Tras un largo periodo de oscuridad… llegó J.R.R. Tolkien. Corría el año 1954 y un humilde profesor inglés de literatura que caminaba a hombros de gigantes, tras largos años de trabajo, creaba la obra más destacada de la literatura fantástica del siglo XX: “El Señor de los Anillos“.
En “El cristal de los elfos azules”, los elfos azules de una pequeña aldea portuaria han sido asesinados y la elfa Lanawyn y el humano Turin deben ocuparse de la investigación, aunque todas las pistas apuntan a que los atacantes han sido los miembros de un clan yrlandés.
En “El honor de los elfos silvanos”, Llali, la hija del rey de Eysine, se adentra en el bosque de los elfos silvanos para pedir ayuda contra los ejércitos que atacan la ciudad de su padre, sin saber que hace muchos años que los elfos han decidido apartarse del mundo.
Los elfos imaginados por el escritor inglés J.R.R. Tolkien para su obra magna “El Señor de los Anillos“, así como la rocosa y arisca raza de los enanos, se convirtieron en un cánon establecido del género de la fantasía escrita y son pocos los autores que se han atrevido a modificar substancialmente la convención establecida por el maestro. Casi inmortales, puesto que no pueden morir por enfermedad y no envejecen, los Primeros Nacidos de J.R.R. Tolkien eran los más hermosos, los más valientes y los de mayor sabiduría y poder de entre todos los Hijos de Ilúvatar en el mundo imaginario de la Tierra Media. Eran artistas, amaban la danza y el canto, tenían gran poder y una sensibilidad extrema, amaban la naturaleza y defendían la luz y el bien con tenacidad, y despreciaban a los humanos, a los que los consideran inferiores y de poca importancia, tanto como les sorprendían. Les provocaban enorme curiosidad.
En las novelas de fantasía anteriores a Tolkien, así como en las leyendas medievales, en los cuentos populares, en la mitología y en el folclore europeo, los elfos son frecuentemente descritos como gente pequeña con orejas puntiagudas y personalidades traviesas. A menudo viven en los bosques y son invisibles o difíciles de ver, cosa que a menudo les confunde con duendes y otros seres faéricos tradicionales. En la mitología nórdica, tal y como se puede leer en la Edda poética y de las sagas legendarias, los elfos, llamados álfar, habitaban en varios reinos de los Nueve Mundos, como los hermosos elfos de la luz de Alfheim, llamados ljosalfr, o los retorcidos y malignos elfos de la oscuridad de Schwarzalbenheim, llamados swartalfr.
Elfos, elfos y más elfos. Típicos y repletos de tópicos. “La hija del rey del país de los elfos” de Lord Dunsany, la saga de “Dragonlance” de Margaret Weis y Tracy Hickman, “El tapiz de Fionavar” de Guy Gavriel Kay, la saga de “El Elfo Oscuro” de R.A. Salvatore, “Las crónicas de Shannara” de Terry Brooks, “Peter Pan” de J.M. Barrie o incluso la popular saga de “Harry Potter” de J.K. Rowling incluyen elfos entre sus personajes, protagonistas o secundarios relevantes, domésticos, oscuros o semielfos.
Si a algún modelo de referencia se parecen los elfos del cómic de Gianluca Maconi, Jean-Luc Istin, Kyko Duarte y Nicolas Jarry estos son, sin la menor duda, los elfos de Tolkien.
“Elfos” es una de las propuestas más interesantes del BD de fantasía que han aparecido en los últimos años, un original proyecto colectivo que cuenta ya con trece títulos publicados en Francia (el último de ellos es “Heureux le guerrier mort“, que salió a la venta a finales del mes de abril, y en breve llegara el décimocuarto, titulado “Le jugement de la fosse“), todos ellos creados por diferentes equipos artísticos para Soleil Productions que presentan historias, autoconclusivas, ambientadas en un mismo universo de fantasía: el mágico mundo de Arran.
El primer volumen de la serie, publicado en castellano por Yermo Editorial en ese espectacular formato al que ya nos tiene acostumbrados, presenta dos aventuras completas que nos adentran en este mágico mundo de Arran, que se inspira abiertamente y como la mayoría de obras de fantasía en la Tierra Media de Tolkien, y centra su atención en una de sus razas más poderosas, los elfos.
La primera, “El cristal de los elfos azules” (“Le crystal des elfes bleus“), está escrita por Jean-Luc Istin (“Las Crónicas de Excálibur“, “Los Druidas: El Misterio de los Ogams“, “World War Wolves”,…) y dibujada por el malacitano José Francisco ‘Kyko’ Duarte (“Le Capitaine Fracasse”, “Chroniques de la Guerre des Fées”, “World War Wolves”,…), y nos cuenta como todos los elfos azules de una pequeña aldea portuaria han sido asesinados y una elfa y un humano, Lanawyn y Turin (al más puro estilo ‘buddy movie’), deberán cooperar y ocuparse de una investigación más complicada de lo que aparenta, pues aunque todas las pistas apuntan a que los atacantes han sido humanos, un clan de hombres del norte que odian a los elfos y que estan dispuestos a lanzarse a la guerra ante la menor provocación, parece que detrás del crimen hay una sombra oscura y muy antigua que amenaza a las dos razas.
La segunda historia, “El honor de los elfos silvanos” (“L’honneur des elfes sylvains“), está escrita por Nicolas Jarry (“El trono de arcilla”, “Troya”,…) y dibujada por el italiano Gianluca Maconi, y nos cuenta como la humana Llali, la hija del rey de Eysine, se adentra en el bosque de los elfos silvanos para pedir ayuda contra los ejércitos que atacan la ciudad de su padre, sin saber que hace muchos años que los elfos han decidido apartarse del mundo y no tienen ninguna intención de volver a involucrarse en los asuntos de los hombres. Pero un valeroso elfo silvano no estará dispuesto a acatar lo establecido, y protegerá a la joven humana de los bestiales orcos y los elfos asesinos que siguen su rastro.
Las dos aventuras, autoconclusivas, se pueden leer de manera independiente y en cualquier orden y donde no falta la la acción y la aventura, la intriga y el misterio. Tampoco, por supuesto, la magia y la fantasía. Pero, puestos a buscar aspectos negativos a una obra en la que los puntos positivos sobresalen, sería bueno señalar que los ‘one-shot‘ limitan la capacidad de desarrollo de los personajes protagonistas, y reducen la complejidad de las aventuras por la acotación de la extensión de la que disponen los guionistas para construir la historia. Y que, para nuestra sorpresa, “Elfos” prescinde de uno de los elementos destacados de Yermo Ediciones que son ya marca de la casa: ¡no hay extras!
Antiguos como los primeros días, los elfos de Jean-Luc Istin y Nicolas Jarry son gráciles, ágiles y maravillosos, tal y como los imaginó Tolkien. Son vistos por las otras razas como un pueblo maravilloso y lleno de magia. Esta maravilla y respeto tiene una consecuencia inesperada: muchos entre la raza de los hombres ven a los elfos como una raza altiva y descaradamente introvertida, y así reaccionan ante ellos los hombres del norte de “El cristal de los elfos azules”. Si Tolkien nos hablaba de los Noldor, los Teleri o los Vanyar, entre otros, los “Elfos” de los cómics de Yermo Ediciones también se adaptan y cambian para fundirse con su entorno en subrazas élficas como los elfos azules de los mares, los elfos silvanos de los bosques, los elfos blancos del conocimiento, los semielfos y los elfos negros. Cinco razas (azules, silvanos, blancos, semielfos y negros) que iban a protagonizar incialmente las cinco tramas argumentales de las cinco entregas creadas por cinco equipos creativos distintos, cinco guionistas (Jean-Luc Istin, Nicolas Jarry, Olivier Peru, Éric Corbeyran y Marc Hadrien) y cinco dibujantes, sumando un total de veinte manos (Kyko Duarte, Gianluca Maconi, Stéphane Bileau, Jean-Paul Bordier y Ma Yi)… pero que el éxito que obtuvo la serie en el país vecino obligó a Soleil a seguir adelante con el proyecto. ¿Quién está dispuesto a ahogar a su gallina de los huevos de oro?
El primer volumen en castellano de “Elfos” nos ofrece un par de entretenidas aventuras ambientadas en un mundo repleto de detalles que, sin duda, crecerá y crecerá con cada nueva entrega gracias a las aportaciones de otros equipos creativos, que daran su visión y desarrollaran sus propias historias. Otro magnífico ejemplo (y van…) de la fantasía épica que dominan con maestría inigualable al otro lado de los Pirineos, con “La Búsqueda del Pájaro del Tiempo” de LeTendre y Loisel, “La Espada de Cristal” de Crisse, “Elric de Melniboné” de Blondel, Cano, Poli, Recht y Telo o “Las Leyendas de los Pueblos Olvidados” de Chevalier y Segur, entre muchas otras. O como la franquicia “Lanfeust de Troy” con la que “Elfos” comparte algunos elementos puesto que el éxito arrollador de las ocho entregas del BD de Christophe Arleston y Didier Tarquin generó desde un videojuego hasta un juego de rol, pasando por toda clase de merchandising y productos afines, juegos de cartas, una revista periódica de cómic y numerosos spin-off creados por otros autores, amigos, compañeros y alumnos de Arleston.
Yermo Ediciones publicará “Elfos” de forma bimestral, en álbumes recopilatorios de dos aventuras completas, y la lectura de la primera entrega ya nos ha convertido en sus más fieles seguidores. Quizás tiene mucho que ver en ello que soy un lector de Tolkien desde mi juventud, mi afición por la fantasía heroica y el interés que siempre me han despertado los elfos, altivos y orgullosos, cuya larga vida les otorga un carácter paciente y lleno de la sabiduría que pueden transformar en sólida perseverancia hacia un objetivo que, saben, acabarán por alcanzar tarde o temprano.
Pero la propuesta de Soleil (y de Yermo Ediciones, que han apostado por ello), tan estimulante como original, está también repleta de elementos y lugares comunes, aromas conocidos, arquetipos tan habituales que, tal y como nos sucede como nos tomamos un plato de sopa de la abuela, nos devuelve a tiempos en los que éramos más jóvenes, más ingénuos, y descubrimos un universo de magia y fantasía que hizo de nuestra vida algo mejor.
Elfos 1.
Guión: Jean-Luc Istin y Nicolas Jarry
Dibujo: Kyko Duarte y Gianluca Maconi
Color: Diogo Saito
Título original: “Elfes 1. Le crystal des elfes bleus” y “Elfes 2. L’honneur des elfes sylvains”
Editorial: Yermo Ediciones
Fecha Publicación: Abril de 2016
ISBN: 978-84-16428-51-9
Formato: 22,3×31,2cm. Cartoné. Color
Páginas: 113
Precio: 25,00 euros
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