los comics de “Star Wars” publicados de forma fantástica, en formatos muy dignos, por parte de Planeta DeAgostini.
Darth Vader y la prisión fantasma
Autores: Haden Blackman y Agustin Alessio
Título original: “Star Wars: Darth Vader and the ghost prision”
ISBN: 978-84-15921-13-4
Formato: 16,8×25,7cm. Rústica sin solapas
Páginas: 120
Precio: 14,95 euros
Bueno, puede que seas un gafe (evidentemente aquí has gafado a “Una memoria llamada Imperio”) pero, por otra parte, estoy…