Con dos números de la nueva Dolmen ya publicados ha llegado el momento de compartir con vosotros las impresiones que me han causado estas dos primeras entregas, aunque ya os puedo asegurar que estoy encantado con la nueva política y que me haré con el tercer número porque está dedicado a una figura tan importante como la del recientemente desaparecido Denny O’Neil.

Dolmen

La revista Dolmen, publicada por la editorial homónima y germen de la propia editorial mallorquina, alcanzó recientemente los 300 números publicados, algo que se celebró en un especial que presagiaba una nueva época en la revista a la par que se anunciaba un relanzamiento que buscaba revitalizar las ventas, y el público, de la revista y que, además, contó con el incentivo de que el nuevo número 1 (aunque sobre el código de barras podemos ver que el número 301, sabia decisión, no se pierde la numeración clásica pero se evita que la gente se asuste ante la idea de que hay 300 números antes) costaba tan sólo 1 euro, lo que llevó a librerías como la mía, Taj Mahal , a regalar este primer número con tu compra. La iniciativa fue tan bien acogida que a pesar de haber incrementado el número de revistas impresas la distribuidora se quedó corta por ¡1.000 ejemplares!

Recientemente se anunció que la revista Dolmen sufriría una serie de cambios que la harían más atractiva para el público generalista que parecía haberla dejado de lado (yo pellizqueo números de vez en cuando, pero no soy seguidor regular y religioso), para lo que se volvió a realizar una encuesta con los Premios Dolmen y se anunció que a partir del número 1 la Dolmen comenzaría a mutar. Así que está primera entrega era muy esperada por la mayoría de los lectores.

Visualmente la portada del número 1 ya nos demuestra que ha habido cambios, que se seguirán produciendo en próximos números, como bien nos advierte Vicente García, pero además de ver que se ha cambiado el diseño de portada podemos comprobar que ahora parece que se apuesta por unos números más monográficos, tanto el número 1, dedicado al genial Carlos Pacheco, no sólo un dibujante como la copa de un pino, sino un artista al que merece la pena escuchar, como el número 2, dedicado al Patriarca Mutante, Chris Claremont, un ejemplar imprescindible, nos demuestran que ahora se trata de analizar la carrera de auténticas bestias del mundo del cómic, con entrevistas exclusivas y artículos que analizan alguna de sus mejores obras. Y yo sólo puedo aplaudir con las orejas ante está grata decisión.

DolmenDolmen es, a día de hoy, una revista en desarrollo, en mutación, se están produciendo cambios importantes en la misma y, por desgracia, también habrá que afrontar en un futuro cercano una subida de precio, pero a rasgos generales, y observando estos dos primeros números, no puedo sino aplaudir la decisión de centrar el contenido de la revista en un autor determinado al que analizar. Documentalmente es algo muy interesante para gente como los autores de este maravilloso podcast que, “quizás”, os suene y que suelen tirar de artículos y entrevistas de la Dolmen para mejorar aún más sus imprescindibles programas.

En cuanto a las secciones, y esperando ese lavado de cara que aún se va produciendo, hay varias que repiten y que, si no he copiado mal, serían las siguientes:

  • Correo megalítico
  • Noticias Breves y Curiosidades
  • Reseñas Relámpago
  • Original que es uno
  • Desde las cenizas
  • Reseñas extra
  • Los últimos que van quedando
  • Forum no ha muerto
  • Listado de novedades
  • But I Digress

Que, para mi gusto, son las secciones más interesantes de la Dolmen y las que había que mantener (no, no me gusta el Correo Megalítico, pero es algo tan clásico que lo perdono, dado que sólo ocupa 2 páginas), a estas se suman extensas reseñas de etapas de personajes escritas por Claremont o dibujadas por Carlos, cada una en su número de la revista obviamente, y que sirven para darle empaque a cada entrega y para que se aprecie aún mejor el gran trabajo de autores de tanta calidad como estos dos primeros, a los que seguirá Denny O’Neil (otro grandísimo autor).

Así que, a la espera de ver a cuánto nos sale la nueva Dolmen os puedo asegurar que estos dos números (y el 299 y el 300) han revitalizado mi interés por la revista y la he convertido, de nuevo, en un imprescindible en mi cita con las librerías, algo que, sin darme cuenta, ha ocurrido desde el número 298.