Nos ha llegado en enero la segunda entrega de las “Criaturas” de Djief y Stéphane Betbeder, publicadas en castellano por Nueve Nueve Ediciones, y uno se empieza a preguntar hacia dónde nos están llevando los autores. En su cómic hay elementos propios de las historias del fin del mundo, y más concretamente de las que nos cuentan que la mayor parte de la población mundial se ha convertido en muertos vivientes, del horror cósmico de H. P. Lovecraft, y también de las aventuras de un grupo de niños que se ven obligados a sobrevivir sin ningún adulto. Una mezcla que funciona como un reloj.

A medida que la niebla continúa cubriendo Nueva York y zombificando a quienes la respiran, todos los niños que han sobrevivido se han ido por caminos diferentes buscando sus respectivos intereses. Desafortunadamente a ninguno le va bien. El Topo y Testo están atrapados en la casa del viejo tarado. Jefe y compañía aislados en su cuartel general. Minus fue secuestrado por adoradores de la misteriosa deidad Yog-Sothoth. Y Vainilla está encerrada en el maletero de un coche en pleno accidente.

Tal y como está todo, desde la guerra en Ucrania hasta el cambio climático, el fin del mundo a corto término es una posibilidad que no debemos descartar y por eso muchos son los que especulan sobre ello. La ficción es uno de los mejores modos de explorar estos escenarios en los que el mundo se acaba y la vida en la Tierra llega a su fin. El cine, la literatura o el cómic han fantaseado con ello, sobre el cómo y sobre el después, haciendo sus propias conjeturas acerca de los motivos y las consecuencias. La propuesta de “Criaturas” se mueve justamente en este género, aunque no duda en combinar el apocalipsis con otros conceptos.

La segunda entrega de “Criaturas“, de nuevo escrita por el francés Stéphane Betbeder y dibujada por el canadiense Jean-François Bergeron ‘Djief‘, se titula “La gran noche” (“Créatures #2: La grande nuit” en su edición original en francés publicada por Dupuis en agosto del 2021). Los autores nos trasladan de nuevo a la ciudad de Nueva York, que ha quedado devastada tras un acontecimiento catastrófico misterioso. Una extraña niebla ha convertido a la mayoría de neoyorquinos en muertos vivientes, y unos pocos supervivientes intentan seguir vivos. Casi todos estos supervivientes son niños, emancipados a la fuerza, abandonados a su destino. que deben valerse por sí mismos para garantizar su supervivencia.

Al final del primer número dejamos a nuestros jóvenes protagonistas metidos en problemas: mientras Vainilla está encerrada en el maletero de un coche, su hermano albino Minus ha caído en manos de los zombies adictos al azúcar que sirven a una extraña criatura tentacular que responde al nombre de Yog-Sothoth. Por otro lado Topo y Testo se han escapado de sus compañeros para seguir a un viejo tarado que tiene una particular forma de vida, y Jefe y Cara Sucia se han quedado solos y desorientados en su refugio. A medida que la niebla de la misteriosa deidad Yog-Sothoth continúa cubriendo Nueva York y convirtiendo en muertos vivientes a quienes la respiran, todos los niños supervivientes se han ido por caminos separados, repartidos por la ciudad, aunque a ninguno de ellos le ha ido nada bien sin los otros.

Después de un excelente primer volumen, un punto de partida prometedor, me sumergí con interés en “Criaturas #2: La gran noche“, y no me ha defraudado. Una vez presentados los personajes y el contexto, Stéphane Betbeder entra de lleno en la aventura: Minus encerrado en una jaula junto a otros muchos niños con poderes extraordinarios de camino a las zarpas de Yog-Sothoth, Vainilla y sus nuevos aliados al rescate, y Topo y Testo siguiendo al abuelo loco en su periplo particular. Mientras, la densa y aterradora niebla verde que cubre gradualmente la ciudad se va acercando, los zombies adoradores del dulce deambulan por todas partes y los aterradores hombres con cabeza de pulpo sirven a su dios poniendo los niños a su disposición. El tiempo se acaba, porque todos temen una segunda gran niebla.

A estas alturas de la historia aún no tengo claro si el Yog-Sothoth de “Criaturas” es el mismo Yog-Sothoth creado por Howard Phillips Lovecraft para sus “Mitos de Cthulhu” y que apareció por primera vez en su novela “El caso de Charles Dexter Ward” (escrita en 1927 y publicada por primera vez en 1941). Se dice que el Yog-Sothoth de Lovecraft, uno de los Dioses Exteriores encargado de traer de vuelta a los primordiales, toma la forma de unas burbujas brillantes mientras que el de Stéphane Betbeder y Djief es una criatura tentacular. Seguimos pues esperando si el aparente giro hacia el universo lovecraftiano nos abre un escenario más sorprendente que puede tener mucho interés, pero eso no lo veremos hasta la tercera parte, titulada “Dans les entrailles de yog” y publicada en agosto del 2022, que nos contará como los niños intentan salir de esta pesadilla en la que se han visto envueltos.

En resumen “Criaturas #2: La gran noche” es un cómic para lectores jóvenes excelente. Una saga con una atmósfera que tiene algo de terror, lo justo para dormir con la luz encendida después de terminar la lectura. Los personajes están todos bien perfilados, el dibujo de Djief es excelente y borda la ambientación post-apocalíptica, el original guión de Stéphane Betbeder se construye a partir de lo mejor del género (y de “Stranger Things“, “Los ladrones de cuerpos“, “El señor de las moscas” o “The walking dead“, entre otras influencias que se pueden detectar en esta obra) para convertir este cómic juvenil en una propuesta muy interesante.

Criaturas #2: La gran noche
Autores: Djief y Stéphane Betbeder
ISBN: 978-84-19148-32-2
Formato: 27x19cm. Cartoné. Color
Páginas: 72
Precio: 18,00 euros