Dos hermanos, de vuelta de todo, robando bancos en Texas y un par de rangers tras ellos. A priori algo muy tópico, un argumento criminal a modo de moderno western de acción. Sin embargo detrás hay un buen guión que cuida de los personajes y que les da una serie de motivaciones que hacen mucho más sugerente el argumento de lo que en principio parece.

****
Título original: Hell or High Water
País: Estados Unidos
Duración: 102 min.
Género: Criminal, Drama
Calificación: No recomendada para menores de 12 años
Reparto: Chris Pine, Jeff Bridges, Ben Foster, Katy Mixon, Dale Dickey, Kevin Rankin, Gil Birmingham, Marin Ireland, Buck Taylor, Amber Midthunder, Gregory Cruz, Dylan Kenin, Debrianna Mansini, William Sterchi, Taylor Sheridan
Distribuidora: Vertigo Films
Productora: Sidney Kimmel Entertainment, Film 44
Director de fotografía: Giles Nuttgens
Diseño de producción: Tom Duffield
Guión: Taylor Sheridan
Montador: Jake Roberts
Música: Nick Cave, Warren Ellis
Producción: Julie Yorn, Peter Berg, Sidney Kimmel
Producción ejecutiva: Jim Tauber, John Penotti

 

Tiene algo tan difícil “Comanchería” como contar lo que hemos visto ya muchas veces pero de una forma nueva y sugerente. Hay una teoría que dice que todo está ya contado y que lo que importa es cómo se cuenta, pues aquí tenemos un claro ejemplo de ello.
Estamos ante un relato criminal sobre dos asaltadores de bancos en Texas y sobre la investigación tras ellos de dos rangers. Recuerda por localización y argumento a los westerns clásicos, pero está ambientado en la actualidad e introduce personajes con un trasfondo que invita a pensar.
La clave de la película es que todo está bien, quizás nada es sobresaliente, pero el guión es bueno, el trabajo tras la cámara es bueno, tiene un ritmo adecuado y la película avanza sin aburrir en ningún momento, los actores están más que correctos (en especial Jeff Bridges, que borda cualquier papel que hace porque es uno de esos actores que parece estar más allá del bien y del mal) y tiene una suerte de suspense interno que te mantiene en vilo hasta el final. No es de extrañar por tanto que recibiera 4 nominaciones en los óscars (mejor película, actor secundario, montaje y guión original) aunque finalmente no ganó ninguno y a nivel comercial no fue una película con demasiado tirón. Yo además lo que le hecho de menos es que no funcionara mejor con el boca a oreja porque lo merecía, pero desgraciadamente hay películas que pasan sin pena ni gloria por nuestros cines y quizás ésta lo hiciera por una temática muy local, muy estadounidense, muy texana (aunque “Breaking bad” también lo era y fue un exitazo).
Como en toda buena historia no sólo importa lo obvio, la persecución policial y la huida de los criminales. El guión no se queda sólo en eso, los personajes están trabajados y hay varios hilos argumentales por detrás del argumento principal: una relación familiar complicada, la necesidad de salir de la pobreza o de luchar contra el destino, una jubilación en ciernes cuando lo único que se ha hecho toda la vida es trabajar, la ambición y el conformismo…..Cada espectador puede escarbar en lo evidente y disfrutar con el plus que regala esta película.
Yo me quedo sobretodo con que es un relato dinámico, que me engancha y no me suelta y con lo que hay detrás de cada personaje que lo hace único, que hace únicas sus motivaciones y sus decisiones y me quedo con la inteligencia de unos y profesionalidad de los otros sin especificar porque no quiero chafar nada. Me quedo con su poso melancólico y crepuscular, con su regusto agridulce, con su exploración de varios “perdedores” que quizás no lo son tanto.
Ya digo, es posible que no hayáis oído hablar demasiado de esta película pero también es muy posible que ni la taquilla ni lo que se le ha publicitado le hayan hecho justicia. Merece la pena verla, sin más.