Hay una película, fantástica, pero primero llegó el libro. ¡Y he venido a hablar del libro!
“El nombre de la rosa” (“Il nome della rosa” en el original en italiano) es una novela histórica y policiaca, escrita por el escritor, filósofo y semiólogo italiano Umberto Eco y publicada en 1980, ambientada en el siglo XIV, que narra la investigación que realizan el monje franciscano Guillermo de Baskerville y su pupilo Adso de Melk en torno a una misteriosa serie de crímenes que suceden en una abadía benedictina del norte de Italia, reconocida en toda la Cristiandad por su extraordinaria biblioteca.
El protagonista, Guillermo de Baskerville, está inspirado en el detective Sherlock Holmes creado por Arthur Conan Doyle, así como en el filósofo Guillermo de Ockham, y su modernidad de pensamiento, su amor por el conocimiento y su creencia firme en el método científico chocarán con el fanatismo religioso de sus hermanos benedictinos, así como del inquisidor Bernardo Gui.
En 1985 Umberto Eco publicó “Apostillas a El nombre de la rosa“, un breve tratado de poética en el que explicaba cómo y por qué escribió su novela, aunque no formulaba interpretaciones sobre la misma.
La novela fue espléndidamente adaptada a la gran pantalla en el año 1986 de la mano del director Jean Jacques Annaud y protagonizada por un magnífico Sean Connery en el papel de Guillermo de Baskervillle y un joven Christian Slater encarnando a su discípulo, Adso.
Pues yo recuerdo está película con mucho cariño. Quizás no llegue al nivel de Toy Story o Gremlins pero... ¿qué…