Michael Bay, el rey de los blockbusters, tiene una fama maldita que arrastra a lo largo de toda su prolífica carrera, quizás merecida: sus películas son productos, no son cine. Palomiteras, las llaman. La realidad es que los críticos siempre han sido muy duros con sus películas, aunque estas han recaudado miles de millones de dólares en todo el mundo y todo lo que toca se convierte en oro. Sea como sea, una película como “La Roca” debe aparecer en todas las listas con las películas más entretenidas de los años noventa, y hoy es un clásico del cine de acción gracias a una afortunada coincidencia, la conjunción en el momento oportuno de cuatro estrellas del cine norteamericano: el director Michael Bay, el productor Jerry Bruckheimer, y los actores Nicholas Cage y Sean Connery. El primero acababa de ganar un Oscar por su papel en “Leaving Las Vegas” pero no había sido la primera elección para el papel: Arnold Schwarzenegger lo rechazó y prefirió protagonizar “Eraser”.
“La Roca” (“The Rock“) fue el segundo largometraje de Michael Bay. Se estrenó en 1996 y nos contaba como un veterano militar ya retirado, un héroe de guerra en rebeldía, tomaba la antigua penitenciaría de Alcatraz, conocida popularmente como La Roca, y amenazaba con lanzar unos misiles equipados con gas venenoso sobre la vecina ciudad de San Francisco. Para resolver la situación, el FBI enviaba a la isla a un grupo de militares, acompañados por un joven agente especialista en armamento biológico y al único fugado de la famosa prisión, un ex-agente secreto británico del SAS que llevaba veinte años encerrado.
La película de Bay, muy solvente y que le catapultó al estrellato, contaba, además de Cage y Connery, con el siempre eficaz Ed Harris y David Morse como villanos de la función y se convirtió, con el paso del tiempo, en una de las mejores películas de Michael Bay, y una de las mejores cintas de acción de los últimos treinta años. El ritmo frenético, un historia ingeniosa que reimagina las películas de fuga de cárceles, y la dosis necesaria de explosiones y tiros. Los rumores dicen que ayudó mucho contar con Quentin Tarantino y Aaron Sorkin entre los guionistas de la película, aunque no aparecen como acreditados.
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