Los aficionados al BD francobelga vivimos una época sin parangón y de la que no podemos quejarnos ni un ápice, con numerosas editoriales publicando lo más novedoso, reciente y destacado del mercado allende los Pirineos y, a su vez, recuperando viejos clásicos que cuando llegaron en su momento, si lo hicieron, fue de forma fragmentada y en formatos poco nobles. Entre estas editoriales podemos destacar a Dolmen Editorial que, a través de su línea ‘Fuera Borda‘, apuestan por publicar integrales de álbumes clásicos del cómic francobelga como este “Les Petits Hommes” de Pierre Seron, con guiones de Albert Desprechins y Jean Mariette ‘Hao’.
image1Vuelven las historias de Los Hombrecitos, una saga de humor y ciencia-ficción protagonizada por los habitantes de un pueblecito que ven reducido su tamaño a escasos centímetros de altura tras la caída de un meteorito.
La línea ‘Fuera Borda’ de la editorial mallorquina Dolmen continúa creciendo. “Natacha” de François Walthéry, “Quena y el Sacramús” de Gos, “Johan y Pirluit” de Peyo, estos “Los Hombrecitos” de los que hoy hablaremos, “Los Casacas Azules” de de Cauvin, Salverius y Lambil, “Bermudillo” de Thom Roep y Piet Wijn, y dos títulos más cuyo nombre aún no conocemos pero que pronto nos desvelaran (¿Papyrus, Sammy, Bill y Bolita, Pusy o Isabelle? La lista de sugerencias es larga) dan lustre a la colección. Eran títulos que se merecían regresar a nuestras librerías por la puerta grande, con ediciones a la altura y repletas de extras, para recuperar a ese niño que todos nosotros llevamos dentro, que ya leyó estas aventuras durante su infancia y que de la mano de estos cómics regresa, pese a los quilos de más, la alopecia y las canas, esbozando una sonrisa.
Es por ese motivo que somos numerosos los aficionados cercanos a los cuarenta (por arriba o por abajo) quienes estamos muy agradecidos por esta apuesta firme y valiente de Dolmen por recuperar clásicos del cómic francobelga de los años setenta y ochenta que, aunque ya vieron la luz en su momento en las revistas “Spirou-Ardilla” o “Fuera Borda”, habían quedado descatalogadas, olvidadas e incluso ignoradas por el gran público. En nuestro país, que no más allá de los Pirineos, donde el respeto que tienen allí por este tipo de productos me provoca mucha envidia y algo de vergüenza por nuestro provincianismo.
“Los Hombrecitos (1970-1972)” (“Les Petits Hommes” en su edición original en francés) es el segundo volumen de las aventuras de “Les Petits Hommes” de Pierre Seron que publica Dolmen Editorial, tras un primer álbum recopilatorio “Los Hombrecitos (1967-1970). Primeras Historias” publicado en septiembre del pasado 2014 y que sirvió de introducción a estos originales personajillos, los habitantes del pueblo de Rajevols que, a raíz de la caída de un extraño meteorito en su localidad, una asombrosa epidemia provoca que todos los que lo tocan ven reducido su tamaño a escasos centímetros de altura.
La propuesta de Seron, que combina el humor, las aventuras y la ciencia-ficción, nos trasladará una década después de que los habitantes de Rajevols fuesen miniaturizados hasta escasos centímetros de altura, cuando los ‘hommes petits’ ya han establecido su propia sociedad, pacífica (por no decir abiertamente antimilitarista) y tecnológica al estilo de “Los incursores” de Mary Norton (“The Borrowers”), una serie de cinco libros iniciada en 1952 protagonizados por una raza diminuta que vivía al margen de la sociedad, agazapados por las distintas partes de los hogares de los humanos.
En este nuevo volumen se incluyen tres historias largas (tituladas “El Éxodo”, “Sueño en polvo” y “Los Hombrecitos en Brontóxico”) entre las que se incrustan varias narraciones breves (“La reconstrucción de Eslapión”, “Los Hombrecitos lo pasan bomba”, “La Campana de Rocaflor del Mar”, “En las Garras del Águila”). Como en el volumen anterior, Dolmen recoge el guante del trabajo realizado por la editorial belga Dupuis, la casa de los autores de la llamada escuela de Marcinelle, que ha recogido en seis integrales las docenas y docenas de aventuras de los ‘diminutos’ creadas por Seron antes de retirarse, en 2010 y que destaca por un estilo inconfundiblemente parecido, mimético, al del maestro André Franquin, iniciador y miembro de la École de Marcinelle y reconocido por su trabajo con personajes como Spirou y Fantasio, el Marsupilami o Tomás el Gafe.
En “El Éxodo” los Hombrecitos sufrirán la pérdida de su hogar, Eslapión, la ciudad tecnológicamente avanzada que habían fundado bajo castillo de Eslapión, en unas viejas cisternas abandonadas, lejos de la mirada de los hostiles ‘grandes’. Un accidente inunda las viejas cisternas y los Hombrecitos, comandados como siempre por el emprendedor Regis Renaud, acompañado por sus fieles Lapaja y Laviga, y con la ayuda (o pese a la ayuda, según la ocasión) del doctor Hondegger, deberán buscar un nuevo lugar donde instalarse.
En “Sueño en polvo” los Hombrecitos ya tienen su nuevo hogar, Eslapión 2, sito en las grutas de un acantilado frente al mar. Una sencilla misión de reconocimiento se complica de forma incomprensible para Renaud cuando, a su regreso, le acusen injustamente de traficar con drogas. A causa de las maniobras de un político arribista Renaud terminará encerrado y se verá obligado a demostrar su inocencia ante los ciudadanos de la utópica Eslapión 2 descubriendo al verdadero responsable de la red de narcotráfico.
Y en “Los Hombrecitos en Brontóxico” una belicosa nación sudamericana (al más puro estilo de la Palombia creada por André Franquin en las páginas de Spirou) consigue secuestrar al doctor Hondegger y robar algunas de sus pociones, con el objetivo de servir a las intenciones expansivas sus ejércitos. Como siempre tendrá que ser Renaud, acompañado por los imprescindibles Lapaja y Laviga, quién tendrá que salir al rescate del científico y demostrando que la supervivencia de la sociedad de los Hombrecitos, demasiado idealista e ingénua, descansa sobre sus espaldas.
Las aventuras de estos personajes pequeñitos y adorables, aparecidas en 1967 de la mano del dibujante Pierre Seron y del guionista y periodista Albert Desprechins en el número 1.534 de la revista belga “Spirou” es una longeva saga de humor y ciencia-ficción que Dolmen está publicando de forma cronológica, y que en este segundo volumen vive un punto de inflexión esencial para explicar su éxito: un cambio de guionista. Como bien se explica en los artículos que acompañan los extras de este álbum, el trabajo de Albert Desprechins no era satisfactorio y pese a llegar hasta la serie apadrinado por el mismísmo editor Dupuis, fue reemplazado por un guionista de experiencia contrastada y reconocido prestigio… pero de la competencia. Era Jean Mariette ‘Mittéï’, vinculado a la revista “Tintín” y antiguo colaborador de Seron en “Ric Hochet”, que para mantener las apariencias tuvo que firmar sus guiones en “Los Hombrecitos” como Hao. Este cambio de guionista se aprecia y se distingue después de la llegada de los Hombrecitos a la nueva ciudad, Eslapión 2, cuando Hao toma el relevo de Desprechins, y la historia breve “La reconstrucción de Eslapion” ya está escrita por él.
Como está sucediendo con todos los títulos de la lína ‘Fuera Borda’, la lectura de esta reedición de “Los Hombrecitos (1970-1972)” de Dolmen Editorial es todo un ejercicio de nostalgia para los de mi generación, los compradores potenciales de este álbum, que tenemos esa edad molesta en la que las editoriales desempolvan del fondo de armarios olvidados los libros y los cómics de nuestra infancia para la alegría de nosotros, los padres, y la grata sorpresa de nuestros hijos.
Puede parecer una opinión denodada, pero pienso que “Los Hombrecitos” merecen un lugar destacado entre lo mejor del bande dessinée francobelga, pese a su inicio titubeante y la evidente falta de ritmo de sus primeras historias no permitan apostar por ellos. Pero su longevidad ganada a pulso hasta sumar cuarenta años de vida y sus historias desenfadadas, que mezclan ciencia-ficción y aventuras con desparpajo, le han permitido hacerse un hueco en la historia del género en su país de origen. Pierde la comparación con los grandes títulos, y ocupa un segundo escalón por debajo de Spirou, Johan y Pirluit o los Pitufos, pero no es desdeñable ni el sentido del humor que tiñe muchas de sus páginas, ni el dibujo de Seron tan semejante al de Franquin, ni sus pequeños protagonistas, una idea original con gancho y muchas posibilidades. Además contamos con la edición de lujo de Dolmen Editorial, cuidada y de formato inmejorable, que incluye el numeroso material extra e inédito con portadas originales, dibujos, artículos de interés sobre Seron y su trabajo, páginas, bocetos e imágenes de todo tipo, una reproducción del color ajustada, una rotulación que encaja como un anillo al estilo de dibujo y encuadernada en una dignísima tapa dura.
Los Hombrecitos (1970-1972) 
Guionistas: Albert Desprechins y Hao
Dibujo: Pierre Seron
Editorial: Dolmen Editoria
Colección: Fuera Borda
Fecha de publicación: Enero de 2015
ISBN: 978-84-15932-81-9
Formato: 21,5x38cm. Cartoné. Color.
Páginas: 188
Precio: 29,95 euros