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Drama costumbrista cuya principal virtud fue llegar en el momento preciso para convertirse en un gran éxito popular. A pesar de que el argumento es sencillo (trata sobre un joven pareja en proceso de separación) la película funciona a las mil maravillas porque cualquier espectador empatiza rápidamente con los personajes e identifica el problema que plantea como algo cercano (en cabeza propia o ajena), porque la sucesión de escenas tienen el ritmo, tempo y la mezcla de drama y comedia adecuadas para entretener y porque Dustin Hoffman, Meryl Streep y Jane Alexander aciertan con interpretaciones tan verosímiles como conmovedoras. De alguna manera fue un título que inauguró un género con gran taquilla en los años 80’s y 90’s basado en historias sobre gente normal tamizadas con un alto componente sentimental. La clave del éxito fue, probablemente, que tras años de cine político y de autor había un amplísimo público deseando accader a este tipo de historias cercanas a su día a día, con problemas cotidianos como pueda ser el impacto emocional de una ruptura y en concreto las ideas sobre los roles en el hogar estaban cambiando y de ardiente actualidad. La película venció en los óscars derrotando a “Apocalypse now” y cosechó 5 premios (película, director, actor, actriz secundaria y guión) y otras 4 nominaciones sin estatuilla (actor secundario, actriz secundaria, montaje y fotografía). Añadir que otra prueba más de su oportunidad es que Dustin Hofmann y Meryl Streep ganaron sendos óscars que de haber estrenado otras películas posteriores antes quizás no hubieran conseguido. No lo digo porque sus interpretaciones no sean magníficas, sino porque, bajo mi punto de vista, otras mejores quedaron sin premio pero llegaron a destiempo.
Pues yo recuerdo está película con mucho cariño. Quizás no llegue al nivel de Toy Story o Gremlins pero... ¿qué…