En el universo de los cómics de superhéroes hay dos tipos de personajes: los héroes sin mácula, cargados de ideales e intachable moral y los antihéroes, con sus sombras y sus matices, un pasado turbulento y un presente repleto de contradicciones, que caminan por el fino alambre que separa al bien del mal. Entre los aburridos, de moral caduca, perfil plano y sin aristas tenemos al Capitán América, su amable vecino Spiderman o el poderoso Superman, y entre los segundos, mucho más divertidos y con más posibilidades, a Lobezno o Batman.
Después de que un enfrentamiento contra El Encapuchado salga terriblemente mal, Ojo de Halcón recibe una nueva misión, que lo colocará en el punto de mira de uno de los villanos más peligrosos de Nueva York. Mientras, un nuevo Ronin ha entrado en escena.
Tal y como hemos explicado en la introducción, los personajes con matices ofrecen muchas más posibilidades que los superhéroes superpoderosos, invencibles e indomables, esos aburridos representantes de la justicia, la fuerza y la honestidad, que defienden el bien con todas sus fuerzas y se enfrentan al mal, en cualquiera de sus formas. No son personajes reales, sinó que son ideas transformadas en iconos. Los ideales no se corrompen, ni se estropean, ni envejecen sinó que permanecen. Estos aburridos héroes no reflejan la compleja personalidad del ser humano, sus imperfecciones ni su inevitable tendencia hacia el mal y el error. Somos falibles, nos equivocamos, pero nos levantamos y seguimos adelante, con toda nuestra carga de defectos de los cuales no nos vamos a deshacer jamás pero con los que aprenderemos a vivir.
El arquero Ojo de Halcón es, sin la menor duda, un claro ejemplo del club de los antihéroes, un héroe a la fuerza, a su pesar, que pasó de formar parte de la alineación de los villanos en su origen (en el número 57 de “Tales of Suspense” de septiembre de 1964) a engrosar las filas de los Vengadores (en el número 16 de “The Avenger” de mayo de 1965) en apenas un año. Su camino, desde entonces y hasta hoy, ha sido un continuo ir y venir entre los dos lados de la fino linea roja que separa al bien del mal, y aunque a menudo ha salvado el mundo también ha sido responsable, por ejemplo, de la muerte de Bruce Banner.
En ViaNews, como supongo que habéis notado, somos grandes seguidores de Ojo de Halcón, un tipo capaz de discutirle al pesado del Capitán América (y además, ¡tener razón!) y poner en cuestión sus ideales. Es un humano normal, sin poderes, mutaciones o supersuero del soldado alguno, que se lo ha trabajado tan duro que es digno de estar entre los Vengadores, a pesar de las crisis de fe que ha tenido de vez en cuando.
En las páginas de “Ojo de Halcón: Caída Libre“, que recopila las seis entregas de la miniserie “Hawkeye: Freefall” de Matthew Rosenberg y Otto Schmidt, publicadas originalmente entre marzo y septiembre de 2020, podremos encontrar justamente a este Clint Barton que no tiene reparos con coquetear con el lado oscuro del héroe, cruzando sin reparos los límites que algunos de sus compañeros no tolerarían ni vislumbrar en el horizonte, demostrando que un personaje como éste puede ofrecernos una aventura mucho más entretendida que cualquiera de sus beatillos colegas. De hecho eso mismo ya lo habían hecho antes Matt Fraction y David Aja, al convertir a Clint Barton en un antihéroe del género negro, un tipo normal que intenta hacer lo correcto aunque con poca fortuna, con problemas con las mujeres y tendencia a meter la pata con ellas que, para colmo, intenta hacer de mentor de una joven aprendiz.
El villano de la función de “Ojo de Halcón: Caída Libre” es Parker Robbins, el Encapuchado, que durante un tiempo (coincidiendo con el Reinado Oscuro de Norman Osborn) fue el antagonista más destacado de los Nuevos Vengadores. Para abrir la función el villano le demuestra a Ojo de Halcón la realidad de la sociedad en la que vivimos, una en la que el sistema judicial no tiene nada de justo: los poderosos y los ricos no llegan nunca a pisar una celda pese a que los delitos que hayan cometido sean muy grandes. Es a partir de este punto que Clint Barton empieza su particular vendetta que, a su vez y tal y como ya adelanta el título, es una caída del héroe sin paracaídas hasta el turbio fango. Y todo esto sucede mientras alguien se aprovecha de su antigua identidad, Ronin, para atacar también los negocios del Encapuchado. La comunidad superheroica no tardará en pedir cuentas a Clint, que se verá en muchas dificultades para demostrar su inocencia.
El Ojo de Halcón de Matthew Rosenberg y Otto Schmidt es un personaje que ofrece todo aquello que uno esperaría de Clint Barton. No el Clint del Universo Cinematográfico de Marvel interpretado por Jeremy Renner sinó el Clint comediante que suelta chascarrillos como el Trepamuros, el Clint con mil matices que mezcla sus identidades y su alineamiento, el Clint urbano que persigue a sus enemigos por las azoteas de Nueva York y el Clint arquero que tiene mil flechas para superar otros tantos retos que se le ponen por delante. Y si todo esto llega envuelto una aventura con giros argumentales, villanos de nivel como Bullseye o el Encapuchado, y cameos de conocidos como Spider-Man, Luke Cage, Capitán América, Soldado de Invierno o Daredevil, no podemos más que afirmar que “Ojo de Halcón: Caída Libre” es un cómic sencillo y sin pretensiones, pero muy entretenido y que se lee de un tirón.
Ojo de Halcón: Caída Libre.
Autores: Matthew Rosenberg y Otto Schmidt
Edición original: “Hawkeye: Freefall” núms. 1 a 6
Fecha de publicación: Diciembre de 2020
ISBN: 9788413347158
Formato: 17x26cm. Tapa blanda. Color
Páginas: 136
Precio: 14,00 euros
A ver, la de abogados cristianos (me la agarras con la mano) me parece tan estúpido... en fin, además ahora,…