El cierre de la tercera trilogía y del arco Skywalker de “Star Wars” se va a convertir irónicamente en una mundial decepción con una taquilla espectacular. Mi yo fan de la saga me invita a despedazar esta entrega que peca de un guión chapucero y repleto de malas decisiones innecesarias probablemente derivadas de unos absurdos miedos de la productora espoleados por los dimes y diretes en redes sociales y test screenings. Mi yo más pueril y nostálgico quiere una despedida dulce y me invita a poner tres injustas estrellas para premiar lo que ofrece como entretenimiento trepidante repleto de acción y emociones más o menos epatantes. El paso del tiempo en cambio creo que será inmisericorde porque no nos merecíamos esto.
Duración:141 min.
País: Estados Unidos
Guión: J.J. Abrams, Chris Terrio (Personajes: George Lucas. Historia: Chris Terrio, J.J. Abrams, Colin Trevorrow, Derek Connolly)
Música: John Williams
Fotografía: Daniel Mindel
Reparto: Daisy Ridley, Adam Driver, John Boyega, Oscar Isaac, Kelly Marie Tran, Joonas Suotamo, Domhnall Gleeson, Ian McDiarmid, Carrie Fisher, Anthony Daniels, Keri Russell, Billie Lourd, Lupita Nyong’o, Billy Dee Williams, Naomi Ackie, Richard E. Grant, Dominic Monaghan.
Productora: Lucasfilm / Bad Robot / Walt Disney Pictures. Distribuida por Walt Disney Pictures
Género: Ciencia ficción. Aventuras. Fantástico, Acción
RESEÑA SIN SPOILERS
42 años después volví al mismo cine en el que un día vi acompañado de mi padre “La guerra de las galaxias”, que ese fue el título que se dio en España en 1977 al hoy Episodio IV de Star Wars. La nostalgia y el cariño son al fin y al cabo lo que hacen que para muchos esta saga sea algo especial, porque forma parte de nuestra infancia, nuestra juventud y nuestra vida.
Vi la película con interés de inicio a fin, dejándome llevar por su acción trepidante y disfrutando como un niño de la propuesta de acción y aventura trufada como siempre por magníficos efectos especiales, decorados, ambientación, fotografía, sonido y banda sonora. ¡¡¡Qué banda sonora otra vez de John Williams!!!
Debo reconocer que lo que es la película como producto comercial funciona, pero quizás más que nada porque hay un estudio superpoderoso detrás capaz de no reparar en gastos y de contratar a los mejores especialistas en cada apartado técnico. Por ahí “El ascenso de Skywalker” es prácticamente irreprochable y eso hace que ninguna valoración pueda ser completamente negativa. Saben muy bien cómo articular la acción para que no haya respiro, saben muy bien cómo combinar acción, suspense y un ligero humor para que el espectador se entretenga y, por supuesto, visualmente todo es magnífico. Donde ya el examen alcanza el sobresaliente es con la partitura de Williams, el auténtico genio de toda la saga, que consigue realzar cualquier escena que se proponga para encogernos el ánimo o emocionarnos.
También me gustan la mayor parte de los actores. Sinceramente pienso que el trío protagonista daba mucho juego. Adam Driver y Oscar Isaac son dos grandes actores y cumplen con creces, John Boyega representa muy bien lo que se pretende con su personaje todo corazón y Daisy Riley es un acierto de casting desde la primera entrega porque sólo con su presencia se come la pantalla y su mirada refleja toda la pasión que necesita un personaje con el que nos identificamos desde el primer momento.
Ya aviso por tanto que no estamos ante un absoluto desastre porque al menos entretener entretiene, se pasa en un suspiro y en mi sesión hubo incluso unos cuantos que la acabaron aplaudiendo (será que tienen poco bagaje en esto del cine, quiero pensar).
El problema viene cuando analizas y vas mascando lentamente lo que has ido viendo, que ya aviso que para un espectador con experiencia hay que ir sorteando y pasando por alto bastantes cosas que rechinan. Una vez que das forma a una impresión global definitiva te das cuenta que esta última entrega es un completo y absoluto desastre por culpa de un guión y una producción infames. Y ¡Ojo!, distingamos, no hablo del argumento, no hablo de la historia que te cuenta, que te puede gustar más o menos, pero bien contada tiene su pase; hablo única y exclusivamente de guión, de decisiones de producción, de la mano que han metido los responsables últimos y señalo: productores, montador , guionistas y director. En lo que naufraga “El ascenso de Skywalker” es en eso, en detalles de guión, en la planificación global, en cómo se ha construido cinematográficamente la historia.
Yo albergaba ya mis dudas con J. J. Abrams, un señor encumbrado desde hace muchos años como el “nuevo Spielberg” que ha sido un permanente quiero y no puedo y no ha logrado rodar ni producir una sola obra maestra hasta este momento. Me gusta su espíritu de fan, bastantes de sus ideas, son buenas o muy buenas (ninguna redonda) sus series “Alias”, “Fringe” y “Perdidos” y alabo en parte lo que hizo con el reboot cinematográfico de “Star Trek” y con “Super 8”, pero después de esta conclusión de Star Wars y teniendo en cuenta que firma en parte el guión y que se le presupone bastante poder en la toma de decisiones, me parece que no es el genio que nos han querido vender ni de lejos y que ha sucumbido a poderes fácticos con los que probablemente no ha podido lidiar.
¿De qué hablo? Hablo de que es posible que Martin Scorsese tenga algo de razón cuando dice que el cine ha muerto, hablo de que no vislumbro en esta tercera trilogía y vistos los tres episodios una planificación seria y concienzuda, un plan inicial calculadamente desarrollado, veo improvisación, cambios de rumbo argumental, propuestas que no gustan a los fans y asustan a la productora, veo decisiones de guión en pos de una espectacularidad sin coherencia para la historia que nos cuentan, deduzco que las redes sociales condicionan los guiones y las decisiones de producción, que los test screenings previos a los estrenos condicionan los montajes….Y al final los resultados son chapuceros, precipitados, plagados de decisiones poco afortunadas, imagino discusiones que llevan a incoherencias y apaños que cantan en pantalla. Y no, no nos merecíamos ésto.
Lo avanzo ya, creo que el fulgor audiovisual y la capacidad para entretener son la virtud de esta tercera trilogía, pero se olvidarán, pasarán de moda y se recordará como la peor trilogía de las tres. La segunda trilogía, tan criticada, tan vapuleada, con todas sus pegas es más coherente, está mejor planificada, lógicamente se ciñe más el proyecto de George Lucas. Ésta última en cambio se ha salido de madre, ha planteado nuevas propuestas pero después se ha echado atrás y ha querido contentar tanto a los fans que se ha traicionado a sí misma y seguramente también a lo que George Lucas pretendía.
Me molesta porque había medios y había una muy buena intención de recuperar el tono de la trilogía original, dramático, con su suspense, con un cierto realismo; pero el guión de esta última entrega ha echado todo por la borda con decisiones muy al gusto del cine de evasión actual de los grandes estudios en el que prima fundamentalmente lo que es epatante audiovisualmente y la acción por la acción, mucho más que la coherencia interna de lo que nos cuentan.
La historia se cierra, el argumento de la saga Skywalker concluye, sólo espero que esa gente que en la Disney se ha encargado de hacerlo con una espada de Damocles sobre sus cabezas se quiten de encima la carga y descanse para dar paso a otros. Dicen que Disney quiere al director creativo de Marvel, Kevin Feige, como responsable del futuro de Star Wars. Me parece perfecto, pero que le dejen trabajar, porque me temo que no lo han hecho ni con J. J. Abrams (director de los episodios VII y IX) ni con Rian Johnson (director de episodio VIII) para nuestra desgracia. Espero que “The mandalorian” me quite este regusto amargo.
Y ahora viene, más que una reseña al uso, un buen número de ejemplos para que tú, que espero que hayas visto la película (y si no te recomiendo que no sigas leyendo porque destripo muchas cosas), te unas a la causa (o quizás no):
– Es fundamental en cualquier película construir y desarrollar bien los personajes y dar verosimilitud a lo que les ocurre para que cuando se enfrentan a situaciones dramáticas tú te las creas y no salgas de la película (en este caso tenemos un sinfín de ejemplos en los que eso no ocurre u ocurre con mucha menor intensidad de lo que debería):
– Ir a la acción por la acción y querer ir al grano lleva a multitud de situaciones sin sentido, poco creíbles o precipitadas cuando no directamente absurdas:
– Esta trilogía propone nuevos poderes de los jedis. Los espíritus de los muertos cobran más protagonismo y los jedis pueden comunicarse a distancia o incluso manipular objetos in absentia y resucitar vidas. La mayoría de estas propuestas me parecen decisiones graves que sólo aportan un plus de espectacularidad pero que nada tienen que ver con lo que en su día atribuyó George Lucas a unos y otros, más relacionado con una sabiduría más espiritual y en comunión con el Universo.
o La muerte de Leia es honorable y emocionante, pero de nuevo eso de que actúe a distancia justo en el momento preciso le confiere unos poderes que los jedis nunca han tenido.o El golpe de efecto de la espada de luz que desaparece y aparece en otro lugar puede ser espectacular pero de nuevo me chirría, me crispa, me molesta. Es darles un poder que nunca han tenido los jedis simplemente para sorprender por sorprender. En el fondo pienso que todo esto revela una terrible falta de ideas.
Aún no he terminado de leer (y de comprar) todo The Expanse pero a esta nueva trilogía me subo a…