Everest. La montaña más alta del planeta. Ocho mil ochocientos cuarenta y nueve metros de altitud sobre el nivel del mar. Inalcanzable para muchos. Otros lo intentan y no lo consiguen. Luego están aquellos pocos que llegan a la cima… ¿Lo logrará alguno de los personajes de “High Crimes“?

La antigua atleta olímpica Zan Jensen se ha refugiado en Katmandú, trabajando como guía de montaña. Su segundo empleo es el de ladrona de tumbas a gran altitud… solicitando dinero a las familias de los cadáveres que yacen en las rutas del Himalaya a cambio de su recuperación. Sin embargo, cuando encuentra un fiambre con un montón de secretos de estado incrustados en su piel, Zan se encontrarán en el punto de mira de un escuadrón de asesinos gubernamentales empeñado en recuperar el cuerpo… y eliminar a cualquier testigo.

Monkeybrain Comics es una pequeña editorial especializada en publicar comic-books en formato digital. Con dieciséis títulos en su haber, Monkeybrain sacó el primer número de “High Crimes” a la venta, por un dólar, el 30 de enero de 2013. El éxito entre los usuarios propició que la poderosa editorial Image Comics se fijara en ella para proponer una recopilación de los doce números de 21 páginas cada uno, en formato TP en 2019. Ahora es Panini Comics quién la traduce al castellano y la saca en librerías en un bonito libro de tapa dura que, junto al cómic y las cubiertas, incluye bocetos y textos de los autores.

El norteamericano Christopher Sebela escribe un thriller trepidante y claustrofóbico cuyo mayor parte transcurre en el nevado Everest, situado en la cordillera del Himalaya, frontera entre China y Nepal. En las primeras viñetas vemos a un escalador cortando la mano a un cadáver semienterrado en la nieve. Este original punto de partida retrata una realidad en la aventura de intentar coronar la cima de esa montaña: muchas personas mueren en el intento. Cuando lo hacen a gran altura, rescatar los cuerpos para devolverlos a la familia es un problema muy gordo de imposible resolución en muchos casos. La protagonista, Zan Jensen, junto a socio Haskell despojan a los muertos de sus efectos personales, les cortan la mano derecha para descubrir quiénes son y chantajean a las familias para que paguen una gran cantidad de dinero a cambio de traer los cuerpos.

Christopher Sebela crea unos personajes con personalidades muy marcadas. Zan fue una antigua atleta olímpica que cayó en desgracia. Busca una nueva vida en Katmandú trabajando como guía de montaña para turistas ricos. De esta manera camufla su otro oficio de ladrona de tumbas. Ejerciendo este ‘oficio’, Heskell recupera la mano y el cuaderno de notas de un muerto que resulta ser un ex agente estadounidense de operaciones encubiertas. Zan descubrirá un microfilm escondido en la mano y se llevará el cuaderno de notas. Lo que no saben ambos es que al ex agente lo busca la peligrosa e infalible agencia a la que perteneció, que no cejará en su intento por recuperar el cadáver (que oculta pruebas condenatorias), asesinando por el camino a quien sea necesario. Usarán a Heskell como guía en la ascensión al Everest y Zan acudirá a su rescate.

Christopher Sebela e Ibrahim Moustafa orquestan una historia noir llena de tensión y que va de menos a más, creando momentos de auténtica angustia conforme van ascendiendo la montaña. Es una historia muy bien estructurada con personajes carismáticos en un entorno apasionante. Drama, misterio y acción se dan la mano en este relato que tiene muchos puntos a favor para dar su salto a otros campos como el cinematográfico o el de serie de televisión.

Ibrahim Moustafa realiza un buen trabajo gráfico, sin estridencias. Es complicado retratar la majestuosidad de la montaña y Moustafa ha tirado por otros derroteros. Los escenarios están al servicio de la narración al igual que el resto de elementos. Por eso este cómic no es una experiencia visual, que otro dibujante hubiera explotado más. Es un buen cómic de intriga y misterio, con drama humano, expresado en dos líneas narrativas: la de la protagonista que sucede en el presente y la del ex agente de operaciones encubiertas, que se narra a través de las páginas de su diario. Pero el dibujante también usa sus propios recursos para airear la narración. Ibrahim Moustafa altera un poco la manera de narrar la historia cuando se produce un alud: cambia la orientación de la página en ese tramo del viaje de escalada.

Es el Everest el que engrandece la historia y le da el punto de originalidad que le hubiese faltado de haber transcurrido en ambientes urbanos. La emoción de ascender la montaña debe ser indescriptible. Se han escrito libros y producido películas que retratan muy bien la experiencia. Una de ellas, la apasionante “Everest” (Baltasar Kormákur, 2015) refleja muy bien esta arriesgada experiencia, llena de sherpas (guías autóctonos) y gente con un sueño. Otra buena muestra, esta vez en clave de comedia, es “El ascenso” (L’Ascension, Ludovic Bernard, 2013) donde nos cuenta la historia un joven de los barrios más populares de la periferia parisina que se lanza, con total inconsciencia y movido por los buenos ojos de una chica, al asalto del Everest.

High Crimes” se une a esta breve antología como un trabajo hecho con enorme esfuerzo que ha culminado alcanzando la cima y que desde aquí recomendamos a los apasionados del piolet o a los que gusten de buenos thrillers psicológicos trasladados a viñetas.

High Crimes
Autores: Ibrahim Moustafa y Christopher Sebela
Fecha de publicación: Mayo de 2021
ISBN: 9788413349183
Formato: 17x26cm. Tapa Dura. Color
Páginas: 200
Precio: 22,00 euros