Muchos aficionados a la literatura fantástica allá por los años ochenta dieron sus primeros pasitos en el género leyendo al maeestro J.R.R. Tolkien, “La Rueda del Tiempo” de Robert Jordan , la tetralogía de “Añoranzas y Pesares” de Tad Williams, las divertidísimas novelas del “Mundodisco” de Terry Pratchett o la prolífica saga de “Dragonlance“, empezando por las Crónicas, siguiendo con las Leyendas y cerrando con los Héroes.
Cuenta la leyenda que la idea de la saga de la Dragonlance fue parida originalmente por Tracy R. Hickman y su esposa Laura mientras iban de camino a las oficinas de TSR para una entrevista de trabajo, y que allí mismo Tracy conoció a su futura compañera de escritura, Margaret E. Weis. Sea como sea la realidad del primer encuentro entre Weis y Hickman, lo cierto es que gracias su fructífera relación literaria hemos podido disfrutar de una fértil saga de fantasía épica, con varias trilogías y numerosos libros independientes que sumaron hasta 190 obras publicadas, así como la creación de personajes tan emblemáticos y carismáticos como el mago Raistlin Majere, su hermano Caramon, el enano Flint Fireforge, el caballero Sturm Brightblade, el semielfo Tanis, el kender Tasslehoff Burrfoot, la elfa Laurana o la sacerdotisa Goldmoon, entre muchos otros.
La primera entrega de la saga de “Dragonlance” fueron las llamadas “Crónicas de Dragonlance” (“The Dragonlance Chronicles“), una trilogía de tres libros escritos por Margaret Weis y Tracy Hickman y publicados originalmente entre los años 1984 y 1985: “El retorno de los dragones“, “La Tumba de Huma” y “La Reina de la Oscuridad“. Estas primeras novelas sirvieron también de base para un escenario de campaña de mismo título del juego de rol “Dungeons & Dragons” de TSR, el más popular en el siglo XX.
Los dragones, criaturas de leyenda, sólo eran cuentos para niños. Pero ahora que los dragones han vuelto a Krynn, la guerra y la destrucción amenazan con cubrir la tierra. Pero queda todavía una esperanza: una vara de cristal azul en manos de una hermosa y enigmática mujer. Esta promesa de salvación, tan efímera como el humo en el viento otoñal, obliga a un grupo de viejos amigos a volver a tomar las armas.
Así, con el reencuentro de Tanis el Semielfo, del mago de la túnica negra Raistlin y de su gemelo Caramon, del caballero Sturm, del malhumorado enano Flint y del desvergonzado kender Tasslehoff en la posada del Ultimo Hogar de Solace tras cinco años separados, amigos de toda la vida que siguieron caminos distintos, Weis y Hickman nos llevaron de viaje a una peligrosa misión en busca de la legendaria lanza Dragonlance, mientras las tinieblas de la guerra y la destrucción amenazan con apoderarse de su mundo. Ellos son los Héroes de la Lanza y juntos derrotarán al malvado Señor del Dragón lord Verminaard y al ejército draconiano de Takhisis, la Reina de la Oscuridad, poniendo fin a la Guerra de la Lanza.
Margaret Weis y Tracy Hickman mezclaron con acierto y con originalidad un numeroso elenco de personajes interesantes y arquetípicos (un caballero, un bárbaro, un guerrero, un medio elfo, un enano, un mago,…) con sus historias personales y con sus conflictos individuales, en un entorno épico y fantástico llamado Krynn (de raíces evidentemente tolkenianas) y acompañaron esta sólida base de una magnífica historia, de lectura fácil y amena, que enganchaba al lector ávido de fantasía desde la primera línea para no soltarlo hasta el último suspiro del tercer tomo.
Pues de empatía con las pelis de zombies entre 0 y nada, así que hice bien en no verla. Y…