Conan regresa a Marvel Comics y, por lo tanto, también a Panini Cómics que ha aprovechado la nueva edición del Conan el Bárbaro de Roy Thomas y Barry W. Smith para presentar, por todo lo grande, al cimmerio más conocido.
Conan el Bárbaro. La Etapa Marvel Original 1: ¡Llega Conan el Bárbaro!
Edición original: Conan The Barbarian 1-26, Chamber Of Darkness 4 y Savage Tales 1 y 4 USA
Fecha de edición: marzo de 2019
Guión: Roy Thomas
Dibujo: Barry W. Smith
Color: A color
Formato: Libro cartoné, 776 págs. a color.
47,95€
Conan vuelve a La Casa de las Ideas con su primer Omnibus! Roy Thomas y Barry Smith llevaron la icónica creación de Robert E. Howard al mundo del cómic. Es un honor para Marvel presentar cada episodio, cada portada, cada sección editorial en una edición restaurada y fiel al original hasta el más mínimo detalle, que recoge la etapa inicial del Cimmerio y se completa con multitud de reveladores extras que no encontrarás en ningún otro lugar.
Conan vuelve a La Casa de las Ideas con su primer Omnibus! Roy Thomas y Barry Smith llevaron la icónica creación de Robert E. Howard al mundo del cómic. Es un honor para Marvel presentar cada episodio, cada portada, cada sección editorial en una edición restaurada y fiel al original hasta el más mínimo detalle, que recoge la etapa inicial del Cimmerio y se completa con multitud de reveladores extras que no encontrarás en ningún otro lugar.
Después de casi 20 años los derechos de Conan regresaban a Marvel, aunque como los derechos son ahora libres, fuera de los USA, Planeta Cómic también está editando el material de Conan, lo que ha posibilitado el que nos encontremos con el mismo material (aunque con distinto color en el caso de Panini) publicado por dos editoriales distintas. Concretamente en esta reseña os hablaremos del material que Marvel ha recuperado recientemente y al que han trabajado a fondo para recuperar el color original del dibujo de Barry W. Smith, lo que potencia y refresca el trabajo del dibujante.
Aprovechando que Conan regresaba a Marvel en la Casa de las Ideas han optado por publicar dos nuevas series regulares y ofrecérsela a algunos de sus mejores talentos, así tenemos Conan the Barbarian, con Jason Aaron y Mahmud Ashrar, y Savage Sword of Conan, guionizada por Gerry Duggan e ilustrada por Ron Garney, el personaje de Robert E. Howard está de nuevo en la cresta de la popularidad.
Conan llegó a Marvel Comics de la mano de Roy Thomas, lo mismo sucedió con Star Wars, y ambas licencias vuelven a estar en manos de la Casa de las Ideas lo que ha posibilitado que Marvel reeditase los números originales de Conan El Bárbaro, aunque la edición de Panini es mucho más completa e incluye capítulos de las series Chamber Of Darkness y Savage Tales, para redondear mucho más un material realmente especial que Panini ha editado con gran cantidad de material extra, destacando los textos de Roy Thomas que engrandecen la edición.
Con esta lujosa edición, que incluye una sobrecubierta, y gran cantidad de material extra de todo tipo: artículos del propio Roy Thomas explicando como comenzó esta nueva aventura editorial del personaje del malogrado Robert E. Howard y todo lo necesario para que un lector no conocedor del personaje pueda sumergirse en el polvorieto, violento y decadente universo de la Era Hyborea. Esto, sumado a las decenas de páginas de bocetos, lápices originales, lo convierten en una grandísima edición que lo pone por encima de la edición de Planeta Cómic en contenido, si bien es verdad que el precio puede hacer que quienes no quieran embarcarse en profundidad en la historia del Conan de Thomas y Smith podrán contentarse con la edición económica. Nuestra recomendación está clara: la edición de Panini, más pensada para fans y conocedores que quieren más material. Para nuevos lectores puede que esta primera etapa del personaje no sea la mejor para iniciarse en este pedazo (grande) de la historia de la cultura popular del siglo XX que ejemplifica claramente el hilo conector que lleva de la literatura pulp al comic y de ahí a los seriales y de ahí al cine: si ahora tenemos uun Juego de Tronos es porque hubo un Conan el Bárbaro.
En cuanto a historia, Roy Thomas decide comenzar la narración de las aventuras del cimmerio todo lo al principio que puede sin incurrir en el posteriormente tan habitual paseo por los orígenes del personaje. Como en los cuentos de R. E. Howard, conocemos al joven Conan ya como mercenario al servicio de quien pague (y no le importune con necedades mágicas o incumpla alguno de los principios morales que el quizá bárbaro, pero nunca salvaje Conan, pone por encima de las leyes de cualquier hombre y mujer y por encima de cualquiera de esas religiones que exigen adoración y postración, con como su Crom que esencialmente les dio el acero a los cimerios y luego les dijo “adiós muy buenas”).
Roy Thomas va alternando adaptaciones de relatos del autor original con guiones propios y, aunque él mismo reconoce que no había desarrollado su estilo todavía, lo cierto es que es efectivo y directo, sin la más mínima intención de brillar o epatar con textos complejos. La intención es claramente la de contar una historia sencilla y directa y dejar que quien brille sea en momentos el dibujante y siempre el personaje.
Porque Conan es eso un Personaje, con mayúsculas, uno de esos que ha pasado a la conciencia colectiva (quizá no en sus mejores momentos, con el fracaso de la nueva adaptación cinematográfica en 2011) pero aun vigente.
Durante los 26 números de la serie regular acompañamos a Conan en su viaje errático por las tierras de los reinos hyboreos. Un Conan en los primeros números más estilizado que la visión hipermusculada que después adoptaría el propio Barry Windsor Smith y consagraría John Buscema y otros. El diseño del personaje bebe de las ilustraciones con las que Frazzetta establecería no solo el aspecto del cimmerio, sino del estilo de espada y brujería, en el que este comic se erige como uno de los pilares de su posterior evolución.
Es cierto que el arte de alguno de los números no ha envejecido bien (nunca por culpa de una edición que respeta al máximo el original) sino por consecuencia de la forma de trabajo del mundo del comic en los años 7 y de Marvel específicamente que obligaba a Smith a un ritmo de trabajo excesivo para cumplir fechas de cierre incumplibles, más según con el tiempo la habilidad y la ambición creativa del dibujante crecía, sacudiéndose de encima el estilo claramente kirbiano de principio. De hecho la historia de esta primera etapa del personaje no es el camino de rosas que podemos pensar tras el éxito meteórico posterior: Roy Thomas tuvo que luchar por el personaje y la colección y consiguió evitar que muriera de éxito aportando siempre historias frescas y dinámicas, deslizando alguna joya por el camino.
En esta etapa, por ejemplo, Roy Thomas rescata de otra obra de R. E. Howard a un personaje que tendría entidad propia: Red Sonja, otra mercenaria pelirroja que acompañaría y sacaría de sus casillas a Conan en varias ocasiones.
Volviendo al dibujo, Barry Windsor Smith es uno de esos autores que no dejan indiferente. Irregular y nunca el lápiz más rápido pero exquisito cuando le dejan dar rienda suelta a su perfeccionismo que lo acercan en ocasiones al estilo pictórico del prerrafaelismo (de su Inglaterra natal, por cierto) y que hace de este Omnibus uno de esos comics que lees y vuelves a sacar de la estantería para volver a ver portadas, ilustraciones a lápiz y alguna -muchas- viñetas prodigiosas.
En definitiva, una obra necesaria para quienes conozcan y quizá tengan algún número antiguo por casa y quieran completar o a lo mejor fans de la Espada Salvaje, que daba una versión muy diferente y quieran conocer esta y desde luego un tomo del que cualquiera biblioteca que se precie debería tener disponible para consulta y difusión de la lectura.
Pues yo recuerdo está película con mucho cariño. Quizás no llegue al nivel de Toy Story o Gremlins pero... ¿qué…